Sevilla, Feria de Abril de 1950
Manolo Carmona,
torero macareno y gran banderillero
Carlos Crivell.-
Para la mayoría de los aficionados, Manolo Carmona fue un gran banderillero. Y, efectivamente, lo fue. Sus etapas a las órdenes de Antonio Ordóñez, Manolo Vázquez, Chamaco, y muy especialmente con Diego Puerta, dejaron sobre los ruedos la huella imborrable de un magnífico torero en sus funciones de banderillero. Pero Manolo Carmona, fallecido ayer en Sevilla a los 83 años, fue un buen matador de toros con algunos momentos estelares en una carrera, no muy larga, pero de logros brillantes.
Manolo Carmona Bazán nació en Sevilla en el barrio de la Macarena el día 22 de febrero de 1928. Primo de Manuel, Rafael y Pepín Martín Vázquez y del matador de toros Mario Carrión, Carmona debutó como novillero en Sevilla el 20 de junio de 1948. Fue en su debut en Madrid el 19 de septiembre de ese año cuando el triunfo le colocó en posición privilegiada. El 9 de abril de 1950 tomó la alternativa en Sevilla en la fecha solemne del Domingo de Resurrección con el toro Botador, de Guardiola Soto, de mano de Paco Muñoz y Rafael Ortega de testigo. En la misma feria del citado año actúa dos tardes en las que triunfa cortando orejas.
Confirmó alternativa el 25 de marzo de 1951 en Las Ventas con Cañitas y Manolo Escudero y reses de Enriqueta de la Cova. Ese día fue herido de gravedad, lo mismo que el 30 de septiembre del mismo año. No toreó mucho en las temporadas del 51 y 52, aunque los aficionados no olvidan la buena actuación en Madrid el 12 de octubre frente a los toros del Conde de la Corte.
Su carrera se vio muy entorpecida por los sucesivos percances que sufrió en la plaza de Madrid, como ocurrió en las fechas del 26 de abril y 31 de mayo de 1953. También en la Maestranza fue herido el día 29 de abril de 1954. En los años de 1956, 1957 y 1958 desarrolló buena parte de su temporada en plazas mexicanas. En 1959 decide actuar como banderillero. Durante su fecunda carrera como torero de plata estuvo en las cuadrillas de Manolo Vázquez, Antonio Ordóñez, el mexicano El Imposible, Chamaco y con Diego Puerta, en cuya cuadrilla estuvo nueve temporadas para consagrarse como uno de los mejores toreros de plata de la época. El último matador con el que actuó fue con un joven Luis Francisco Esplá en los primeros años de trayectoria.
Ya retirado de los ruedos, Manolo Carmona inició otra etapa ligada al toro. Comenzó a trabajar en 1991 para el apoderado Pepe Luis Segura en labores de veedor de toros en el campo. En ese cometido ha permanecido hasta el pasado año, cuando la enfermedad le obligó a dejar este trabajo.
Manolo Carmona Bazán fue un torero marcado por el estilo de su familia, Martín Vázquez. Por tanto, primaron en sus formas el llamado estilo sevillano, que se ponía de manifiesto en un toreo con el capote primoroso en las verónicas y las chicuelinas. El gran problema de Manolo Carmona fueron los sucesivos percances que le obligaron a dejar de forma prematura su efímera carrera como matador de toros. Por el contrario, como banderillero fue un gran maestro, sobre todo por el perfecto y eficaz manejo del capote, como bien puede comprobarse dados los maestros del toreo a los que acompañó. Finalmente, su labor como hombre del campo fue también muy eficiente. Manolo Carmona ha vivido en Sevilla hasta sus últimos días. Ha estado trabajando para el mundo de los toros hasta poco antes de su muerte. Entre los profesionales del toreo y los aficionados siempre dejó la huella de sus profundos conocimientos así como el de una probada caballerosidad. Sus restos descansan en el tanatorio de San Jerónimo de Sevilla. Mañana, a las 10,30, se celebrará una misa y posteriormente será incinerado en el cementerio sevillano de La Algaba.
(*) Manolo Carmona Bazán, matador de toros y banderillero, nació en Sevilla el 22 de febrero de 1928 y falleció en la misma ciudad el 29 de junio de 2011.
Manolo Carmona Bazán nació en Sevilla en el barrio de la Macarena el día 22 de febrero de 1928. Primo de Manuel, Rafael y Pepín Martín Vázquez y del matador de toros Mario Carrión, Carmona debutó como novillero en Sevilla el 20 de junio de 1948. Fue en su debut en Madrid el 19 de septiembre de ese año cuando el triunfo le colocó en posición privilegiada. El 9 de abril de 1950 tomó la alternativa en Sevilla en la fecha solemne del Domingo de Resurrección con el toro Botador, de Guardiola Soto, de mano de Paco Muñoz y Rafael Ortega de testigo. En la misma feria del citado año actúa dos tardes en las que triunfa cortando orejas.
Confirmó alternativa el 25 de marzo de 1951 en Las Ventas con Cañitas y Manolo Escudero y reses de Enriqueta de la Cova. Ese día fue herido de gravedad, lo mismo que el 30 de septiembre del mismo año. No toreó mucho en las temporadas del 51 y 52, aunque los aficionados no olvidan la buena actuación en Madrid el 12 de octubre frente a los toros del Conde de la Corte.
Su carrera se vio muy entorpecida por los sucesivos percances que sufrió en la plaza de Madrid, como ocurrió en las fechas del 26 de abril y 31 de mayo de 1953. También en la Maestranza fue herido el día 29 de abril de 1954. En los años de 1956, 1957 y 1958 desarrolló buena parte de su temporada en plazas mexicanas. En 1959 decide actuar como banderillero. Durante su fecunda carrera como torero de plata estuvo en las cuadrillas de Manolo Vázquez, Antonio Ordóñez, el mexicano El Imposible, Chamaco y con Diego Puerta, en cuya cuadrilla estuvo nueve temporadas para consagrarse como uno de los mejores toreros de plata de la época. El último matador con el que actuó fue con un joven Luis Francisco Esplá en los primeros años de trayectoria.
Ya retirado de los ruedos, Manolo Carmona inició otra etapa ligada al toro. Comenzó a trabajar en 1991 para el apoderado Pepe Luis Segura en labores de veedor de toros en el campo. En ese cometido ha permanecido hasta el pasado año, cuando la enfermedad le obligó a dejar este trabajo.
Manolo Carmona Bazán fue un torero marcado por el estilo de su familia, Martín Vázquez. Por tanto, primaron en sus formas el llamado estilo sevillano, que se ponía de manifiesto en un toreo con el capote primoroso en las verónicas y las chicuelinas. El gran problema de Manolo Carmona fueron los sucesivos percances que le obligaron a dejar de forma prematura su efímera carrera como matador de toros. Por el contrario, como banderillero fue un gran maestro, sobre todo por el perfecto y eficaz manejo del capote, como bien puede comprobarse dados los maestros del toreo a los que acompañó. Finalmente, su labor como hombre del campo fue también muy eficiente. Manolo Carmona ha vivido en Sevilla hasta sus últimos días. Ha estado trabajando para el mundo de los toros hasta poco antes de su muerte. Entre los profesionales del toreo y los aficionados siempre dejó la huella de sus profundos conocimientos así como el de una probada caballerosidad. Sus restos descansan en el tanatorio de San Jerónimo de Sevilla. Mañana, a las 10,30, se celebrará una misa y posteriormente será incinerado en el cementerio sevillano de La Algaba.
(*) Manolo Carmona Bazán, matador de toros y banderillero, nació en Sevilla el 22 de febrero de 1928 y falleció en la misma ciudad el 29 de junio de 2011.
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