Morante y su silla de Chaplin
Se busca torero para tatuar
José Ramón Márquez
Algunos días me acerco a Medina Sidonia, me busco un sitio que ya conozco y desde allí, con unos prismáticos que me he traído, me dedico a observar un buen rato a los toros de Cebada Gagoque están en los cercados de La Zorrera, a la espera de la cita que tenemos en El Puerto los días 15 y 16. Luego me vuelvo a la realidad del ambientillo taurino, que cada vez tiene menos que ver con los toros fuertes, pujantes, encastados y fieros.
Me perdí voluntariamente la aparición en la Plaza Real de Morante y Manzanares. De Manzanares lo último que sabía de él era por una entrevista en la que explicaba infinidad de cosas, pero que dejaba muy claro al lector que el diestro debería abstenerse de conceder entrevistas, si eso es lo que tiene que decir. Bueno, al menos explicaba que ‘el toreo es un arte con muchas complicaciones’. El perspicaz autor de la interview nos informaba de que el diestro porta ‘un par de tatoos’ y eso me hizo recordar a un viejo portero de la Plaza Vieja y después de Las Ventas a quien entrevistaban en uno de los primeros números deEl Ruedo: declaraba haberse tatuado en su cuerpo los carteles de las corridas que más le habían impresionado de tantas como había visto y en su cuerpo llevaba los nombres de Vicente Pastor,Guerrita, Bomba, Joselito, Cocha y Sierra, Martínez y Miura entre otros. Nada que ver con lo del macizorro éste, que seguro que se ha puesto un Ying-yang o un Pato Donald.
De Morante sabía que andaba el hombre aperreadillo, que no rascaba bola y que el numerillo del escacharre de pelucos con dos verónicas, una aquí y otra allá, comenzaba a hacer aguas. Por lo que dicen los revisteros, la unión de Morante y Manzanares con los Cuvis de recuelo, que ya no se ajuntan con Tomás, dio lugar a una conjunción cósmica para deleite del sacrosanto público que incluía, para que se vea el miedo que metían los toros, un tercio de banderillas a medias entre el ‘slapstick’ de la Keystone y El Chino Torero, así como la reedición de la silla, que causó el delirio de los tendidos. La verdad es que este Morante tiene su gracia, el hombre.
La otra cosa que he visto por ahí, al hilo del excedente de Cuvis, es que Perera se ha echado otra cuenta para su ‘encerrona’ del 8 de septiembre en Almendralejo y ha quitado de enmedio a los Valdefresno, La Quinta, Partido de Resina et alt. para ajustarse con seis Cuvis y dejarse de tonterías. Es que Cuvi ahora ha montado un outlet, el hombre, para sacar a todos los de la estirpe de Idílico que se le han quedado por El Grullo y que no van a tener la ocasión de dar un revolcón al Comandante del Puesto de Galapagar.
Y hablando del Comandante del Puesto, el hombre se viene de Francia como se vino de Huelva y de Valencia, con uno que le moja la oreja, en este caso Juan Bautista, y sigue sin encarrilar su ‘Inmolation Tour 2011’. Los Jandillas, tremebundas fieras como bisontes de Lascaux, no estuvieron a la altura del eucarístico y por tercera vez en las tres corridas de su temporada se va a pie para su casa. Al menos esta vez no hubo el ya clásico revolcón sin consecuencias, ésa es una buena noticia, como lo es la reincorporación a la troupe del Ciprés Berroqueño de viejo maestro Juan Mora, ya sano del percance de Pamplona. En la entrevista de Manzanares de la que hablábamos antes, declara que de José Tomás admira su filosofía. Como son de cultura, ellos sabrán lo que eso significa.
PD.-Mientras tanto, en Las Ventas, un hombre muy mayor ha traído esta tarde el aire del toreo eterno, del toreo clásico, de la torería. No se le puede pedir el faenón, ni falta que hace, pero al menos podía servir como espejo para que alguno de los que andan por ahí atracándose de los peores modelos se fijase en que hay otra forma de estar frente al toro. Ya quisieran los toreritos modernos cortar una sola oreja en su vida con los argumentos que ha traído hoy Frascuelo.
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