"...La cuenta que hizo Florentino Pérez fue clara: el Real Madrid seguirá siendo el máximo goleador… pero no puede seguir siendo uno de los más goleados. Por eso, para eso, se tomó la decisión, que nunca es agradable y menos aún con un entrenador que ha ganado la Copa de Europa, de prescindir de Ancelotti..."
Érase una vez un equipo sin gol...
El equipo sin gol ya lleva once (tres más que el Celta, cuatro más que el Villarreal, siete más que el Barça) y el delantero en crisis existencial y deportiva ya lleva cinco (dos más que Nolito y Bakambu y tres más que Benzema y Bale, la BB de la BBC). Aún así, la gran noticia no está en la vanguardia, no, sino en la retaguardia. Salvo los críticos del "segundo a segundo", absolutamente todo el mundo sabía que el Madrid tiene nitroglicerina arriba. El asunto era que el equipo, que marcaba muchos goles, era más bien blandengue atrás y sus rivales llegaban con demasiada facilidad a la portería de Iker Casillas, que ya no sacaba las de antaño y, bien al contrario, a veces se metía incluso algunas que iban fuera. Jugador por jugador, el Real tiene probablemente una de las mejores defensas del mundo, así que la solución estaba clara: seguir marcando los mismos pero encajando muchos menos.
Sólo dos veces en 113 años de historia había conseguido el Real Madrid arrancar imbatido las tres primeras jornadas de Liga. El gran Miguel Ángel, un portero único, consiguió llegar hasta la quinta jornada de la temporada 1975-76 con su portería a cero. Y ahora… Keylor, que sigue a cero después de tres jornadas. Keylor, sí, el portero revelación de la Liga con el Levante y el mejor guardameta del Mundial de 2014. Keylor, sí, el portero convertido en incógnita por algunos para así allanar el camino a la certeza que, al parecer, seguía siendo el peor Casillas. Keylor, sí, de quien se dudaba que supiera aguantar el chaparrón de su frustrada operación de desembarco forzoso en el United. Keylor Navas está pudiendo demostrar con Rafa Benítez lo que probablemente no hubiera podido demostrar de haber seguido Iker en el equipo. Keylor, el nuevo santo.
La cuenta que hizo Florentino Pérez fue clara: el Real Madrid seguirá siendo el máximo goleador… pero no puede seguir siendo uno de los más goleados. Por eso, para eso, se tomó la decisión, que nunca es agradable y menos aún con un entrenador que ha ganado la Copa de Europa, de prescindir de Ancelotti. Si la defensa está hoy más tranquila y relajada, si aparece más confiada, es entre otras cosas porque ya no hay debate en la portería: Keylor, titular, y Casilla, grandísimo suplente. Hoy dicen en el As que el Real Madrid menospreció a Keylor; el As, sí, el periódico que, un día sí y otro también, se ha dedicado a ningunear al costarricense al objeto de proteger con celo desmedido a Casillas, que no necesitaba protección. Érase una vez un equipo sin gol. Y, ya puestos, también sin portero.
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