Ellos se fueron a casa, a los aficionados nos queda Pamplona, Ceret.....
SIEMPRE NOS QUEDARÁN LOS TOROS
- Pamplona en España y Ceret en Francia son las citas más próximas. Con las dos ferias olvidaremos nuestros desengaños futbolísticos. En otros países no podrán cambiar la cara de la eliminación.
Antolín Castro
Existen, como saben, ocho países donde se dan toros y no será fácil que acaben con la Fiesta Brava.
Cierto es que insisten en ello desde fuera y desde dentro… desde dentro son más rotundos en el daño aunque disimulen diciendo que no, que nunca hemos estado mejor, que se torea como nunca, etc., pero vean que hablamos de Fiesta Brava, no de toreros guapos o cualquier otro calificativo.
Son los toros quienes sostienen, y han de sostener, esta fiesta secular que tantas generaciones han amparado. Los toros son el fundamento del arte de torear, sin ellos nada es posible, ni siquiera la vocación profesional de torero podría subsistir. La de aficionados siempre se le podría dar rienda suelta a través de los videos y la literatura, pero la actividad profesional no será posible sin toros.
Poco se cuida al toro, a los encastes, y es por ello que cunda el pesimismo en cuanto a la continuidad. Las figuras, base de cuantos carteles adornan la temporada huyen como del fuego de las ganaderías que no sean las que posibilitan sus triunfos efímeros de cada temporada. Llenan, eso es verdad, sus alforjas, pero no contribuyen a aumentar la esencia del enfrentamiento. Prefieren, llamésmolo así, la comodidad.
Esa comodidad es la que acabará con todo. Son muchas las ganaderías que han sucumbido al ‘canto de sirena’ que supone la elección de las figuras. Cuando dejan de gustarles sus toros, ese mercado se les hunde a los ganaderos. Algo tan frecuente que no es necesario dar nombres, si acaso uno para que sirva de ejemplo: Núñez del Cuvillo. Codiciada como pocas hace unos años, ahora la matan los de la segunda fila. En consecuencia, se acabó la cotización al alza. Y como ésta hubieron un montón.
Las ganaderías que van por libre, siguen su camino, no precisan de las figuras, pero tienen que hacer muchos equilibrios para mantenerse a flote.
Ya será el momento de profundizar en las preferencias de los llamados figuras, pero hoy, en plena fiebre futbolística, por aquello del mundial de Brasil, que en esta semana verá sus partidos finales, la suerte para todos los países taurinos es que siempre, y de momento, nos quedarán los toros. Qué haríamos de lo contrario?
Tanto España, la última campeona del mundo, como las demás selecciones en cuyas tierras existe la fiesta brava han sucumbido, han sido eliminadas. De ocho tierras taurinas, seis participaron en en la fase final del mundial y las seis ya se han ido a casa. Tres europeas, España, Portugal y Francia, y tres americanas, México, Ecuador y Colombia.
Por suerte, aún siendo aficionados al fútbol y apenados por la eliminación de nuestras selecciones, siempre nos quedarán los toros. Pamplona en España y Ceret en Francia son las citas más próximas. Con las dos ferias olvidaremos nuestros desengaños futbolísticos. En otros países no podrán cambiar la cara de la eliminación.
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