la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 30 de abril de 2024

Facundo Cabral. 30 abril 2006 / por Pla Ventura

 


"..Yo que no soy una excepción en nada, guardo un recuerdo imborrable de aquel 30 de abril de 2006 porque, de forma inesperada, un amigo querido, a la sazón, famoso en todo el mundo, Facundo Cabral actuó para nosotros en Ibi. Han pasado casi cuatro lustros y, Cabral sigue tan vivo junto a nosotros como aquel día citado.."

30 abril 2006
Pla Ventura
Toros de Lidia/30 abril, 2024
Todos los seres humanos llevamos fechar marcadas en nuestro corazón, unas por la alegría que nos dieron en su momento y, otras, sin duda alguna, de carácter dramático pero, tanto unas como otras forman parte de nuestra vida. Yo que no soy una excepción en nada, guardo un recuerdo imborrable de aquel 30 de abril de 2006 porque, de forma inesperada, un amigo querido, a la sazón, famoso en todo el mundo, Facundo Cabral actuó para nosotros en Ibi. Han pasado casi cuatro lustros y, Cabral sigue tan vivo junto a nosotros como aquel día citado.

Llevaba varios años sin pisar suelo español el cantor argentino, pero, en aquel año fue requerido por el periodista Jesús Quintero para hacerle una entrevista en su programa el Loco de la Colina, algo que Cabral aceptó de forma muy gustosa. Claro que, lo que yo o sospechaba era que, Facundo, a su llegada a España me llamaría para comunicarme que le hacía mucha ilusión cantar para mí; así de bello, como así de hermoso. Quedé petrificado ante su llamada, pero, a su vez era consciente de que era una oportunidad única en la vida, algo que, de no ser en aquel momento, jamás ocurriría. Lo peor de la cuestión es que andábamos muy justos de tiempo. Un evento como el citado no es cuestión baladí y, los preparativos tenían que ser exactos, nada podía fallar.

Venía Facundo Cabral para cantar junto a nosotros y lo hacía tras sus últimas actuaciones en el teatro Bellas Artes de la ciudad de México D.F. y, previamente, en el Lincon Center de Nueva York, no eran cuestiones de broma, lo que certificaba que venía un artista muy grande para cantar en Ibi. Teníamos claro que, el cantor más grande de Hispanoamérica y posiblemente de todo el mundo, vertería su arte junto a nosotros.


Y pudimos llegar a este punto porque, quien suscribe, tuvo la dicha de conocer a Facundo Cabral en Madrid en el año 1994 en que, junto a Alberto Cortez, estaba de gira por España con aquel concierto que titularon “Lo Cortez no quita lo Cabral”. Por cierto, un éxito tremendo en todos los teatros que actuaron. En aquella fecha otoñal del año citado, encontrándome en Madrid acudí al teatro Reina Victoria en la que actuaban los artistas citados. Salí anonadado de aquel teatro, hasta el punto de que entré en el camerino para saludar a Cabral y presentarme como admirador suyo. Me recibió encantado y, tres segundos más tarde habíamos firmado un tratado de amistad que duró hasta la muerte del astro argentino.

Y por eso razón, cuando Cabral vino a España para entrevistarse con Jesús Quintero, no dudó en ponerse en contacto conmigo para dar un concierto junto a nosotros. Allí, en el teatro Salesianos tuvo lugar el evento que, para nuestra suerte, conmovió a propios y extraños porque, nosotros, como les sucedía a otros muchos pueblos, no sabíamos de la grandeza de Facundo Cabral que, para su suerte recorrió ciento sesenta y cinco países difundiendo su arte. Si de artistas hablamos, con Cabral puedo dar fe que aquí, al respecto, tenemos que hablar de un antes y un después de que viniera Facundo Cabral que, con su guitarra, canciones, aforismos, chanzas y sentencias de la vida misma, nos extasió por completo.

Fue tanta la eclosión de arte aquel día señalado que, desde el ayuntamiento me pidieron que inmortalizara aquel día en un librito como recuerdo imborrable que certificara el paso de Cabral por nuestro pueblo. No lo dudé un segundo y ahí nació La Magia de Cabral como, a su vez, cinco minutos más tarde creamos la página Web en que difundíamos a diario la obra del maestro, no en vano, cuarenta personas esparcidas por el mundo se nos ofrecieron para hablar de Cabral, digamos que, unidos todos, ser los antólogos de su obra, algo que hicimos durante varios años hasta que, un maldito día, 9 de julio de 2011, unas balas asesinas acabaron con su vida en Guatemala.

Referente a lo que fue su viaje desde Madrid hasta nuestro pueblo, recuerdo que no había trenes desde la capital de España hasta Alicante y, tuvimos que recogerle en Albacete y a bordo de un taxi llegamos hasta Ibi. El viaje me resultó interesantísimo porque lo que yo no sospechaba era que, Cabral se pasaría le trayecto preguntándome sobre mi “especialidad” los toros. La cena del 29 de abril resultó un primor, hasta el punto de que aquello se demoró hasta las cuatro de la madrugada, algo muy lógico y normal cuando se juntan unas personas para dialogar sobre lo humano y lo divino. Recuerdo que yo estaba como flotando, no podía comprender que, algo tan bello me estuviera sucediendo a mí, un ser humano humilde por naturaleza pero, de ahí emanaba la grandeza de Facundo Cabral que, como a mi me sucediera, jamás preguntó a sus amigos si eran ricos o pobres; para él, eran sus amigos y con eso bastaba y sobraba.

Tras aquella apoteósica actuación junto a nosotros, Facundo Cabral se marchó con la felicidad de haber cantado junto a su amigo que, al final del concierto dijo: 

“Le quiero agradecer al amigo Pla Ventura que me ha permitido cantar para ustedes” 

Fijémonos en la calidad del personaje, para colmo, hasta me daba las gracias en algo que, como dije, él se me había ofrecido. Así son los grandes personajes que he conocido entre los que, Facundo Cabral sigue siendo el primer referente en toda mi existencia. El argentino, tras su regreso a su país, a diario, se entretenía mirando la página que desde España habíamos creado en su honor en que, además de textos y fotos, la señora Saitanlua hacia a diario videos sobre Cabral, algo que conmovía al cantor, razón por la que, siempre que hablábamos me decía: 

“Ustedes, desde España son mis mejores antólogos, no sabía que una actuación en un pueblo español me iba a reportar tanta felicidad”

Hicimos lo que Dios nos dio a entender porque el arte de Cabral y categoría humana eran acreedores de todos los agasajos habidos y por haber. Que Dios le tenga en su gloria tras haberle arrebatado su vida unas balas asesinas. Nosotros, por nuestra parte, seguimos gozando de su obra y disfrutando de su leyenda, justamente, la que nadie podrá borrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario