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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 4 de julio de 2022

Bandera invertida / por Eduardo García Serrano


"...para una monarquía de lacayos y mayordomos bien mandados y para un reino cuyo gobierno se muestra ante el mundo con la Bandera invertida para que nadie dude de que la España del Museo del Prado, de Toledo y de El Escorial se ha rendido y mendiga limosna financiera y militar para que el enemigo la defienda de sí misma. ¡Pobre España, tan lejos de Mülberg y de Breda y tan cerca de la OTAN y de la UE!..."

Bandera invertida

Eduardo García Serrano
El Correo de España / 3 Julio 2022
España ha organizado el guateque de los condotieros de la OTAN con la eficacia de los lacayos y la pulcritud de los mayordomos decimonónicos. Bajo la Bandera invertida en la claudicación de Pedro Sánchez, la que fue reina de los platós del Komintern de TVE, que hoy señorea las alfombras de Palacio con el gesto agrio de una fräulein prusiana, ha llevado de excursión a las mujeres de ambos sexos, que de todo hay en los emparejamientos y coyundas de los líderes de la Agenda 2030, a la sazón, todos ellos, cabos tomateros del Ejército USA.

Desde las alpargaterías fashion del Barrio de Salamanca al Guernica de Picasso, con tentenpiés delicatessen de cocineros que se creen Fidias o Miguel Ángel, todo ha sido un cacareo de pasmo y de mohínes de asombro a los que la fräulein Letizia respondía esbozando una sonrisa metálica en ese rostro suyo que es como un pikelhaube, el célebre casco alemán coronado por un pincho que no era ornamental, sino para eviscerar al enemigo en el cuerpo a cuerpo.

Se los ha llevado a La Granja de San Ildefonso a ver a pacíficos artesano soplar vidrio, pero no a visitar El Escorial, esa oración en piedra símbolo del poder universal de España. Les ha hecho posar con sus sonrisas de ¡patata, patata...! frente a Las Meninas de Velázquez, ese maravilloso cuadro lleno de enanos y de bufones que hay que contemplar desde las leyes de la óptica para ver cómo en el espejo del fondo se desmoronaban ya los muros de la Patria mía, la Universal Monarquía Hispánica en la decadencia de los Austrias. No se los llevó de la manita a posar frente al bosque de picas de los Tercios Viejos en la Rendición de Breda, cuadro en el que España iza al vencido sin arriar el orgullo de la victoria. No. Tampoco les invitó a posar frente al victorioso César Carlos en Mühlberg, de Tiziano. No, demasiado imperialista para una monarquía de lacayos y mayordomos bien mandados y para un reino cuyo gobierno se muestra ante el mundo con la Bandera invertida para que nadie dude de que la España del Museo del Prado, de Toledo y de El Escorial se ha rendido y mendiga limosna financiera y militar para que el enemigo la defienda de sí misma. ¡Pobre España, tan lejos de Mülberg y de Breda y tan cerca de la OTAN y de la UE!

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