"...ver esa cola inmensa de gentes para adquirir sus localidades, ello me llena de gozo pero, me satisface mucho más que se haya descubierto el fraude que propició aquella rata de alcantarilla que anidaba en política, como tantos y tantos cobran sueldos astronómicos metidos en la política pero, lo cobran para odiar a España, romper la Constitución, odiar al Rey, quemar banderas y apoyar a criminales y separatistas. diga es poco; pero nadie dijo la verdad..."
Pla Ventura
Toros de Lidia/9 agosto, 2023
La foto que mostramos de la enorme cola de personas para sacar una entrada a los toros en Gijón, dice más que tres millones de palabras. Ha cambiado el gobierno de la ciudad y, los toros vuelven a ser santo y seña en la plaza de El Bibio. O sea que, la plaza no presentaba desperfecto alguno en su estructura como nos quiso colar aquella señora apestosa llamada Ana González pero, a su vez, los hechos han demostrado que Gijón estaba en manos de una dictadora asquerosa que, por fin, las urnas la han mandado a la mierda que es el lugar que le corresponde.
En su momento, cuando la indeseable citada cerró el coliseo, nadie rompió una lanza a favor de los toros. Así, en tono bajito, como quien no quiere la cosa, decían que se habían prohibido los toros en la ciudad asturiana pero, sin entrar en más detalles. Si el mundo de los toros, en lo que se refiere a sus protagonistas está muy mal, no hablemos del periodismo que saldremos todos manchados y no de agua precisamente.
Por lógica, sentido común, coherencia y tres mil valores más, me posicioné rotundamente contra dicha señora –lo de señora me parece demasiado eufemístico- porque desde lejos se comprobaba que, el cierre de la plaza de toros no era otra cosa que la puta revancha que se toman los sociatas contra todo aquello que no les gusta y, a la tan González, los toros le repateaban. ¿Qué hacer? Lo que hizo. Ejercer la dictadura a la que nos somete la izquierda y, por su capricho, cerrar la plaza. Eso sí, que nadie lo olvide, presionando a un arquitecto para que firmara el estado de ruina del inmueble y, de tal modo, legalmente, nadie podría acusarla de nada; es la táctica de los dictadores de izquierda que lo tienen todo atado y bien atado. Y estas gentuzas siguen criticando a Franco cuando, como sabemos, el general era un triste aficionado si de dictaduras hablamos.
Insisto, ver esa cola inmensa de gentes para adquirir sus localidades, ello me llena de gozo pero, me satisface mucho más que se haya descubierto el fraude que propició aquella rata de alcantarilla que anidaba en política, como tantos y tantos cobran sueldos astronómicos metidos en la política pero, lo cobran para odiar a España, romper la Constitución, odiar al Rey, quemar banderas y apoyar a criminales y separatistas.
Estaba claro que, Gijón quería toros; otra cosa muy distinta es lo que pasó en Tenerife que, en un momento determinado la gente dejó de ir a los toros, no les interesaba el espectáculo y se cerró la plaza; si la gente no le interesaba dicho espectáculo, el mismo se clausuró solito. Repito, no es el caso de la ciudad asturiana que, desde siempre, dicha feria ha tenido un gran resplandor como feria norteña, incluso mucho más que en Bilbao porque, mientras en la capital vizcaína la gente no acude en masa a los toros, en Gijón ocurre todo lo contrario y, una estúpida, en su momento les arrebató las ilusiones a los asturianos.
Claro que, como alguna vez dije, la tal Ana González no debió ser una “santa” y como se demostró, ni siquiera tenía el apoyo de su amo en Madrid, lo digo porque no se presentó a las elecciones, para dicha de los gijoneses. Bastante daño hizo en los toros y, si en todas las demás actividades de la ciudad optó por el mismo sistema, está claro porque ha sido defenestrada. Lo cierto y verdad es que, taurinamente, Gijón ha recuperado su ilusión por su feria taurina en la que, por ejemplo, El Juli mata seris toros en solitario, un hecho que nos viene a demostrar la grandeza de dicha feria.
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