DAVID LUGUILLANO:
Un artista reivindicando su arte
"...La ilusión...esa es la fuerza interior con la que vivimos los toreros; que no soy solo, casos como el mío los hay a puñados; pero es ahí donde tenemos que dar la talla para demostrar que, los toreros, en nada nos parecemos al resto de las profesiones del mundo..."
Parece que fue ayer pero casi que han pasado los primeros cinco lustros como matador de alternativa de un artista vallisoletano que, sigue reivindicándose con su propio arte, se llama David Luguillano y sigue tan ilusionado como el primer día que se vistió de luces. Como él confiesa, la tarde de su alternativa, cuando el maestro Roberto Domínguez le invistiera como matador de toros en su ciudad natal, Valladolid, dicha fecha vive dentro de su corazón, no en vano, aquel día empezó todo.
En tantos años, David Castro, ha tenido una trayectoria ejemplar; sus triunfos se sucedieron día tras otro, país por país y, por encima de todo, mediante su arte nacía su leyenda. Digamos que esa aureola que solo los toreros artistas son capaces de crear y, pese a todo y pese a todos, Luguillano sigue siendo un artista. Si de expectación hablamos, el diestro vallisoletano la ha creado como nadie; ante todo, porque a nadie dejó indiferente. Su figura, en cualquier ruedo del mundo era -lo sigue siendo- sinónimo de arte.
Los últimos años de su vida no han sido todo lo prolijos que él hubiera querido pero, su fuerza de voluntad, su deseo inquebrantable por seguir siendo artista, le han permitido seguir en su impenitente lucha por continuar demostrando su categoría como artista. La última prueba no ha sido otra que su gran éxito en Ajalvir que, pese al frío y demasiadas connotaciones contradictorias, David Castro superó la prueba con éxito.
-Por cierto, David, hablando de Ajalvir, como si de un milagro se tratase, el empresario se acuerda de ti, te contrata y tú respondes a las expectativas creadas con un gran éxito. Siendo así, ¿por qué dejaron de contratarte?
Esa es la pregunta que yo me hago una y mil veces. No soy ningún advenedizo; son casi 25 años de alternativa habiendo pisado los ruedos más importantes del mundo, habiendo creado páginas muy bellas respecto al arte pero, ya se sabe, en el mundo de los toros es todo tan imprevisible que, sin saber las razones, hoy estás arriba y mañana te dejan sumido en el ostracismo.
-Con la mano en el corazón, ¿te sientes culpable de tu situación?
Por supuesto que no. Acepto las vicisitudes que se han dado en mi vida, pero de ahí a sentir culpabilidad por algo me parece abismal. Hago un ejercicio de memoria y, la última vez que toreé en Valladolid, por decirte una plaza amada, triunfé y no me contrataron más. No tengo conciencia de haber acumulado fracasos como para que dijeran, ése que no vuelva más.
¡Muy bien por el torero, por David Luguillano!.
ResponderEliminarSerá toreo siempre y NO IMPORTA LA EDAD, si él se siente capaz ADELANTE .
Me gustaría verlo torear hasta que el quiera.