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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 10 de mayo de 2014

Primera de Feria. La hombrada de Abraham Neiro “El Algabeño” / Por José Ramón Márquez


La hombrada de la tarde
Abraham Neiro “El Algabeño”

"...¿Y eso es todo? No. Hubo un torero. Abraham Neiro “El Algabeño” que dio una lección de torería y de pundonor. Banderilleando al quinto..." 


José Ramón Márquez
El día que compré las entradas para la Feria de San Isidro, al llegar a casa las eché a un cajón tal y como me las habían dado y ahí han permanecido tal cual hasta el día de hoy en que fui a cortar la correspondiente al festejo número 11 de lo que llevamos de temporada. Cual no será mi sorpresa al descubrir que el papel en que están impresos los boletos es de una extremada finura, de un gramaje levísimo, como si la entrada estuviese impresa en papel Bambú o papel Smoking de cuando se fumaba caldo de gallina. Inmediatamente voló mi agradecimiento al impar Abella, conocido por sus prosélitos como Abeya, al reconocer aquí también su mano benefactora en este denodado esfuerzo por aliviar de peso a los sufridos abonados, muchos de ellos personas vetustas que andan mal de las piernas, para los que esos gramos de menos en el peso de las entradas pueden significar un gran alivio.

Y henchido de agradecimiento hacia mi catalán favorito, parto hacia Las Ventas pleno de ilusión por la fantástica corrida de toros que nos habían programado para empezar la llamada Feria de San Isidro en la llamada Primera Plaza de Toros (de Pueblo) del Mundo. Podían haber empezado la feria con una de Guardiola, o del Partido de Resina, digo, pero los beneméritos empresarios que se agrupan bajo la razón social de Taurodelta, S.A. para iniciar la que ellos mismos, sin falsas modestias, tildaron de “la mejor de su era”, optaron por adquirir una corrida de...¡¡¡Valdefresno!!!: he aquí, pues, a los queridos lisarnasios salmantinos que llevan el hierro del Puerto de San Lorenzo (de San Lisarnasio), pero con una pequeña uve encima, y esta tarde además de luto por el amo.

El día 13 de abril, Domingo de Ramos, nos agasajaron con los tontibobos del Puerto y para que no haya celos en la familia, que los carga el diablo, hoy 9 de mayo nos han traído a sus primitos, para que veamos cómo van evolucionando los atasardios en unas u otras manos. Si los del Puerto pulsearon las teclas del famoso aria ‘más tontos que pichote’, los Valdefresno han ido más bien por la cosa melódica de ‘menuda escalera, tapada por esos cuernacos enfundados’.

Corrida muy contemporánea en comportamientos, principalmente muy descastada y blandorra, en la que, a lo mejor, si alguno de los toreros hubiese pensado un poco en el toro, es posible que se hubiese visto torear algo. No pudo ser y entre idas y venidas, sustos, revolcones y extravagancias se fue la tarde. Hasta hubo un toro, el quinto, Buscatodo, número 116, que a las claras demandaba un poco de cariño: “¡Trátame bien!, ¡Dame distancia!” le decía a su matador, y el otro, erre que erre en lo suyo: el inmundo pico, el fueracacho reglamentario, el reponer o no reponer -es que estas palabras nuevas las quiero ir incorporando, pero no sé aún muy bien lo que significan–, y ahí, seguida, toda la inmunda basca de la tauromaquia sin sentido de todas las tardes, de todas las Plazas. El toro no tenía malas intenciones, pero el torero había venido a hablar de su libro.

El torero del libro que iba a lo suyo pasando a mil por hora del toro y de sus condiciones era Daniel Luque -cuyo padre en cierta ocasión me invitó a un café–, con lo que ya tenemos la tercera pata del recuelo de esta corrida, que es preguntarnos qué tiene Luque para que vaya a todas partes, para que le hayamos visto tantísimas veces sin haber ido a verle a él ni una sola de ellas. El otro día tomó en Zaragoza la sustitución del M. de la Puebla, que andaba malito de no sé qué; ayer estuvo en Sevilla, hace tres o cuatro días, lo mismo... He aquí a este Luque de la Marmota, que siempre aparece; hoy con un vestidito blanco adquirido en algún outlet. Cuando menos te lo esperas, se pone muy circunspecto como para dar sus aclamadas verónicas –¡qué capote tiene Luque! –, y es que así no puede darlas de aquellas buenas que nos gustan, porque lleva el hombre en las manos más tela que todo el velamen del Juan Sebastián Elcano cuando dobla el Cabo de Hornos.

Los otros de la tarde fueron David Mora, que anduvo por allí, y Diego Silveti, que lo mismo, pero con más porrazos en el cuerpo y más manchas en el vestido. Ni torean, ni matan... ¿qué quedrán? La verónica que se esperaba de Luque la dio Mora y las canónicas manoleras o bernarderas –esa nefasta herencia que nos ha dejado el Héroe de Juriquilla– le valieron a Silveti para andar con los pies por alto y asustar a los más impresionables.

¿Y eso es todo? No. Hubo un torero. Abraham Neiro “El Algabeño” que dio una lección de torería y de pundonor. Banderilleando al quinto, al tal Buscatodo, en el primer par el toro le espera y él apura el cuarteo por el pitón izquierdo, saliendo de la reunión de manera muy ajustada y dejando un solo palo. En el segundo par, bien enterado el torero de las condiciones del toro, entra por el mismo pitón, el toro le espera de nuevo, y él vuelve a forzar el cuarteo para ganar la cara del animal; entonces, simultáneamente, cuando está clavando arriba el toro le lanza el derrote a la pierna encunándole por la corva y lanzándole al suelo, de donde se levanta sin herida. Hay tal decisión en ese segundo par, tal asunción libre del mayor riesgo por la guapeza torera de hacer las cosas bien, que este hombre vestido de negro y plata ha dejado bien alto el honor de la coleta, cosechando la única ovación cerrada y sincera que se ha dado en la Plaza de Toros de Madrid en esta primera tarde de feria.

***

6 comentarios:

  1. Naturalmente ,esta crónica no tendría cabida en los denominados medios,-aunque ya van por menos de cuarto y mitad- referido en este caso a los toros ,que es de lo que trata lo escrito (y muy bien) por D. José Ramón Márquez, al que me encantaría invitar a media botellita en la renovada y renacida Bodeguita de San José, en pleno Arenal de Sevilla,que él ha frecuentado alguna vez.

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  2. ¡Qué buenas charlas en la Bodeguita San José, con los vencejos revoloteando! Ahí J.M. me presentó a Guardiola.
    Un saludo, JRM.

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  3. Pero franmmartin usted también está con los "recortes", y no puede ser una botelita entera.

    Clavelitos

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  4. Amigo J.R.M. pués la han puesto de lujo y el amigo Nicolás tras la barra,está más en forma que nunca.Sigue en pié la oferta.
    Un saludo

    Amigo Clavelitos lo de la media botellita es una figura retórica para no levantar sospechas.Con gusto le invitaría a una entera.
    Un saludo

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  5. Estimado franmmartin, ya se que es una forma de decir lo de la “media botellita”. Antes de seguir te voy a llamar Fran y te voy a tutear, siempre desde el respeto que una persona mayor que yo me merece.

    Fran, hace una hora he llegado a casa he cumplido con mi costumbre tradicional del sábado de feria, que es darme un paseo por la calle del Infierno y montarme en el tren de miedo, en esta ocasión me han pegado un escobazo que me han dejado morao, tanto es así que me fui a la caseta de mi amigo Hierbabuena y me he puesto morao de manzanilla. Fran, tengo que decirte (y está mal que yo lo diga) que esta noche iba hecho un primor, olía de una forma especial, propio del mes de mayo en Sevilla. Todas las clavellinas tras de mi hasta el Real de la Feria.

    Fran, llevo muchos años sin ir a Sevilla pues solamente me muevo por Triana, pero tengo que decirte que siempre que iba a Sevilla solía hacer una visita a la Bodeguita San José y degustar su gamba blanca y su exquisita tortilla. La última vez que estuve que hará unos 10 años había estado antes en el Bar Arenal que hace esquina Antonia Díaz con Arfe, y allí tome varias manzanillas con mi amigo Ventura, el que fuera alguacilillo de la Maestranza, Ventura, el “bigotes” como yo le digo, me puso unos ejemplares de mejillones y un bonito en escabeche que te entraba unas ganas de llorar que lo mejor que pude hacer es acercarme a la Bodeguita San José, que fue donde debido a la elevada tasa de alcohol que llevaba cuando entre en los amplios aseos de la bodeguita no supe salir, o sea que me perdí.

    Y hablando de perderse voy haber si me decido a perderme por Sevilla la próxima semana y hacerle una visita a mi buen amigo Antonio Donaire del Restaurante Puerta Grande.

    Fran ha sido todo un placer entablar unas letras contigo.

    Saludos cordiales de tu amigo Clavelitos.

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  6. Una vez visto que lo de Fran y el tuteo parece no hacerle demasiada gracia al margen de la cierta o falsa homosexualidad volveremos a los principios, es decir, a franmmarttin y al usted.

    Una vez dicho esto y con la duda del entuerto de “mi costumbre tradicional del sábado de feria” y no saber interpretar por su parte lo ficticio de la verdad sobre mi cierta o falsa tendencia de mi “mariposeo”, y sabiendo que usted es un “hombre cabal, inteligente y por tanto modesto”. Este entrecomillado son las mismas palabras que usted le dedicaba al Sr Sánchez Mejías el 18 de abril de 2010 en un comentario que usted pensaba o creía que no pudiera gustarle a la persona que ejercía la crítica en ABC.

    Usted señor franmmartin quizás no ha sabido comprender el sentido irónico de mi comentario, cosa que me sorprende grandemente siendo los dos andaluces y sabiendo de la idiosincrasia nuestra a la hora de meternos en un personaje. De cualquier forma le pido disculpas si en algo le he podido molestar.
    Lo único que he tratado ha sido adornar mi seudónimo que se adapta muy bien a la imagen que de el doy.

    Saludos

    Clavelitos

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