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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 24 de septiembre de 2018

Si aún hay Liga es gracias al VAR / por Juan Manuel Rodríguez



Si hoy podemos hablar de una Liga igualada y con Barça y Real Madrid empatados a puntos en lo más alto de la clasificación es porque existe el VAR. El año pasado a estas mismas alturas el Barça le sacaba 7 puntos al Real Madrid, al que dejaron de pitar en tres partidos al menos cuatro penaltis claros que habrían supuesto 9 puntos. 

Si aún hay Liga es gracias al VAR

Una gran paradoja es que, al final del partido contra el Girona, Luis Suárez, que es el futbolista del mundo más beneficiado por la abulia arbitral, publique a través de su cuenta de Twitter un #contratodos. El uruguayo va a sufrir con las nuevas tecnologías aunque él, que es muy listo, suele refugiarse para pasar inadvertido en zonas del campo por las que en ese momento no circula el balón. A Busquets tampoco le gusta el VAR o, para ser exacto, no le gusta este VAR, un VAR que pille in fraganti a Lenglet golpeando adrede con el codo a un jugador del equipo contrario. A Busquets le gustaría mucho más un VAR intermitente, un VAR de quita y pon, un VAR que mirara hacia otro lado con el Barça y de frente con el resto de equipos, y especialmente con el Real Madrid.

Si hoy podemos hablar de una Liga igualada y con Barça y Real Madrid empatados a puntos en lo más alto de la clasificación es porque existe el VAR. El año pasado a estas mismas alturas el Barça le sacaba 7 puntos al Real Madrid, al que dejaron de pitar en tres partidos al menos cuatro penaltis claros que habrían supuesto 9 puntos. En la temporada anterior al Real Madrid tardaron 13 jornadas (¡13!) en pitarle el primer penalti, y no porque no se los hicieran, no, sino porque los árbitros españoles son muy malos. Este año siguen siendo igual de malos pero a los de arriba, a los del VAR, que son tan malos como los de abajo, no les queda más remedio que avisar cuando ven alguna jugada dudosa. A Benzema quisieron anularle el 2-1 contra el Getafe y, de no ser por el VAR, el gol de Asensio del sábado pasado no habría subido al marcador.

Es comprensible que al Barça no le guste el VAR porque lleva 10 años disfrutando de un extraordinario momento de forma arbitral. Es comprensible que Piqué se las tenga tiesas con Gil Manzano, que es malo como carne de pescuezo, y que Messi le deje con la mano colgando (por cierto: ¿qué hacía el árbitro yendo a saludar al argentino?) al final del partido.

Creo recordar que Lenglet ha sido el segundo futbolista del Barça expulsado en tres años, ¡el segundo! Lo que querría Busquets es que en el VAR manipularan sobre la marcha las imagenes, borraran la realidad y su equipo siguiera adelante. En 5 jornadas de Liga, sólo en 5, el VAR ha impartido la justicia por la que venían clamando desde hacía tiempo todos los adversarios del Barça, y con especial ahínco aquel que puede competir más directamente con los culés por el título, el Real Madrid. Si aún hay Liga es gracias al VAR.

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