Concretamente en un balconcillo de la andanada de sol, lugar que ocupan las peñas, esta vez sin rechistar. Y otra enseña nacional más en una barandilla de sombra.
No hubo reacciones, ni a favor ni en contra. Algo muy bueno, ya era hora, para tener la "fiesta" en paz más allá de los pitidos habituales en el día de San Fermín al aparecer en la presidencia como es tradición la máxima autoridad municipal, en este caso la alcaldesa. Y dos pancartas de lectura rancia pidiendo la vuelta de los presos terroristas a casa. "Presos que no son más de ocho", dijo alguien que también valoro "lo" de la bandera con un "hay que tener dos cojones para ponerla ahi. Dos o, mejor, tres".
Fueron los detalles sobresalientes de la tarde. En lo taurino, nada.
No se entendió Rafaelillo con el que abrió plaza, que tuvo un pitón derecho más fácil de lo que él dio a entender. El cuarto, un buen toro, moviéndose y con clase. Mas de nuevo anduvo Rafaelillo con las ideas confusas. Oportunidad perdida.
Escribano puso banderillas con soltura a su primero, al que muleteó sin reposo, dejándose escapar las posibilidades de un buen pitón derecho. Volvió a tomar "los palos" en el quinto, esta vez con muchos aspavientos y poca resolución. Otro toro bueno, moviéndose con ritmo y humillación. Y nuevo patinazo de Escribano, en plan pegapases, sin decir nada.
Valadez tampoco lo vio claro en un primer trasteo tan largo como insulso, al que quiso dar contenido en el tramo final a base de unos rodillazos que tampoco fueron a ninguna parte. Y como colofón, un soberano bajonazo. Ya en el último, toro igualmente con notables posibilidades, desplazándose y dejando muchos desahogos, tampoco fue capaz Valadéz, tropezándose mucho los engaños.
Está claro que las injusticias en el toreo vienen a veces de los propios perjudicados.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de La Palmosilla, bien presentados y muy toreables, sobre todo los tres últimos.
Rafael Rubio "Rafaelillo": estocada (silencio); y pinchazo y estocada (silencio).
Manuel Escribano: cinco pinchazos y descabello (silencio); y pinchazo y estocada defectuosa, y seis descabellos (silencio).
Leo Valadez: bajonazo (silencio); y estocada y tres descabellos (silencio).
La plaza se llenó "hasta la bandera".
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