la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 6 de julio de 2023

Caudillo Sánchez, malus malignus /por Pla Ventura

 

"...Se trata, sin duda alguna, del mejor libro que ha escrito la señora Díez en torno a un personaje nefasto de nuestra actual política. Un tipo al que todos creíamos como un ególatra, narcisista y tres mil calificativos más que podríamos añadirle pero que, a tenor de lo narrado por dicha señora, todo aquello que queramos imputarle al sujeto aludido, todo será poco para combatir la maldad de este ser apestoso..."

Caudillo Sánchez, malus malignus

Pla Ventura
Toros de Lidia/6 julio, 2023
No podía definir mejor Rosa Díez al tipo que tenemos al frente del gobierno puesto que, lo de Caudillo Sánchez, le viene como anillo al dedo. Le faltó añadirle el apelativo de malus malignus. Se trata, sin duda alguna, del mejor libro que ha escrito la señora Díez en torno a un personaje nefasto de nuestra actual política. Un tipo al que todos creíamos como un ególatra, narcisista y tres mil calificativos más que podríamos añadirle pero que, a tenor de lo narrado por dicha señora, todo aquello que queramos imputarle al sujeto aludido, todo será poco para combatir la maldad de este ser apestoso que, su único objetivo era el poder y, lo logró. ¿De qué manera? Esa es la cuestión.

Por ello, para responder a la gran pregunta, Rosa Díez nos da los detalles en su libro que, si en vez de ser un documento escrito, lo que cuenta lo pudiera decir en alguna que otra televisión, ya tendríamos la certeza de que dicho personaje estaría en el infierno de la política pero, ¿quién es el valiente que deja hablar a Rosa Díez para explicarse al respecto? ¡Nadie! Esa es la gran tragedia de todo aquel que pretende vender la verdad en el mundo de la política puesto que, si de izquierdas hablamos, la mentira, la corrupción, la destrucción y el fanatismo más exacerbado tiene cabida en cualquier medio televisivo pero, insisto, si se trata de alguien nos cuente la verdad se le veta de inmediato.

Rosa Díez, que como sabemos, en su momento militó en el PSOE y fue expulsada por decir la verdad, sencillamente porque ella entendía el socialismo al estilo de Joaquín Leguina, Paco Vázquez, José Luis Corcuera, Juan Alberto Belloch que, por cierto, ha escrito un libro contándole al mundo las miserias de un canalla como el citado, y otros muchos hombres de izquierdas que, como primer fundamento, era la nación, luchar para que el país tuviera un estado de bienestar y prosperidad pero, llegó Zapatero en primera instancia y desmanteló el “chiringuito” haciéndole creer a la gente que, los valores antes anunciados eran de puro cachondeo; sí, Zapatero, aquel indeseable que nos llevó a la ruina y pero el muy apestoso seguía diciendo que España jugaba en la champións league si de economía hablábamos. Y, como es natural, de aquellos barros estos lodos. Para que entendamos la cuestión, Zapatero sigue apoyando a Nicolás Maduro y su dictadura.

Como se demuestra en el libro citado, Pedro Sánchez heredó todas las maldades de Zapatero pero, corregidas y aumentadas. Un tipo que, desde que entró en política financiado por su suegro por los negocios turbulentos que al parecer le aportan mucho dinero, nuestro caudillo actual no ha parado de asumir fracaso tras fracaso en su partido, hasta logró romperlo en mil mitades para llegar, como el mundo sabe a la presidencia del Gobierno mediante una moción de censura que nadie le había pedido y con tintes fraudulentos puesto que, su ansia de poder le llevó por dichos derroteros. Como quiera que siguiera cosechando fracasos, en las siguientes elecciones sacó menos votos que nunca antes había tenido el PSOE y, pese a ello, consiguió formar gobierno. ¿A qué precio? Estaba clarísimo. Pactando con lo peor de cada casa y rompiendo la promesa que les había hecho a los españoles diciéndoles que nunca pactaría con la basura política pero, donde dijo digo, luego dijo Diego.

Estamos ante un tipo que su odio a la derecha es irreversible; pero no solo a la derecha puesto que, él sabe la de socialistas que echó por la borda porque no estaban de acuerdo con sus políticas barriobajeras. La lista sería inmensa de todos los personajes que “degolló” porque no le lamía el culo. No estás conmigo, estás contra mí, luego, a la puta calle. Sin lugar a dudas, Rosa Díez, con su libro nos pone los pelos de punta cuando nos muestra la realidad del maldito personaje que llegó al poder con ánimo de revancha, con artimañas crueles y de tintes criminales pero que, para él, eso de mentir era coser y cantar y, como quiera que España estaba repleta de “ciegos” de los que no quieren ver, Sánchez, con sus ideas diabólicas, sabedor de la cuestión a la que aludo, le resultó muy fácil engañarles a todos; vamos, si engañó hasta sus compañeros y militantes de su propio partido, ¿qué no haría contra los demás?

Pensar que un tipo como el aludido, que pese sobre sus espaldas la definición de triada negra por maquiavélico, egocentrista y dotes de psicópata, con ello ya se puede entender todo; y si le añadimos, como explico antes, su odio feroz a lo que supone la derecha en España, todo ello, aderezado con las televisiones a las que domina y asiste desde la suya “propia” TVE, su mentira, pese a todo, tuvo un calado monumental. Su vida, como dice Díez en el libro, se basa en la mentira que, contada a diario, al final parece una verdad que, para nuestra desdicha le ha mantenido en el poder hasta la fecha. Dios quiera que el próximo 23 de los corrientes, los ciegos antes citados recuperen la visión y puedan darse cuenta a tiempo de todo lo que se nos puede avecinar; vamos que, si ganara otra vez este tipo, apoyado por la escoria que tiene a su lado, en menos que canta un gallo nos pasaba por la guillotina.

Caudillo Sánchez es el libro que todo español de bien debería de leer para no equivocarse nunca más a la hora de emitir su voto. Toda la gente lógica sabíamos de buena fuente la maldad con la que vive y reina Pedro Sánchez pero, analizado el contexto de las páginas de este vademécum irrepetible, cualquiera puede certificar que, ante dicho tipo, nos encontramos con el ser humano más repugnante que pueda haber anidado en el mundo de la política puesto que, hasta las socialistas de toda la vida han terminado odiándole, como ocurriera con Alfredo Pérez Rubalcaba que se enfrentó de lleno a Sánchez argumentándole que sus patrañas eran inexplicables y, por ende, malignas para España. ¿Solución? Sánchez acabó con Rubalcaba de un solo pluma y, tras morir, eso sí, le puso un busto a Alfredo en la sede de Ferraz. ¿Cabe ignominia mayor?

A este respecto, ¿dónde están Eduardo Madina, César Luena, Antonio Hernando, Susana Díaz y tres mil más que no recuerdo que eran sus lacayos? Querían aplicar la lógica, se pusieron contra su amo y éste les decapitó sin la menor remisión. Por cierto, recordemos que Eduardo Madina, un socialista vasco, el que sufrió un atentado de Eta, no podía estar de acuerdo con las políticas del psicópata. Madina, como los demás, a la puta calle.

Cierto y verdad que de un sicópata se puede esperar todo, desde la mentira como medio de vida, hasta la negación de sus propios compañeros a los que, como dije, “degolló” tan tranquilamente porque no pensaba como él. Hasta seis veces se presentó a la investidura como presidente porque jamás ha ganado unas elecciones pero, como tonto no es sabía que contaba con sus amigos los independentistas, los que antes criticaba con saña y, llevado el momento, se arrodilló ante ellos aunque en dicho envite fuera en juego la disolución de España como nación. ¿Y a él qué coño le importa España? Negaba hasta la saciedad que nunca pactaría con Bildu y, no es que pactara, es que les ha dado licencia para indultar criminales y asesinos. Y no te hablo de Podemos y demás bolivarianos que allí anidan, ante ellos, al igual que con todos, su única ilusión no es otra que ser presidente del gobierno y, lo logró. ¿A qué precio? Al de las destrucción de España, la hipoteca con la justicia y todas las barrabasadas que un ser humano pueda llevar a cabo.

Cierto y verdad que a Sánchez debemos de atribuirle la “genialidad” más grande que un tipo pudiera llevar a cabo, legalizó el delito y se acabaron los delincuentes, Cataluña es el primer ejemplo de ello y, después, “tres mil más”. El que quiera que lo supere.

Gracias, Rosa Díez, confiemos que los españoles se den cuenta de que, un tipo asqueroso y aberrante, enemigo de España, incluso de su propio partido que, los súbditos que tenía por debajo en las autonomías, cobardes como putas, callaban para que el amo no se enfadara. Dios quiera que, el 24 de julio, este ser maligno haya pasado a la historia como el peor reptil que vivió en la política. En nuestras manos está.

No hay comentarios:

Publicar un comentario