"...En sus tendidos se dan cita cánticos, pancartas, meriendas pantagruélicas, gritos de todo pelaje y condición sin que nadie se ofenda, ni siquiera con aquellas voces que son políticamente incorrectas. Todo vale, allá penas que los toreros se estén jugando la vida, esforzándose al máximo o toreando como los ángeles. Al que está en el ruedo vestido de luces le ignoran, cuando no le faltan al respeto directamente..."
Las voces del tendido
Antolín Castro
Opinión y Toros/08 Julio 2023
Dio comienzo San Fermín y con ello toda una demostración de la fiesta en los tendidos de su plaza de toros.
Nada hay más particular ni más ajeno al propio desarrollo de la lidia y al toreo propiamente dicho que la plaza de Pamplona. Pero no pasa nada, se le considera benévolamente como la personalidad de la plaza.
En sus tendidos se dan cita cánticos, pancartas, meriendas pantagruélicas, gritos de todo pelaje y condición sin que nadie se ofenda, ni siquiera con aquellas voces que son políticamente incorrectas. Todo vale, allá penas que los toreros se estén jugando la vida, esforzándose al máximo o toreando como los ángeles. Al que está en el ruedo vestido de luces le ignoran, cuando no le faltan al respeto directamente.
Nada dice la prensa más dulzona para con los profesionales ignorados, tampoco se lanzan improperios desde los micrófonos de la televisión, todo se encubre desde esa posición menos comprometida con la defensa de los toreros. Incluso les resulta simpático.
Llama mucho la atención ese posicionamiento tan contrario con lo que sucede en Madrid, donde las voces o las pancartas van dirigidas a la defensa del toro íntegro o el toreo auténtico, que no otra cosa son las señas de identidad de esas voces discordantes de los aficionados de Las Ventas, del tendido siete en su gran mayoría.
Quizá, y sin quizá, sea precisamente que lo que denuncian en Madrid molesta en gran medida al taurinismo por lo que significa de crítica al comportamiento que exhiben, dando gato por liebre o pontificando como buen toreo lo que está adornado de todas las ventajas.
Una batería de censuras se cierne entonces sobre el ‘maldito’ siete, sin que nunca se valore que lo que intentan siempre es ejercer una defensa de la fiesta y su integridad. Con todos los defectos que le podamos encontrar, o lo inoportuno de algunas protestas, ese es el motivo que les mueve y que tanto desagrada a los que viven de la fiesta, o la quieren, sin siquiera defenderla.
Dos formas de oír los tendidos, dos plazas con muy distintos comportamientos, pero llegado el momento de alcanzar el triunfo bajo el consenso de la plaza, no es comparable con los réditos que se obtendrán en una y otra. Aunque solo fuera por ese matiz o diferencia sustancial, debería respetarse muy mucho la personalidad de Madrid, tanto o más, como se hace con Pamplona.
Además, en Madrid no se menoscaba ni desprecia al torero ni a su persona, solo su comportamiento en los avatares de la lidia, mientras en otras plazas puedes escuchar ese desprecio cuando a una cuadrilla, ante las dificultades en un tercio de banderillas, se les decía con la cantidad de camioneros que hacen falta. Al parecer, es mejor eso que señalar que se está toreando con el pico.
Vivir para ver. No es igual que no es lo mismo. Lo que duele no es que griten o bailen en los tendidos, lo que les molesta es que se les exija más verdad y menos artificio, además en el aula magna de Las Ventas. Como torero preferiría mil veces que me exijan a que me ignoren. En cualquier caso, respetemos la personalidad de todas las plazas, incluida la de Madrid.
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