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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 29 de abril de 2024

Fernández de la Mora charla con Kissinger


"..Ya tenemos una democracia (Fernández de la Mora se refiere a la orgánica) que, por cierto, liberó a España de la amenaza comunista y la ha llevado a ocupar el noveno lugar en el ránking económico internacional.." (1974)

Fernández de la Mora charla con Kissinger

HUGHES
El Manifiesto/28 de Abril de 2024
El martes se cumplen cien años* del nacimiento de Gonzalo Fernández de la Mora. Sobre su obra no puedo atreverme a añadir nada a lo que hoy explican de ella en la sección Ideas tres autoridades en la materia. Sí puedo, como lector suyo de una generación posterior, dar testimonio de su olvido (olvido suyo, soledad nuestra) que si es natural en la izquierda dominante, tarda en entenderse en la derecha; hasta que se acaba entendiendo demasiado bien.

Hace poco falleció Henry Kissinger y en España se escribió lo que se escribió. Grandes palabras mereció y muchas reflexiones. Frente a tanto olvido, a formas de olvido tan densas, en esa valoración española de Kissinger hablaba la historia. Una vía quedó muerta, y algo se proyectó triunfante sobre ella.

En sus memorias, Río arriba, Gonzalo Fernández de la Mora cuenta su conversación con el diplomático con motivo de su visita a España en 1970 acompañando a Nixon.

Kissinger, observador o más bien avizorador, se fijó tras la cena de gala en el ministro más joven y se animó a charlar con él. Transcribo a continuación la conversación tal como viene en el libro:

—Franco ya ha cumplido su misión y corresponde a los de su generación lograr que se retire y deje paso a la democracia.

—Ya tenemos una democracia (Fernández de la Mora se refiere a la orgánica) que, por cierto, liberó a España de la amenaza comunista y la ha llevado a ocupar el noveno lugar en el ránking económico internacional.

—Me refiero a la democracia con pluralidad de partidos.

—Es el modelo que Estados Unidos ha impuesto en una buena parte del mundo con los resultados que están a la vista; por ejemplo, en África e incluso en la para ustedes cercana Hispanoamérica.

—Solo con partidos políticos se incorporará España a la vida internacional.

—Los tratados hispanonorteamericanos de 1953, reiteradamente renovados, y esta visita de su presidente, creo que son claros testimonios de presencia internacional.

—Veo que no es usted partidario de jubilar a Franco. ¿Por qué?

—Porque creo que cada año que continúe al frente del Estado nos acercaremos más a los niveles de renta de los países desarrollados. Después, lo dudo.

—Está usted equivocado. El mundo occidental, y especialmente la Comunidad Europea, los ayudarán más, y España progresará con mayor ritmo.

—Como ustedes acabarán imponiéndonos ese modelo en el que creen con una especie de fe religiosa que respeto, habrá tiempo para comprobar si se cumplen sus optimistas previsiones. Lo deseo fervientemente.

—Usted confirmará que tengo razón.

Y se estrecharon la mano afectuosamente. Hasta aquí la conversación.

Cuando en 1994 don Gonzalo escribe sus memorias y recuerda este diálogo, implantado ya el modelo kissingeriano, le ha dado tiempo a comprobarlo. En ese año, España había perdido, respecto al de la muerte de Franco, cuatro puntos de convergencia con la media  europea. «Las previsiones de Kissinger no se han cumplido, y es demasiado probable que, a medio plazo, se cumplirán cada día menos». En 2024, treinta años después, podemos confirmar que Gonzalo Fernández de la Mora sigue teniendo razón, y que es una razón incremental.

*Este artículo debería salir el martes 30, pero la profesionalidad y el sentido de lo noticioso aconsejan reservar la fecha para la performance presidencial.

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