Recordemos que, Ernest Urtasun, cuando vea la menor rendija al efecto acabará con la tauromaquia porque la odia con todas sus fuerzas, la pruebas de todo lo que ha dicho al respecto son el detonante del pánico que nos hace sentir este tipo si del mundo de los toros hablamos. Es cierto que, dentro del socialismo actual, si de toros mentamos, éstos son odiados por nuestros políticos porque se consideran defensores de los animales, todo ello sin percatarse a pensar que, justamente, el toro de lidia es el animal que mejor vive de todas las especies que pudiera haber en todo el globo terráqueo.
Ernest Urtasun, como todos los irresponsables que anidan en la maldita izquierda, debería saber que un toro de lidia vive cinco años en la dehesa a cuerpo de rey para, al final, morir como un héroe defendiendo su vida; y muere, claro está, en presencia de los aficionados que acudimos a las plazas de toros, las gallinas, los cerdos, los patos y demás animales que nos sirven para alimentarnos, todos mueren bajo la crueldad del anonimato y de forma traicionera.
Por todo lo explicado, y lo he relatado ya miles de veces, no entiendo el odio hacia esa fiesta legendaria que ha permanecido en el corazón de los aficionados durante tres siglos sin que nadie osara mancillarla y, de repente, salen unos salvadores de la patria hablándonos de la crueldad de nuestro espectáculo. Seamos serios, lo que es cruel es que haya cinco millones de personas en la más absoluta pobreza, que se blanquee a los delincuentes catalanes, que se vulneren todas las leyes habidas y por haber para que Sánchez siga en la Moncloa, todo eso si es cruel, yo diría criminal, pero, como son los caprichos de la izquierda, ¿qué coño les importa a ellos los problemas de los españoles? A estas gentuzas les interesa el poder al precio que fuere y, en el caso de los toros, un negocio que aporta miles de puestos de trabajo en España y en todos los países donde se celebren estos espectáculos, para la aberrante izquierda eso no cuenta; como todo aquello que tenga que ver con el progreso y la libertad.
Y digo que no entiendo nada porque, para colmo, el verdugo de la tauromaquia actual, de repente, en un gesto de cobardía absoluta, se presenta junto a los Reyes de España para entregar el citado premio a los legendarios hermanos Miura, la ganadería más emblemática de España, la más antigua, la más renombrada. Digamos que, dicho premio ha sido un galardón totalmente merecido, pero, insisto, ¿qué diablos pintaba Urtasun en tal acto? Nadie lo entiende. Pero si entendemos todas las personas de buena fe que, estos tipos se cargarán la fiesta de los toros, dejarán en la calle a miles de trabajadores y a muchos millones de aficionados sin el alimento del alma para todos, que no es otra cosa que contemplar el bello arte del toreo, cuando un torero se enfrenta a un toro para jugarse la vida y, a ser posible, crear la obra inmaculada que, como tantas veces sucediera, permanece en el corazón de los aficionados eternamente.
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