Cuatro preguntas a….
¿Cuándo descubrió los toros?Descubrí los toros en mi primera visita a España como estudiante y mi agenda incluía el Museo del Prado, un espectáculo de flamenco y una corrida de toros, aunque estaba convencida de que no me iba a gustar lo último. Tenía los clásicos perjuicios de que era un espectáculo cruel y que me marearía al ver las primeras gotas de sangre. No sabía absolutamente nada de la corrida pero quería verlo con mis propios ojos antes de formar una opinión. Me convertí en aficionada en cinco minutos… cuando vi salir a un impresionante animal -bravo, fuerte y poderoso- de toriles. Y el torero, elegante y valiente, lo recibió con unos lances de indescriptible belleza… No sabía que eran verónicas. Me di cuenta enseguida de que no era una barbarie como se me había contado, sino un espectáculo verdaderamente espectacular y bellísimo. Volví a la pensión donde me hospedaba en la Gran Vía y pregunté: “¿Cuándo es la próxima corrida?”
Muriel en Ávila
¿El periodismo taurino tiene el espacio que le corresponde dentro de los medios de comunicación y en las propias instituciones taurinas?
En absoluto. Y es algo que no entiendo. Me parece que los periodistas taurinos tienen que casi “mendigar” sus espacios. Repaso casi una docena de páginas en los diarios dedicadas al deporte para encontrar media columna de noticias taurinas. No me interesa el fútbol para nada –y estoy en mi derecho-, pero al estar bombardeado constantemente con el tema, sé quien es Casillas, Villa, Ronaldinho, etc. No entiendo porque no se preocupa de proteger algo que es netamente nuestro, algo español: los toros. Y sobre las instituciones taurinas en general, diría que deberían aprender algo de los mandamases del mundo del deporte que respetan y dan su sitio a la prensa escrita y gráfica.
Premio Fábula Literaria Vicente Zabala
¿De su media docena de libros cuál es el preferido y por qué?
Quiero todos por igual, como si fueran hijos míos. Tal vez porque se dedica tanto tiempo y tanta ilusión a cada uno de ellos.
La mujer en el mundo del toro, aparte de ser el primero en el que vi mi nombre en la portada, me enseñó mucho sobre mi propio lugar en el mundillo taurino.
Los dos tomos de Los Protagonistas de la Fiesta I y II me dieron la oportunidad de conocer a mucha gente verdaderamente extraordinaria, de todos los estamentos de este mundillo, desde el ganadero de solera y la figura del toreo, hasta el monosabio y el arenero. Además aprendí mucho sobre la Fiesta y sus entresijos.
Toreros de plata fue una experiencia entrañable, porque tuve la ocasión de hablar con muchos picadores y banderilleros, de distintas épocas, para que me contaran sus historias. Como mi marido fue matador de toros que se hizo banderillero, cuando nos casamos, me resultó especialmente gratificante.
Y me parecía que llevaba toda la vida escribiendo Los toros en el cine y De Lumiére a Manolete, los dos sobre el cine taurino, debido a mi gran pasión por ambos.
En Puerta Grande
¿Cuáles son los objetivos del Club Internacional Taurino que preside?
Lo del Club Internacional Taurino viene de muy atrás. Yo pertenecí al Club Taurino de New York cuando tenía dieciséis años porque quería aprender de toros y compartir mi interés con otros aficionados. Cuando vine a estudiar en España a los veinte, esperaba seguir aprendiendo pero no me permitían entrar en ninguna peña taurina por ser mujer… Y así nació el Club Internacional Taurino, con socios de ambos sexos y distintas nacionalidades. Por aquel entonces, organizamos reuniones, viajes y publicamos un boletín mensual en español y en inglés para servir de enlace con peñas y aficionados en el extranjero. Éramos como una especie de “embajada taurina” por entonces y hoy en día queremos seguir con la labor de defender y promocionar como podamos la Fiesta.
Lo del Club Internacional Taurino viene de muy atrás. Yo pertenecí al Club Taurino de New York cuando tenía dieciséis años porque quería aprender de toros y compartir mi interés con otros aficionados. Cuando vine a estudiar en España a los veinte, esperaba seguir aprendiendo pero no me permitían entrar en ninguna peña taurina por ser mujer… Y así nació el Club Internacional Taurino, con socios de ambos sexos y distintas nacionalidades. Por aquel entonces, organizamos reuniones, viajes y publicamos un boletín mensual en español y en inglés para servir de enlace con peñas y aficionados en el extranjero. Éramos como una especie de “embajada taurina” por entonces y hoy en día queremos seguir con la labor de defender y promocionar como podamos la Fiesta.
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