la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 6 de diciembre de 2010

GRACIAS. PREFIERO SALIR DE ESPAÑA / Por Aquilino Sánchez Nodal

El ministro Rubalcaba y los toreros

 GRACIAS.  PREFIERO SALIR DE ESPAÑA

                                      ¿Qué es aquello que baja
                                              por ese cerro?.
                        ¡Las promesas a los toreros de “Rubalcalba”!
                                            ¡Las trae un perro!

 Por Aquilino Sánchez Nodal

     Para complicar la situación los que rodean al “presidentito” y compartir su responsabilidad, colaborar con él en la feliz tarea que se han creado, son unos amiguetes aprovechados ansioso de poder y riqueza, desconocedores del oficio de gobernar, que también tiene su técnica, como el de hacer zapatos.
     Y, no obstante, estos prepotentes ministrillos desprovistos de todo relieve político nacional e internacional quieren ser los destinados a intervenir en algo tan serio y transcendental para España como es devolverla a sus años de bonanza, empleo y prestigio que alcanzó con la derecha. Esta situación no llegará nunca mientras estos ideólogos torticeros se mantengan al frente de las administraciones y el gobierno de esta Nación con la única idea de dividirla y someterla.

     La oposición debería sustituirlos, como sea, lo antes posible y no esperar la oportunidad para recoger la fruta cuando este madura, con el paso del tiempo puede estar podrida del todo.
     El jefe de la oposición, viejo, achacoso y habituado a una existencia plácida y regalona, el bueno de Rajoy, tampoco es el hombre que necesita España en tan difíciles momentos. Pero ¿Dónde está ese hombre?. Ni con la lámpara de Diógenes es posible encontrarlo, por la sencilla razón de que no existe.

     Y el presidente de las Cortes, José Bono, de quien se dice que solo usa su cargo en defensa del partido, su propio beneficio y el de su familia, que solo atiende seriamente a su artífice capilar, en cuyo local luce un letrero que dice: -“Peluquero Parisién” – Se ponen injertos capilares, peluquines y bisoñés. Se tiñe, perfila, perfuma con primor y queda para el amor –

                                     Sublime señor Bono
                              al que nunca en serio tomo.
                          Es un embustero de tomo y lomo.
                             Temeroso de la Gracia infinita,
                                  a la derecha cree maldita.
                                   Solo el nombre de Pepe,
                                 al escuchar chistes de Lepe
                                   le sube indignado el tono.
                                 ¡Que aclamen a don Bono!.

     Lo peor es que el pueblo no tiene nada que hacer. Dividido, asustado y amenazado está en clara desbandada hacia la ruina, el paro y la esclavitud dictatorial, *Consultar a los controladores. Por acuerdo unánime es investido Rasputín a la categoría de Jefe supremo de España. ¿Qué opinarán los votantes del zapatero?. Ante “La Alarma” decretada con nocturnidad y alevosía, los restos maltrechos del Gran Ejercito Español, ha derrochado todo su ingenio como si se tratara de hacer frente a una invasión terrorista y amenazar con desahucio y presidio a unos cuantos trabajadores engañados. ¡Ya la vale a la Chiscón o a quien haya tenido la magnífica idea!.

     El “panceta”, don Gaspar Zarrías extrae de su cartera un papel cuidadosamente doblado que se dispone a leer con obscena cara de feliz don Pinpón: - “El Partido Popular es culpable de todo lo malo que pasa en España en especial del colapso de los aeropuertos por ponerse al lado de los delincuentes controladores, y en contra de los ciudadanos que quieren viajar cómodamente de vacaciones. Es un ejercicio de oportunismo político”.  ¡Buen momento ha escogido tío Zarrías para salvar la cara de los impresentables de su partido y la suya propia!. ¡Todos a la cárcel!.

… ¡Nadie en el Tercio sabía que era tan tonto el Zarrías!. … (Música legionaria)

     Si Dios no lo impide, una de las dos Españas, la izquierda, ha de helarnos el corazón, la moral y el bolsillo.


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