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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 9 de noviembre de 2013

La batalla por la visibilidad pública de los antitaurinos


Leonardo Anselmi Este ciudadano argentino se define como “activista por los derechos de los animales” y en su curriculum incorpora, entre otros logros, ser promotor de la ILP que el Parlamento catalán convirtió en Ley para prohibir los toros.

Dos ejemplos de los efectos en las redes sociales
La batalla por la visibilidad pública de los antitaurinos

La batalla de las redes sociales es una de las carpetas de "asuntos pendientes" que tienen los taurinos. Ahí les ganan por goleada las organizaciones que unas veces se denominan animalistas y otras más pomposamente proteccionistas. Y ganan por una razón bastante simple: por trabajo y dedicación. O como dijo una destacada personalidad en el Congreso, porque se dedican a ello a tiempo completo. A base de ello, una cuestión que en realidad afecta al 0,1% de una población determinada pasa a ser noticia de primera página y un activista que era desconocido se convierte en líder mundial, al que hay que consultar incluso institucionalmente.
  • Frente a esta realidad, la respuesta del mundo taurino prácticamente ha sido nula. Algunas personas individuales que han dado batalla y poco más. Corporativamente, ninguna.
Hace ya unos cuantos años, Raúl Delgado publicaba un artículo en “Los toros en el siglo XXI” en el que afirma que “si ha habido un factor fundamental en la mayor visibilidad del movimiento antitaurino, ha sido internet y las nuevas teconologías”. Y a continuación enumeraba los tres logros que habían conseguido gracias a este factor: que se unifiquen acciones y contactos, hacerse presente en los medios, líderes de opinión, grupos políticos...etc. y ganar visibilidad en determinados sectores de la sociedad

Frente a esta realidad, la respuesta del mundo taurino prácticamente ha sido nula. Algunas personas individuales que han dado batalla y poco más. Corporativamente, ninguna. Y sin embargo, los medios tecnológicos están ahí, a disposición de quien quiera utilizarlos. Y utilizarlos, incluso, aprendiendo de las propias estrategias que siguen los que con ocasión y sin ella atacan a la Tauromaquia.

Como fabricar un mito

Hace un par de semanas Juan Medina, en su indispensable blogs “El escalafón del aficionado”, traía a colación un caso concreto de cómo puede fabricarse casi un mito animalista través de unas noticias. Tomaba los datos de un organización animalista denominada “Libera”, asidua colaboradora por cierto de Leonardo Anselmi.

Afirmaba esta organización que “Galicia cuenta con unos 3.200 vegetarianos”. La noticia fue recogida profusamente por las agencias y por distintos periódicos. Seis meses más tarde, la misma noticia, exactamente la misma, vuelve a aparecer. De nuevo, LIBERA. La excusa en esta ocasión era que se celebraba la festividad del Día mundial sin carne. Seis meses atrás había sido el día mundial del vegetarianismo.

En esta ocasión, la noticia matizaba: “En Galicia hay 3.200 vegetarianos de hasta once clases diferentes”. Y de nuevo, una multitud de webs, blogs y redes sociales animalistas se difundió la noticia, que también apareció en los medios convencionales.

Como escribía el profesor Medina, “Lo llamativo es que la cifra en sí es ridícula: 3.200 vegetarianos sobre una población total de 2.800.000 gallegos, representan tan sólo un 0,1%. Es una noticia que, en realidad, está reflejando que los vegetarianos están en abrumadora minoría, pero la impresión que logran es la contraria. Han sabido vender la noticia en términos de avance moral de la sociedad”.

Como remate, esta noticia se acompañaba de un subtítulo grandioso, si tomamos como referente a La Voz de Galicia. Y así, al titular de “En Galicia hay 3.200 vegetarianos de hasta once clases diferentes”, le acompañaba un subtítulo clarificador: “Un 10% son veganos, que no toman ni derivados animales”.

Con razón escribía a este propósito Medina: “O sea, que los auténticos vegetarianos coherentes, esos que no prueban un gramo de carne, ni utilizan pieles o lana, ni derivado animal alguno, suman en Galicia ¡320 personas! Más que cantar victoria, deberían preocuparse de que les declaren especie protegida. Seguro que alguna subvención pillaban”. Algo que propiamente se refiere a 320 personas convertido en noticia destacada.

La clave que está detrás de todo eso, como bien repite una y otra vez Raúl Delgado en el blog “Los toros en el siglo XXI”, es trabajo. Pero como Medina explica con meridiana claridad, “el sector taurino es una cutredad organizativa, que ignora los resortes de la comunicación y los propios resortes emocionales de la sociedad española actual. No saben, ni parece ser, están interesados en transmitir los numerosos valores -ecológicos, económicos, culturales y éticos- de las corridas de toros. No debe dar mucha rentabilidad a corto invertir en eso. Qué digo, pensarán que es tirar el dinero”.

El factor trabajo: Anselmi, líder mundial

Un ejemplo de lo que supone el trabajo localizamos en Leonardo Anselmi, que de la nada acabó compareciendo en el Congreso de los Diputados como una voz experta a la que había que oír. Este ciudadano argentino se define como “activista por los derechos de los animales” y en su curriculum incorpora, entre otros logros, ser promotor de la ILP que el Parlamento catalán convirtió en Ley para prohibir los toros.

En aquellas comparecencias que tuvieron lugar en la Comisión de Cultura del Congreso, en el pasado mes de julio, en un pasaje de su intervención un intelectual y aficionado como Andrés Amorós hacía referencia a este Anselmi, aunque sin citarlo nominalmente. “¿Era necesario este trámite parlamentario para que se diera aquí voz a un activista antitaurino profesional, que no se sabe quién le paga para que pueda dedicarse a tiempo completo a atacar a la tauromaquia en España?”. Como era de esperar, ningún animalista se ha parado con posterioridad a explicar de donde efectivamente y de que forma se financia un activista a tiempo completo. Y vamos bien librados, porque lo suyo habría sido llamar reaccionario a quien se hacía tan elemental pregunta.

Es de suponer que la oportuna pregunta que se hacía Amorós debe tener su respuesta en la Fundación Franz Weber, fundada en Suiza en 1975, que en España tiene sede en Barcelona y en la que Anselmi figura como alto directivo. Esta Fundación define su objeto social como “conseguir políticas públicas de protección animal en todos los países del mundo”, algo que también expresas en estos otros términos: “el objetivo es conseguir cambios legislativos para beneficiar a los animales y la naturaleza en aquellos ámbitos donde se consiga un consenso social mayoritario” Y más adelante especifica que “actualmente estamos trabajando en México, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay, España, Portugal y Francia”.

Ahora, una vez concluida la temporada taurina en Europa, Anselmi se ha ido a hacer su personal temporada americana, como los toreros a los que tanto denosta. De hecho, coincidiendo con la estancia de Anselmi en Lima, se produjo lo que es mucho más que un incidente antitaurino con los aficionados y la centenaria plaza de Acho --la más antigua de América y verdadero patrimonio de toda la Tauromaquia--, que ha motivado que se les impute penalmente ante los Tribunales peruanos por desmanes y lesiones.

Según las declaraciones a distintos medios, entre ellos al semanario “Aplausos” y el portal “Toros Prensa Perú”, del empresario de la plaza de Acho, "el promotor de todos estos disturbios se encuentra en Lima y se llama Leonardo Anselmi, un argentino que está moviendo y contratando a gente de mal vivir. Por lo menos 300 ó 400 anti taurinos estaban contratados y son los que ejercieron la violencia que derivó en pánico. El domingo pasado, para la novillada de feria, esa gente quiso entrar a la plaza y menos mal que pusimos efectivos de seguridad de nuestra empresa y actuó también la policía porque, ¿qué hubiera pasado si llegan a entrar? Creo que todo podría haber degenerado en una batalla campal y estaríamos ahora lamentando hechos aún más graves".

Antes, en 9 de noviembre de 2011, también Lima tuvo lugar un acto “para la abolición de las corridas de toros”, organizado por una denominada Plataforma Perú Antitaurino, en el que se anunciará la puesta en marcha de una Iniciativa Legislativa Popular. En la convocatoria del acto se puede leer: “La iniciativa contará con el apoyo y presencia de Leonardo Anselmi, el activista argentino que fue Portavoz de la campaña que logró la abolición de las corridas de toros en Catalunya, España, medida que entrará en vigor en los próximos días”. En la misma convocatoria se especificaba que Anselmi era “de la Fundación Franz Weber”, y en el acto actuaba “representando el apoyo internacional a la medida”.

También México ha sido escenario en repetidas ocasiones de las actividades antitaurinas de Anselmi, anunciándose en las convocatorias como “activista argentino-español Leonardo Anselmi, el hombre quien junto con 180.000 ciudadanos/as abolió las corridas de toros en Cataluña”. Pero otro tanto se podría decir de Colombia o Venezuela. No es que Anselmi se dedique al tema como activista a tiempo completo, es que, como los toreros, hace campaña a un lado y otro del Atlántico.

En suma, Anselmi ha convertido en profesión el antitaurinismo. Y a base de billetes de avión y de organizaciones locales que le den soporte, acabó por convertirse en una especie de líder mundial del antitaurinismo. No le debe ir mal, porque se pasea por medio mundo con sus mítines y protestas, siempre con la aureola de ser el promotor de la prohibición catalana.

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