El enrazado, exigente y serio encierro de Achury Viejo, derrotó la terna. Sólo Camilo Pinilla, correcto en la lidia del modoso primero, cortó una oreja. Noreña, naúfrago, dejó vivo al 5o. Manrique Rivera herido leve fue silenciado.
Los Achury toros de pelea
Jorge Arturo Díaz Reyes
Los utreros de Achury Viejo, distintos, exhibieron en sus caras el abolengo condeso. Sin gran romana y con discreto volumen, derrocharon fiereza, salvó el excesivamente dócil primero al que se le dio una sorprendente vuelta al ruedo no pedida por nadie, y el manso segundo, pitado, los demás echaron casta y apremiaron tomando el mando que no hallaron en los lidiadores. Eran animales de pelea, no de show flamenco. Se fueron aplaudidos todos los cuatro últimos, y como ya dijimos, vivo tras tres avisos el quinto.
Camilo Pinilla, no hizo ni una de más ni una de menos con el pastueño y sosón "Serpentino". Lanceo variado y corto, y tras el picotacito de rigor , doblones genuflexos a medios, para una faena sin emociones intensas, compuesta de tandas cortas, de a tres, por diestra y siniestra, en las que su señoría el presidente se mostró más emocionado que todos pidiendo música, otorgando la oreja tras un espadazo delantero, desprendido, y homenajeando por su cuenta al bonachón bicorne. El vehemente cuarto le quitó a Camilo la muleta, el terreno y el sosiego, muriendo a sus manos de dos fierrazos defectuosos.
Juan Manuel Noreña, Hizo sonar los Clarines cinco veces, dos con el parado segundo y tres (y casi cuatro) con el quinto. Su incapacidad estoqueadora estuvo precedida en ambos turnos por sendas bregas, anárquicas, inquietas y descolocadas. Pese al apoyo incondicional del paisanaje no halló el norte, la clave ni donde pararse.
Manrique Rivera, el hijo de Pepe Manrique, ilusionó. Abrió con portagayola, lanceó con decoro, y parecía que repetiría el triunfo que hace dos meses aquí le dio el puesto en esta feria. Pero no, derivó hasta el aburrimiento y el herirse a sí mismo en un dedo con sus espada, por lo cual pasó a enfermería y le dejó la suerte suprema a Pinilla. Regresó suturado, a cerrar plaza, y el sexto le dio una lección de como el toro bravo descubre y somete a quién no le torea. Como epílogo de su insurrección, le puso los pitones en el pecho en el primer volapié con susto general, y luego, tras un pinchazo, una espada en guardia y un aviso, se tiró al suelo como diciendo, no hay con quien.
Dicen los antitaurinos que el toro siempre pierde. Mentira, hoy ganó. Rocha volvió por sus fueros, por su blasón de hierro duro y respetable.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 5 de enero 2014. Plaza Monumental de Manizales. 1ª de feria. Sol, nubes y gotas. Dos tercios de entrada.
Seis utreros de Achury Viejo (en Conde de la Corte) serios de cara, dispares de romana, encastados y temperamentales. Pitado 2o, aplaudidos 3o, 4o, 5o y 6o. Vuelta al ruedo para el ,1o "Serpentino", negro Nº 212, de 396 kilos.
Camilo Pinilla, oreja y silencio
Juan Manuel Noreña, silencio tras dos avisos y silencio tras tres avisos.
Manrique Rivera, silencio y silencio tras aviso.
Incidencias: Saludó Ricardo Santana tras parear al 6o.
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