la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 3 de junio de 2014

24º DE SAN ISIDRO: Los cuadris / Por Domingo Delgado de la Cámara / Fotos de Andrew Moore



Ahí sale el de Cuadri

"...Yo no envidio al próximo rey, tiene una tarea ante sí de muy difícil lidia, por cierto el republicanismo tercermundista de “podemos” tiene un altísimo porcentaje de envidia y resentimiento. Ante tan tenebrosas amenazas yo grito ¡Viva el Rey! Y sobre todo ¡Viva España! ..."

¿MONARQUÍA O REPÚBLICA?

Domingo Delgado de la Cámara
Es la noticia del día, el rey Juan Carlos ha abdicado en su hijo Felipe. El nacionalismo antiespañol y la izquierda revolucionaria claman por un referéndum que traiga la Tercera República. Si esta nueva república fuese del estilo de la francesa o la americana, yo no pondría objeciones. Pero mucho me temo que la república que quieren traernos Pablito Iglesias y sus mariachis, es de corte venezolano: dictatorial, revanchista y de alpargata; una garantía de miseria y guerra civil. Yo con estos republicanos no quiero saber nada. Ni yo, ni la inmensa mayoría de españoles que ni han votado, ni votarán nunca a “podemos”. Queremos una España próspera y en paz. Eso sí, Felipe VI debe ser consciente que en su reinado se deben afrontar reformas trascendentales. Hay que erradicar la corrupción, poner en su sitio a la casta política, sanear las cuentas, recentralizar el estado, acabar con los nacionalismos disolventes y con los movimientos populistas antisistema. Si no se llevan a cabo estas tareas, su reinado será un fracaso. Felipe VI no podrá reinar como su señor padre, los tiempos son otros, quizá mas convulsos. Yo no envidio al próximo rey, tiene una tarea ante sí de muy difícil lidia, por cierto el republicanismo tercermundista de “podemos” tiene un altísimo porcentaje de envidia y resentimiento. Ante tan tenebrosas amenazas yo grito ¡Viva el Rey! Y sobre todo ¡Viva España! 

Los cuadris
Y ahora al toro. No me gustó la corrida de Cuadri, no me gustó su poca raza, no me gustaron las caras por las nubes, no me gustaron las embestidas cortas y a la defensiva, no me gustó la nula fijeza de los toros, no me gustó lo poco que apretaron en el caballo. Pero hubo una excepción, el sexto toro. Este toro tuvo ese comportamiento agresivo y encastado que ha hecho célebres a los cuadris. Fue un toro que vendió muy cara su piel. Esta ganadería no tiene términos medios. O salen toros de la casta del sexto, o salen animales muy parados y de arrancada muy corta. 

Este sexto le tocó a José Carlos Venegas. Parece un torero de los años cincuenta, muy codillero, con la cintura muy dura, con el oficio muy escaso. El sexto se quedó sin picar por la impericia de un picador incapaz de gobernar en su caballo. El bicho llegó a la muleta hecho una fiera, con una embestida muy rápida y vivaz. Venegas, con los brazos pegados al cuerpo y siempre mal colocado, no era capaz de someter tan fiera embestida. Lo que me sorprende es que Venegas fuese revolcado sólo una vez, el toro estuvo a punto de cogerlo en todos los muletazos. La emoción estaba servida, con un toro comiéndose la muleta y un torero a merced del toro. Si hubiese sido capaz de encauzar esa embestida veinte veces, se hubiera consagrado, pero con un oficio tan precario era imposible. Cuando después de media estocada tendida, acertó Venegas con el verduguillo, la gente respiró tranquila. Estaba sano y salvo, sólo tenía una brecha encima de la ceja. Le aplaudieron cariñosamente, el pueblo español siempre agradece la buena voluntad. Para ser de cuadri, su primero fue bastante fácil, seguía la muleta sin demasiadas complicaciones. Lo que pasa es que con unos pases tan cortos por codilleros y con tan mala colocación, es imposible mandar en la embestida y estructurar una faena.

La plaza de Madrid ha estado muy cariñosa con la cuadrilla de Javier Castaño, les ha hecho saludar en los dos toros por algunos pares de banderillas buenos y otros no tanto. Sin embargo, al jefe de cuadrilla le ha tratado con muchísima dureza, cosa sorprendente porque hasta ahora, Castaño tenía bula. Dicen que se le han ido dos toros sin torear. No estoy de acuerdo. Sí que es cierto que sus toros han tenido nobleza y que pasaban sin mucha dificultad. Pero salían de los muletazos con la cara por las nubes, muy distraídos, saliéndose por fuera. Así es muy difícil ligar los muletazos, había que estar constantemente reponiéndose y ganando la cara al toro. La ligazón se hacía muy difícil. Resulta sorprendente que la gente no se dé cuenta de una cosa que salta a la vista. Sí ven que el toro pasa, pero no ven que se marcha distraído y no repite. La situación se agrava cuando el pase es largo y templado, entonces el toro parece más bueno de lo que es en realidad. Castaño templaba y llevaba largo y la gente pensaba que el toro era excelente y se le estaba yendo sin torear. No se percataban que entre pase y pase, el toro se paraba y hacía imposible la ligazón. Parece mentira que lleven tanto tiempo viendo toros y todavía no se enteren…Por una vez, desde hace tiempo, Castaño estuvo seguro con el estoque, mató a sus dos toros al primer envite.
Iván García tuvo otro toro así, de los distraídos con la cara por las nubes. Faena de circunstancias. Su primero fue un barrabás, tenía mucho sentido y sabía muy bien lo que dejaba atrás. Después de probar al toro por ambos pitones, viendo que la faena era imposible, optó por abreviar. Lo mató mal, era muy difícil pasar el fielato. El toro estaba muy avisado.

Cuando el cuarto toro estaba en los estertores, saltaron al ruedo dos antitaurinos. Obsérvese la cobardía de los sujetos, saltan cuando el toro está en las últimas y por el otro extremo del ruedo. Tenían que haberlos clavado los pies en los medios y soltar al toro siguiente, para que estos cobardes vean lo que vale un peine. Fueron rápidamente retirados por la fuerza pública. Eso sí, uno de estos merluzos se llevó un buen pescozón en el cogote por obra y gracia del banderillero Candelas. Exigimos a la autoridad que les multe con el máximo rigor. No se puede tolerar que dos impresentables insulten y provoquen a veinte mil pacíficos ciudadanos que están tranquilamente disfrutando de su afición sin meterse con nadie. Ya está bien. Si la autoridad no ataja de modo expeditivo estas provocaciones, un día alguien va a perder los nervios y pueden pasar cosas muy graves. El que avisa no es traidor, es avisador.

















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