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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 6 de julio de 2014

1ª de los Sanfermines en Pamplona (novillada) Gran triunfo de Borja Jiménez / Por J. A. del Moral

1ª de los Sanfermines en Pamplona (novillada) 

Gran triunfo de Borja Jiménez en festejo muy entretenido

El de Espartinas cortó tres orejas y salió a hombros. Pudo cortar otra más del peor de la tarde, sexto, de haberlo matado al primer envite. Fue su cuarto novillo por las heridas que sufrió Posada de Maravillas en el tercero. A su cargo corrió lo de más clase del festejo. Y es que tiene el “don”. Francisco José Espada cortó la oreja del quinto y debieron darle la del segundo al no terminar de calar en el público por su facilidad torera. Es un diestro muy fino y elegante. La novillada, bien presentada, resultó muy buena con matices y contó con un novillo muy completo, el cuarto, premiado con vuelta al ruedo.

Plaza de toros de Pamplona. Sábado, 5 de julio de 2014. 
Tarde-noche agradable con dos tercios de entrada muy repartidos.
Seis novillos de El Parralejo (procedencia Fuente Ymbro), muy bien presentados y de vario juego. Manso en el caballo pero noble de salida y en la muleta aunque de más a menos casta y brío el primero. Muy noble aunque débil el tercero. Excelente por todo el cuarto que fue premiado con vuelta al ruedo. Muy noble aunque algo débil el quinto. Y deslucido el sexto que fue el garbanzo negro del buen envío.

Borja Jiménez (lila y oro): Estoconazo, oreja. Gran estocada, dos orejas. Pinchazo hondo y descabello, ovación. Salió a hombros.
Francisco José Espada (blanco y oro): Buena estocada, petición insuficiente y ovación.
Posada de Maravillas (mahón y oro): Dos pinchazos resultando herido en la mano con su propia espada. Pasó a la enfermería donde le atendieron de profundo corte en la mano derecha con profusa hemorragia y de un varetazo en una pierna . 

El adelanto a cada 5 de julio de la las novilladas con las que siempre comenzaba la feria de San Fermín data de la aparición en el firmamento taurino del grandioso rejoneador navarro, Pablo Hermoso de Mendoza. Hasta llegar él, la feria empezaba el día del cohete, 6 de julio, que se reservaba para este festejo menor. Pero desde que el día 6 de julio viene actuando Pablo, la feria quedó ampliada con un lujoso festejo de rejones. Lo que mucho de la buena afición y del tino de los directivos taurinos de la Santa Casa de la Misericordia, José María Marco y Eugenio Salinas. De ambos soy amigo desde hace un montón de años y a mucha honra.

En la novillada de ayer actuaron tres aspirantes punteros. Es la costumbre que venga quienes resultaron los triunfadores del año anterior y por eso figura Posada de Maravillas que cierra una terna encabezada por el sevillano de Espartinas, Borja Jiménez, uno de los dos novilleros que hace días salió a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza junto a su compañero, José Garrido, que fue quien medio salvó la tarde en la repetición del mano a mano triunfal. Gran éxito de público en la segunda versión aunque no artístico por el sorprendente mal juego que dieron los novillos de Fuente Ymbro. Veremos ahora qué pasó con los ejemplares de El Parrelejo. Medió el festejo Francisco José Espada a quien apodera el ya veterano matador de toros César Jiménez, ambos paisanos del mismo pueblo madrileño, Fuenlabrada. Lugar muy torero porque también nació allí nada menos que el ya retirado José Pedro Prados El Fundi. Espada destacó dando buena impresión en la pasada feria de San Isidro cortando una oreja. Vamos a ver qué hicieron ayer durante una jornada que empezó a las 8 de la tarde y, por ello, terminó de noche. Este retraso se debe a que, por ser día laborable, hay que esperar a que los que trabajan tengan tiempo de asistir. Por eso casi siempre hay buena entrada. Por cierto que, hablando de la enorme cantidad de público que sigue acudiendo y llenando todas las corridas de San Fermín – es la única feria de España que no padeció nada la crisis – antier mismo me informaron de que, este año, el masivo abono continúa tan pimpante y glorioso para suerte de todos, empezando por los más beneficiados, los ancianos que habitan en la Santa Casa de la Misericordia.

Que de seguro verán las corridas a través de la televisión. Como tantos y tantos en toda España y en otros confines porque, gracias a internet, se puede desde cualquier sitio del mundo. Igual que el dichoso futbol aunque de esto estamos muchos hasta la mismísima coronilla del mundial. Una vez eliminada España, las emisoras de radio insisten e insisten con la incesante matraca futlbolera. Un soberano coñazo. Pero bueno, vamos a lo que aquí importa.

Borja Jiménez se parece a su hermano, ya alternativado, como dos gotas de agua. Rubiascos ambos, capaces, valientes y vamos a ver qué más nos trae Borja. Yo no le vi la tarde en que salió a hombros por la Puerta del Príncipe de Sevilla. Bonito a la par que serio fue el primer novillo. Castaño de pelo y pronto a las llamadas. Y lo suficientemente noble para que Borja pudiera lancear a la verónica con temple y buen corte. Pero al novillo empezó a costarle ir al caballo y, cuando sintió el hierro, salió de naja indisimuladamente. Lo mismo ocurrió en el segundo encuentro. En su huida veloz llegó hasta el caballo contrario y lo derribó. Aún tomó otro picotazo de manso declarado en el de turno. Esperó mucho en banderillas y buscó tablas descaradamente. O lo mejor se dejará en la muleta, pensamos. Siguió huidizo, pero en los medios embistió de cine. Un manso noble y encastado resultó, pues. Uno de esos que los taurinos llaman de engañabobos. Borja lo toreó con gran determinación con la mano derecha y con ortodoxas maneras. Firmeza y templanza. Ya había empezado a tardear cuando Borja se empleó al natural con indeclinables ganas que rubricó de nuevo con la derecha. El estoconazo tuvo entrega y alborozó los tendidos que, enseguida, demandaron una oreja que cayó de inmediato.

Pese a que remató al tercero, Borja lidio el suyo, cuarto, al que lanceó muy templado y bien. Otro novillo noble. Quizá el mejor de los lidiados hasta el momento. Fue bravo en el cabello. Breve quite de Espada por verónicas y revolera. Correctamente banderilleado, Borja también brindó a la parroquia. Había novillo y lo cuajó empezando con un cambiado diestro en los medios para seguir muy a gusto por redondos ligados con intensidad, hondura y temple. Borja iba a por las dos peludas que ganó crecido al natural ligando a una sabrosa trinchera y al pase del desdén que sumó con un cambio, más redondos y la dosantina. Lo cuadró con un pase de pecho y lo mató de gran estocada. Estaba visto. Cayeron las dos tras muy bella muerte del animal.
También lidió Borja el último de la tarde. Ya casi de noche. Noble como todos aunque este el más flojo y deslucido de los suyos. Y manso en el caballo aunque se dejó pegar y hasta derribó. Le pegaron un segundo puyazo en serio que no gustó al público. Pero había que dárselo. El novillo, distraído, no paró ir de un lado a otro y de dolerse en palos. Costó ponerlos. Borja lo intentó con la muleta y poco a poco fue metiéndolo en vereda. Incuestionable su capacidad resolutiva. ¿Estamos ante una posible futura figura? Supo buscarle las vueltas y revueltas. Incluso estando ya casi parado el animal. Esta vez no pudo matar al primer envite perdiendo otro posible trofeo.

Francisco José Espada encaró por delante otro bonito castaño que salió corretón, con poca fuerza y huidizo. También se tropezó con el caballo contario saliendo suelto. Se dejó pegar acostado en el peto en su segundo encuentro que fue en regla aunque acostado en el peto y un poco menos en un tercero por su cuenta, saliendo suelto de ambos. Buen quite por delantales y media de Posada de Maravillas. Calamocheó en banderillas y llegó a la muleta con esperanzas del matador porque brindó al público. Tras salir suelto de los primeros doblones, poco a poco fue metiéndose en la muleta gracias a como fue ganándole terreno el novillero que anduvo muy dispuesto, efectivo y con creciente acople cada vez más templado. Y francamente bien al natural teniendo que tirar del novillo por un poquito venido abajo. Remachó el clavo otra vez a derechas ligando la arrimada hasta desplantarse. Aunque buscando la igualada fue desarmado, en la suerte natural enterró la espada en buen sitio y se pidió oreja que no fue concedida. Bien el de Fuenlabrada. Quizá no llegó demasiado al público por su facilidad. No se preocupe. Eso es una gran virtud. Yo se la habría dado.

El quinto, cuajado y negro, también tomó el capote con nobleza aunque saliendo sueltecito. Lucida la brega de Espada para llevarlo al caballo. Manseó. Quite de Borja por verónicas sin molestar al huidizo noblón. Lo banderilleó bien Juan Parra. Y otro brindis. Suaves y elegantes trincheras y de pecho para empezar. Y bien, muy fino, con la derecha. Y no solo eso. Rotundo también. Fue una pena que el novillo no quiso colaborar por el lado izquierdo. Pero lo remedió por el mejor lado. Debió entrar a matar en vez de insistir con la zurda. El novillo se paró. Lo salvó con una estocada algo caída. Esta vez sí que le pidieron la oreja y se la dieron.

Posada de Maravillas ya había dejado su tarjeta de visita en el quite que hizo al segundo novillo. Al tercero, negro, lo paró enseguida enjaretando lances de buen son y ganado terreno. El burel acusó cierta flojera de remos y protestó en el caballo. Tomó un segundo picotazo por su cuenta y entró en quites Borja Jiménez por delantales zurdos. Vio que el izquierdo podría ser el mejor pitón del novillo. Pronto en banderillas, Posada brindó al cónclave una faena marca de la casa y bien intencionada. En principio con la derecha resultando mejores los pases de pecho. De ahí la largura de los naturales que pegó después.Algunos de excepción. Otra vez con la diestra, mejoró lo anterior por esa mano. Y, vuelto a izquierdas, cuajó los mejores naturales de la tarde y de muchas tardes que fueron hondamente jaleados por el público. La blandura del noble animal restó algo la redondez del trasteo que terminó con un sensacional circular contrario y más naturales a pies juntos. Tenía la oreja sobradamente ganada. Pero pinchó dos veces pese a entrar a matar con muchas ganas. Tanto que se hirió la mano con su propia espada, siendo llevado a la enfermería rápidamente. Mató al novillo Borja Jiménez de estocada casi entera y tres descabellos.

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