Primero empezaron por no cumplirla dos regiones españolas, Cataluña y Vascongadas. Las dos tenían sus correspondientes grupos terroristas, ETA y Terra Lliure. Este último se incorporo a ERC sin pedir perdón y así sigue. ETA, por ahora, ha dejado de matar pero aún no ha pedido perdón ni ha desaparecido.
"España, país sin ley"
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Muchos recordaran aquella película, Western, protagonizada por Errol Flynn y Olivia de Havilland, titulada en español, "Dodge, ciudad sin Ley". Bueno pues, cuando se analiza lo que está ocurriendo actualmente en España inmediatamente se me viene a la memoria la mencionada película.
En nuestro país, desde hace algún tiempo, parece que no hubiese ley, aunque en realidad tal vez sería mejor decir, "España, país donde no se cumple la ley", porque ley hay, si bien muy favorable al delincuente, pero muy pocos la cumplen.
Primero empezaron por no cumplirla dos regiones españolas, Cataluña y Vascongadas. Las dos tenían sus correspondientes grupos terroristas, ETA y Terra Lliure. Este último se incorporo a ERC sin pedir perdón y así sigue. ETA, por ahora, ha dejado de matar pero aún no ha pedido perdón ni ha desaparecido.
El incumplimiento de la ley en ambas regiones de España cada vez fue a más, hasta llegar a la declaración de independencia de Cataluña el pasado año, y estamos en una situación en que cada cual hace y dice lo que quiere, pero sobre todo no cumplir la ley, despreciar, ofender e insultar al resto de España es algo habitual y diario, mientras el gobierno central les da dinero. Todo ello es muy grave, tanto en Cataluña como en Vascongadas, aunque nos hemos acostumbrado a ello, pero es que últimamente ya hemos llegado, en toda España, a lo que ocurría en el Oeste americano en la segunda mitad del siglo XIX.
Que yo recuerde, todo empezó a primeros de 2015 en un pueblo de Cádiz llamado Puerto Serrano (aunque probablemente haya casos previos que no recuerdo), donde un grupo de delincuentes peligrosísimos fueron a la comisaria a rescatar a un familiar detenido, se enfrentaron con los policías, les pegaron, de hecho un policía perdió un ojo, y naturalmente se llevaron al detenido.
Pero es que en los últimos 6 meses actos parecidos o similares ocurren casi todas las semanas.
En la Línea de la Concepción los delincuentes, traficantes de droga, se han enfrentado de tú a tú a la policía y guardia civil, incluso a tiro limpio en muchas ocasiones, a veces en pleno día y a la vista de todos. En una ocasión asaltaron el hospital del Servicio Andaluz de Salud para llevarse a un familiar hospitalizado, perseguido por la justicia, y se lo llevaron.
La semana pasada he leído que en Algorta, un pueblo vasco, la policía nacional y la vasca tuvieron que salir por pies porque un grupo de jóvenes delincuentes la emprendió a palos con ellos.
En Madrid, la pasada semana, otro grupo de jóvenes delincuentes, que estaban haciendo carreras ilegales de coches, la emprendió a golpes con la policía mientras algunos delincuentes gritaban a sus compañeros, ¡saca la pistola y mátalos (a los policías)! Igualmente los policías optaron por escapar a toda velocidad.
Los manteros de Barcelona, también delincuentes, agredieron de forma muy grave a un turista por defender a una señora, y pegaron a una chica que pasaba por allí y les censuró su actuación.
También la semana pasada, un grupo de subsaharianos (que luego aquí en España u otros países de Europa ejercen de manteros, delincuentes comunes y terroristas) asaltaron la valla de Ceuta agrediendo muy gravemente a la Guardia Civil (22 tuvieron que ser atendidos en el hospital y varios quedaron hospitalizados).
Expertos en el tema aseguran que el 80 -90 % de esos asaltantes tienen preparación paramilitar y no vienen huyendo de nada, al contrario vienen mandados, por organizaciones terroristas, como el Daesh, expresamente para ejercer terrorismo en Europa. Son adelantados para preparar el terreno y actos terroristas.
De toda la vida lo normal ha sido que los delincuentes huyeran de la policía y guardia civil, pero ahora ocurre que son las fuerzas del orden público las que tiene que huir de los delincuentes. Lo cual es lógico, pues si un policía o guardia civil tiene la mala suerte de hacerles frente, y pegarle un palo bien pegado a un delincuente, incluso aunque fuera un asesino, con toda seguridad seria suspendido de empleo y sueldo, y probablemente expulsado del cuerpo. Y no digamos si en defensa propia, porque está viendo peligrar su vida, se le ocurre sacar la pistola y dispararles; iría a la cárcel para muchos años.
Probablemente algunos conocerán el caso de un policía de Sevilla que cuando estaba acostado en su casa, a altas horas de la madrugada, cinco delincuentes entraron para robarle, le pegaron, pero como es un hombre fuerte luchó, pudo repelerles y coger su pistola reglamentaria y disparar a una furgoneta, que habían introducido en el patio de su casa, para impedir que pudieran llevársela y así identificarles, con la buena suerte (mala para él) de herir a dos de ellos que estaban dentro, pero no hubo muertos, aunque si debieron ser atendidos en el hospital. Naturalmente el policía también hubo de ser atendido de varias heridas. Bueno pues ha sido su ruina; le piden 20 años de cárcel y 500.000 euros de indemnización a los delincuentes, por excederse en su defensa, además de estar fuera del cuerpo desde entonces (marzo de 2011).Por cierto, uno de los delincuentes sigue sin ser detenido.
Y es que en España se envían las fuerzas del orden publico a detener delincuentes, pero van con las manos atadas y pensando que cualquier acto para defender su vida les puede costar el cargo. Y la mayoría de las veces cuando los detienen y los llevan a la Comisaria en pocas horas están en la calle delinquiendo de nuevo. Si llega a haber juicio, con mucha probabilidad salen absueltos o con penas irrisorias.
En Estados Unidos, o en cualquier país del mundo civilizado, todo delincuente que se enfrenta abiertamente con la policía y le agrede se pudre en la cárcel si vive para ello. Si el enfrentamiento es a tiros no vive para contarlo, pero en España vive y disfruta del dinero robado.
Ya no se trata de una manifestación que, en el anonimato, los manifestantes lanzan objetos a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, esto son grupos reducidos, identificados, de delincuentes comunes, que se enfrentan abiertamente a dichas fuerzas y, que uno sepa, no pasa nada, o casi nada.
Díganme en que se diferencia lo que estamos viviendo en España de lo que ocurría en la ciudad de Dodge, según relataba la película.
Todo esto que estamos describiendo lo hemos visto infinidad de veces en las películas del Oeste, y nos parecía subrealista, pero eran películas. Bueno pues ahora, 150 años después, en pleno siglo XXI avanzado es realidad casi diaria en España, la nación más antigua del mundo, pero con los políticos más perversos que jamás se hayan conocido. Con una izquierda radical que quiere, por todos los medios, destruir la civilización occidental, y para ello se alía con terroristas, separatistas y todo tipo de delincuentes.
Muchos de Vds. habrán visto el video en el que Pablo Iglesias, "el chequista de Vallecas", pregunta a sus seguidores si saben hacer cocteles Molotov, y les incita a atacar a la policía. Pues eso está ya dando sus frutos.
Con razón en toda Europa y en todo el mundo se dice que España es el paraíso de la delincuencia, y con razón aquí vienen a refugiarse los más peligrosos delincuentes del mundo. La costa del Sol está llena de ellos. Y aun así la izquierda llama a la "Ley de Seguridad Ciudadana" del PP, "Ley mordaza". ¡Quieren más beneficios para los delincuentes!
Me pregunto, ¿por qué está pasando lo que está pasando, por qué hemos llegado a esta situación?; ¿por qué en España las leyes protegen tanto a los delincuentes y tan poco a la victimas? Hoy mismo he leído que Santi Potros, criminal etarra, acaba de salir de la cárcel tras cumplir menos de 9 meses por cada asesinato que cometió (40 en total probados, pero son muchos más).
Las respuestas son varias:
a) La ley la hacen los políticos, dice lo que dice, y los jueces la aplican;
b) Pero también es verdad que la ley tiene diferentes interpretaciones, y cada juez la puede interpretar a su modo. Recuérdese cuando la juez Dª Manuela Carmena desencarcelaba etarras a destajo;
c) Los delincuentes se protegen unos a otros.
Acabamos de ver como el Sr. ministro del Interior ha cesado al coronel don Manuel Sánchez Corbí, jefe de la UCO, que ha ejercido su cargo de forma impecable durante muchos años, y que realmente es un héroe. Fue el que liberó al Sr. Ortega Lara, entre otros miles de brillantes servicios prestados a España y al orden. El pago por ello ha sido su cese, oficialmente por falta de confianza, pero al parecer, la verdadera razón es una exigencia de los amigos de ETA, de los separatistas, de los implicados en los EREs, tema del que el coronel sabe muchas cosas que no interesa al gobierno actual se sepan y, en general, de muchos políticos corruptos, que son escoria de la sociedad. Como decíamos los delincuentes se protegen unos a otros.
¡Es imposible imaginar mas bajeza moral!
Es obvio que el Sr. ministro no tiene gran respeto por la Benemérita, prueba de ello es que hace unos días visitó Algeciras y pasó revista a la Guardia Civil -perfectamente uniformada y en posición de firmes- en mangas de camisa, esta por fuera del pantalón y desabrochada en su mitad superior, es decir como suele uno estar en su casa solo, ni siquiera con alguien, o en el chiringuito de la playa, o en pleno campo con unos amigos.
Nos parece una falta de respeto intolerable hacia unos hombres que son servidores del orden, que nos protegen a todos y a él, entre otros políticos indignos de los cargos que ocupan. Unos hombres que se juegan la vida todos los días enfrentándose a los más peligrosos delincuentes que, dicho sea de paso, son tratados por el ministro y por muchos políticos bastante mejor que a ellos, y que en general a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Pues sabido es que, hoy en día, gran parte de los políticos que ocupan importantes puestos en España, y que van al Congreso de los diputados y/o al Senado, generalmente a cobrar un sueldo, porque lo que se dice trabajar, poquito o nada, están mucho más cerca de los delincuentes que de las fuerzas del orden público y, desde luego, de las personas decentes.
Lo que ahora está pasando es (incluido el odio entre españoles, que ya empezó a inducir el nefasto Zapatero y que don Pedro Sánchez está incrementando de forma acelerada) es igual o peor que lo que ocurría en 1936, cuando se desencadenó la guerra, con la única diferencia de que entonces la izquierda radical, aliada con todos tipo de delincuentes, como ahora, un día sí y otro también, quemaba conventos, mataba, curas, monjas, y gente civil por el solo hecho de estar en misa, o simplemente no ser comunista, y esto último todavía no ha llegado, pero siguiendo el camino que llevamos llegará más pronto que tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario