Gerard Piqué no me ha representado jamás, del mismo modo que no lo hicieron Hernández o Guardiola. España ganará, empatará o, como viene sucediendo desde hace años, perderá, pero todos viviremos más tranquilos.
Piqué: tanta paz lleves como descanso dejas, chato
Hoy se ha sabido que Gerard Piqué ha informado a Luis Enrique de que no volverá a jugar con la selección de estrellas de la Liga española, rebautizada por Mediaset como La Roja, apodo que ha calado hasta el punto de que a la selección nacional del Reino de España ya casi nadie la conoce como España y uno ha de ser un pelín suicida para ir contra la corriente del mayoritario pelotón de la idiocia, que, como antaño le reclamara a Sabino el bueno de José María Ysidro Luis Antonio Belausteguigoitia Landaluce, más conocido como Belauste, justo antes de su gol a Suecia en los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920, nos arrolla a todos. Y perdón por la digresión.
Decía que Piqué ha informado a Luis Enrique de que su último partido con la selección ha sido el disputado en el Mundial de Rusia precisamente contra la selección anfitriona, a la que acabó clasificando, por cierto, el fenomenal defensa central barcelonista gracias a un penalti cometido por una mano tan tonta que nadie dio crédito a la jugada. Yo no las tenía todas conmigo y pensé que Piqué no cumpliría su palabra, pero a la vista está que me equivoqué y, como él mismo prometió tras la polémica de las mangas, se va. Supongo que para aquellos que piensan que la selección está por encima de la nación a la que representa el de hoy será un día triste, pero para quien esto suscribe, que piensa que la nación es más importante que cualquiera de las selecciones, este sábado 11 de agosto es un día de inmensa felicidad: tanta paz lleves como descanso dejas, chato.
No me gusta Piqué. No me gustan ni él ni tampoco lo que representa. No me he sentido cómodo con Piqué, que ha coqueteado con el independentismo golpista en un momento muy delicado de la historia de España, jugando en la selección.
Creo que su decisión de irse, que es absolutamente extradeportiva puesto que, a Dios gracias, disfruta de salud y a nadie escapa que es un defensa descomunal, llega 10 años tarde. Gracias a la desidia de Del Bosque y el seguidismo cómplice de Lopetegui, Piqué ha hecho y deshecho, llegando incluso a establecer, con la colaboración de Xavi Hernández e incluso la de algún ex internacional del Real Madrid de cuyo nombre no quiero acordarme pero que empieza por "i" y acaba por "r", un cordón sanitario alrededor de Arbeloa y Xabi Alonso.
Gerard Piqué no me ha representado jamás, del mismo modo que no lo hicieron Hernández o Guardiola. España ganará, empatará o, como viene sucediendo desde hace años, perderá, pero todos viviremos más tranquilos.
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