la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 5 de junio de 2022

Rafaelillo corazón de león / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Rafaelillo, da la vuleta con la oreja del 1º. Fotograma: Plaza Toros TV

En tarde ventosa, Rafaelillo corta oreja del primero y saluda en el cuarto. Escribano ovacionado. Talavante se lleva la bronca de la feria. Dura corrida de albaserradas...

Rafaelillo corazón de león

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro / Cali, VI 4 2022
A los fieros, los toreros… y a los nobles también. Eso fue lo que mostró, una vez más en el ruedo de Las Ventas el pequeño murciano, quien tras veintiséis años enfrentando los hierros más duros, goza con todo mérito del respeto y admiración de la afición mundial. De la afición, digo. Dos toros así, de opuesta condición, le sirvieron una vez más para salvar la cara del toreo y de la torería en el siglo XXI. Lo hizo, lidiando y jugándose entero sin perder la sonrisa.

“Mentiroso”, abrió la corrida. Fijo, franco, y encastado recibió nueve verónicas y media, genuflexas, mandonas, que lo condujeron entre oles de tablas a medios para la primera gran ovación de la tarde. La puya de Esquivel le cayó dos veces en sitio, pero no empujó mucho. Era más del talante pastueño. Tras un tercio sin historia. Seis muletazos a rodilla flejada y caída del toro. En Madrid eso es grave. Pero fue a más en los cites (Santacoloma) y la brega igual, las series templadas y al fondo por derecha e izquierda llegaron a los cinco cada una con gran predicamento. Y cuando las acometidas perdieron codicia y ralearon, cerró la faena en tablas con ayudados por bajo y una estocada de padre y señor mío que fulminó, desató la petición unánime de la oreja, concedida, y la ovación al arrastre.

Bueno, dirán los escépticos, pero muchos también hubiesen podido lucir con ese toro. Quizá tengan razón, ¿pero con el fiero y peligroso cuarto, qué? “Aviador II” salió con su cara tremebunda, repartiendo tornillazos y buscando carne. Nada, Rafael le pudo de salida con lances a dos manos hasta el platillo donde le paró con media de auténtica lidia. Ni para que decir como puso la plaza. Agustín Collado marró a la primera y recolocó la vara, pero a la segunda fue de lujo y ovación. El murciano brindó al público, entregado a él.

Tres por alto, un tirón y el adolfo cayó. Mmm..., pero como al de antes eso le aupó. Se vino arriba para mal, revolviendo, orientándose y asustando y anunciando la cogida. porque el torero frente a él y frente al viento no cedía. Embroque, tornillo, embroque tornillo… Arrimado y aguantado desafió hasta el cxtremo los pitonazos, y provocando los pititos anónimos de los que no conocen ni toleran la hombría, que fueron ahogados por la ovación enorme al doblar el posible homicida bajo un pinchazo y una estocada pasada atracada de toro.

Manuel Escribano, estuvo tremendo en banderillas. En los seis pares que puso a su lote. Al sesgo, al cuarteo, de poder, al quiebro con violín. Después su poca confianza se vio subrayada por el soso segundo al que impartió algunos pases de temple y largura, entre muchos asilados por las recolocaciones. Además, le mató con dos pinchazos y un fierrazo corto. Al quinto lo recibió en la que al Gallo le llamaban la suerte del perdón. A porta gayola, con larga cambiada de rodillas, y mucho suspenso. Luego “Tomatillo” sacó todo su malgenio y el de Gerena no tuvo más que metérsele en la cuna hasta que le cogió se lo pasó de un pitón al otro cortándole un cairel de la hombrera derecha. Se hubiera entendido que claudicara, cogiera la espada y saliera del trance, pero cómo, con lo que acaba de hacer Rafaelillo, hubiese sido una falta de respeto y optó por apostar el cuero, agotando los nervios de la concurrencia y claro más los de los famosos silbiditos andróginos. Una estocada frentera, descentrada pero fulminante y ovación en el tercio a la ofrenda.

Alejandro Talavante, en su cuarta corrida en esta feria, no solo terminó completando la desilusión, sino que pegó el petardo final. !Qué bronca! Con almohadillazos y todo ¡Uff! Inseguro, defensivo, ventajista, se puso a buen recaudo de sus dos adolfos y como por coincidencia tenían un reserva de Garcigrande, se lo sacaron para reemplazar al ofensivo sexto, que también coincidencialmente salió baldado de los remos traseros. El sustituto, también cinqueño, como toda la corrida, que pesaba 615 kilos, fue casi ejecutado extrajudicialmente por Manuel Cid en un tercio sangriento e infinito. Luego nada de nada, entre la indignación de los pagantes. Cuarteando comenzó a pinchar y pinchar hasta siete veces, después, avisado ya, tiró media espada sin efecto y un descabello. Fue cuando comenzaron a caer cojines. Para qué sigo.

Adolfo Martín, dijo que lamentaba la devolución del sexto y que de los otros el que no le había gustado fue el segundo. Bueno, él no es el que los torea.

FICHA DEL FESTEJO

Sábado 4 de junio 2022. Madrid, Plaza de Las Ventas. 28ª de San Isidro. Sol y viento. Lleno. Seis toros de Adolfo Martín cinqueños, bien presentados, de juego diverso, un 6º bis, de Garcigrande, bien presentado y agotado en varas.

Rafaelillo, oreja y saludo.

Manuel Escribano, silencio y saludo.

Alejandro Talavante, pitos y bronca con almohadillas tras aviso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario