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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 28 de septiembre de 2023

BARCELONA F.C.: Cohecho (Se estrecha el cerco) / por Jesús Bengoechea


“EL DELITO ESTÁ CONSUMADO AL HABERSE REALIZADO EL PAGO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE DEMUESTRE O NO LA CORRUPCIÓN SISTÉMICA DEL ARBITRAJE ESPAÑOL A CAUSA DE TALES PAGOS”, REZA EL AUTO EN UN MOMENTO DADO. ES DECIR, NO HACE FALTA DEMOSTRAR QUE EL BARÇA OBTUVO FRUTO (ES DECIR, ARBITRAJES FAVORABLES) A CONSECUENCIA DE SUS TRANSFERENCIAS A LA ESTRUCTURA ARBITRAL, DADO QUE LA MERA TENTATIVA DE CORRUPCIÓN YA ES CONSTITUTIVA DE UN DELITO DE CORRUPCIÓN

Cohecho (Se estrecha el cerco)

La Galerna/28 septiembre, 2023
El juez del mal llamado Caso Negreira ha imputado al FC Barcelona por cohecho. Hay más derivadas de la noticia, incluidas las imputaciones personales de presidentes como Laporta y Rosell, además de los propios Negreira padre e hijo, pero importan poco en relación a la trascendencia de esta novedad en el caso, como tiene también una importancia relativa el hecho de que, en el momento en que escribo estas líneas, la RFEF esté precintada por la Guardia Civil. Han tenido meses y meses para destruir pruebas y, salvo que la propia ausencia de algún elemento determinado de la investigación pueda constituir indicio de delito, no es muy previsible que este registro conduzca a grandes revelaciones. A veces, más importante que hacer las cosas bien es hacerlas rápido.

De todos modos, ¿qué otras grandes revelaciones hacen falta para que todo el mundo sin excepción concluya que nos hallamos ante el caso más grave de corrupción de la historia del fútbol mundial, amén del más prolongado en el tiempo (dos décadas que sepamos, probablemente mucho más si atendemos al testimonio en La Galerna de Juanjo Maqueda y a lo que dicta el sentido común). La corrupción culé, en su interacción con el CTA, comienza probablemente allá por comienzos de los 90, allá cuando parecía existir una contradicción insoportable (y que había que arreglar por lo civil o lo criminal, nunca mejor dicho) en el hecho de que fuese el equipo rival del de la flamante ciudad olímpica el que, en fútbol, lo ganase todo en el ámbito nacional.


El auto del juez es tan devastador que los recientes intentos del panbarcelonismo (mediático y sociológico) por blanquear esta mierda casi producen ternura.

“EL DELITO ESTÁ CONSUMADO AL HABERSE REALIZADO EL PAGO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE DEMUESTRE O NO LA CORRUPCIÓN SISTÉMICA DEL ARBITRAJE ESPAÑOL A CAUSA DE TALES PAGOS”, REZA EL AUTO EN UN MOMENTO DADO. ES DECIR, NO HACE FALTA DEMOSTRAR QUE EL BARÇA OBTUVO FRUTO (ES DECIR, ARBITRAJES FAVORABLES) A CONSECUENCIA DE SUS TRANSFERENCIAS A LA ESTRUCTURA ARBITRAL, DADO QUE LA MERA TENTATIVA DE CORRUPCIÓN YA ES CONSTITUTIVA DE UN DELITO DE CORRUPCIÓN

¿Puede haber administración desleal de los altos funcionarios culés, en el sentido de que dieron un mal uso (arbitral) a recursos de la institución? Puede ser que también la haya, pero no es ese el tema.

¿Puede ser que parte de los fondos destinados a Negreira terminaran al bolsillo de algún dirigente blaugrana? Pues a lo mejor también, en pequeña medida, pero no es eso lo que se juzga.

¿Es posible que todo esconda una trama de blanqueamiento de dinero? No se adivina cómo, pero no es descartable que algo de eso haya, si bien no es esta la acusación principal.

La acusación principal es la de cohecho. O sea, la de soborno. O sea, la de pagar a la cúpula arbitral para garantizarse arbitrajes proclives disfrazados de “neutrales”, como el mismísimo Negreira admitió ante la Hacienda Pública cuando sus funcionarios comprobaron estupefactos que la institución catalana había tratado de desgravarse fiscalmente los gastos de compra de colegiados.

Ya no caben, pues, ninguna de las piruetas dialécticas antes reseñadas como favoritas del barcelonismo. No debería quedar un solo barcelonista sensato y cabal que no reconociese que esto es un delito gravísimo y ominosamente prolongado en el tiempo.

“El delito está consumado al haberse realizado el pago, independientemente de que se demuestre o no la corrupción sistémica del arbitraje español a causa de tales pagos”, reza el auto en un momento dado. Es decir, no hace falta demostrar que el Barça obtuvo fruto (es decir, arbitrajes favorables) a consecuencia de sus transferencias a la estructura arbitral, dado que la mera tentativa de corrupción ya es constitutiva de un delito de corrupción.

La pregunta entonces es:

¿qué más hace falta investigar? Pregunta que por supuesto armoniza con el tono demoledor del auto, que es en sí mismo una sentencia, aunque no sea a este juez al que corresponda tomar la decisión definitiva.

Los absurdos remilgos de la opinión pública culé sobre el poder (o falta del mismo) de Negreira para influir en las carreras de los árbitros quedan asimismo desbaratadas en este párrafo devastador.


El cerco se estrecha, y de qué manera. Seguiremos informando.
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Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, José María Enríquez Negreira y su hijo han sido igualmente imputados por el juez Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona según anuncia 'El Debate'

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