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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 5 de noviembre de 2013

ANÁLISIS DE LA TEMPORADA 2013 (V y ÚLTIMO) / Por José Antonio del Moral



"...Lo que ahora mismo es absolutamente imposible es ver aparecer nuevos ganaderos..."

ANÁLISIS DE LA TEMPORADA 2013 (V y ÚLTIMO)
La cantera y el difícil presente del toro y del negocio

José Antonio del Moral
Hace unos días leí unas declaraciones de Alejandro Talavante en las que manifestaba que él fue el último novillero importante que lanzó Madrid. Llevaba toda la razón. Porque novilleros que pueden “funcionar” surgen varios cada temporada. El escalafón superior está hasta los topes de recién alternativados que podrían “funcionar” y apenas torean porque no tienen condiciones para empujar y aún menos para quitar el puesto a nadie. Tampoco los varios avanzados parecen inquietar. Hace algo más de un año saltó en Sevilla con salida por la Puerta del Príncipe incluida uno que pareció ser ese fuera de serie que siempre buscamos, Lama de Góngora, y el caso es que logró que le pusieran en todas partes menos en las temibles plazas de Madrid y Bilbao, imagino por prudencia propia y de sus mentores. Bueno, pues todavía no ha sido capaz de romper la barrera. Este año solamente hemos visto a dos que podrían saltarla: el nieto menor del inolvidable Juan Barranco que se hace llamar Posada Maravillas, tercero de la saga del los Ambel, y a un limeño de Perú que se llama Andrés Roca Rey. Apunten sus nombres y a ver si acertamos.

Seguro que muchos me van a llamar diciéndome que hay otros que yo no he visto. No se preocupen, si son buenos de verdad seguro que les veré más pronto que tarde. Y es que a Dios gracias, todavía salen muchos niños dispuestos a ponerse delante vestidos de seda y oro. De modo que, en cuanto al futuro del toreo respecto a próximos matadores importantes, no hay que preocuparse demasiado. Salen pocos realmente interesantes, pero salen y continuarán saliendo. Hay un aserto que no siempre se cumple pero se repite. Cada 20 o 25 años salta una gran figura. Llevamos tres décadas seguidas con cuatro. Todavía ejercen dos de los ya veteranos: Espartaco, Ponce, El Juli, Manzanares y quizá alguno más que está por ver si lo consiguen. No hay que llorar tanto entonces….

La crisis en la cabaña de bravo

Lo que ahora mismo es absolutamente imposible es ver aparecer nuevos ganaderos. Tras los muchos años de vacas gordas o más bien decir gordísimas, cada año venían apareciendo como setas nuevos criadores sin tradición familiar ni experiencia alguna que, por ricos o sobre todo por nuevos ricos, compraban puntas del teóricamente mejor ganado que había en el mercado de bravo para presumir al ver sus nombres en los carteles y sacaban pecho hasta que, por malos ganaderos, las empresas dejaban de comprarles corridas. Por la dichosa crisis hemos pasado a todo lo contrario. Hay muchos y algunos con nombres y apellidos de alcurnia y fama que están deseando que alguien les compre lo que ya no pueden mantener por práctica imposibilidad económica. Y es que de bravo, no venden ni un pitón y, para carne, a muy bajo precio. Estos sí que lo están pasando peor que mal. Pero es que los que todavía lidian, incluso los más solicitados, se las están viendo tiesas para continuar. El enorme esfuerzo de los que todavía pueden mantener sus ganaderías es mayúsculo y, en algún caso, heroico. El toreo les debe un homenaje.

Por lo demás, la mayoría de “los de siempre” continúan lidiando allá donde son llamados, debidamente satisfechos según los siempre variables precios del mercado conforme a la consabida pregunta “de cuanto lo queréis ustedes”, claro, porque en todas partes lo hay barato, caro y carísimo.

Así pues, todos los productos Domecq siguen siendo los más solicitados. Desde lo de Matilla pasando por la este año gran camada de Daniel Ruíz Yagüe, hasta los más aristocráticos de la saga familiar: Jandilla, Juan Pedro y Zalduendo en cuyas camadas hubo más bueno que malo con corridas soberbias de Borja y de Juan Pedro Jr, y excelentes toros sueltos de Fernando.

De la misma familia aunque con sus particularidades, continúa arriba la ya legendario ganedaría de Torrestrella, a cargo de Álvaro Domecq Romero que sigue fiel a lo marcado por su inolvidable padre 

Y de lo mismo con otros apellidos, este año ganó a todos Garcigrande, felicidades al padre y al hijo; Victoriano del Río en la rama Juan Pedro que ha echado toros de campeonato. Y de la rama Jandilla siguió reinando Fuente Ymbro pese al terrible bache que padeció en agosto por equivocada alimentación, finalmente salvado para renovada satisfacción de su dueño, Ricardo Gallardo.

Lo de don Atanasio y luego de don Gabriel (q e p d ambos) sigue en las buenas manos de la familia Fraile (Puerto de San Lorenzo y Valdefresno).

Y de lo de Núñez Rincón, honor y glorias para la ya clásica de Alcurrucén con enhorabuena a familia Lozano por su corridón de Bilbao que tan bien lució Ponce, sin olvidar el gran toro de este mismo encaste que este año echaron en Madrid los hijos del impar Manolo González. Chapeau, Manolito e Ignacio. 

De las toristas, mantenido arriba Victorino Martín. Subió mucho esta temporada y a mejor Miura que ya era hora. Y una gran corrida en los Sanfermines de la inolvidable gran señora de la ganadería, doña Dolores Aguirre Ybarra.

Bien y en alza los actuales y principales depositarios del encaste Santa Coloma, señores Conradi, padre e hijos.

Y del histórico encaste Murube, los herrados con los varios hierros familiares de don Pedro Gutiérrez y de su esposa doña Carmen Lorenzo, este año no solo felices ganaderos, también de gran enhorabuena por el bodón de su hija con el gran matador de toros Miguel Ángel Perera. Todo fue una maravilla ese día en Salamanca, hasta la ostensible felicidad del jefe supremo en el acontecimiento, antes y siempre El Niño de la Capea. Enhorabuena a todos.

Pero también debe quedar en este análisis la cada vez más preocupante falta de raza, de casta y de fuerza en la mayoría de las ganaderías. Con alzas o bajas, casi todas vienen padeciendo bastante de estas tres faltas y la mayoría sufren la desigualdad del comportamiento de sus productos. Claro que en esto hay excepciones positivas como es el caso del ya citado como triunfador del año Domingo Hernández con sus dos hierros, el de su propio nombre y apellido y el más conocido de Garcigrande. Ojalá dure mucho la ya larga buena racha. Llevan tres años seguidos inolvidables.

En cambio, la que fue santo y seña Núñez del Cuvillo, a partir de la temporada 2011, todavía no ha logrado ser lo que fue en las anteriores campañas. Pero creo que lo conseguirán.

Este año, la crisis ha pesado también en la idoneidad de la alimentación del ganado que, si se utilizan los mejores piensos, resultó carísima. La rebaja de la calidad de los piensos también se ha notado. Criar un toro siempre fue muy caro y, actualmente, esta carestía la pueden sostener poquísimos.

En cualquier caso, la peor consecuencia de la crítica situación de la cabaña de bravo es la desaparición de muchas divisas que quizá hayan guardado los mejores sementales y las mejores vacas a la espera de que pase el tremendo chaparrón económico. Veremos.

La crisis también se cebó en las empresas

En cuanto a la asistencia de público a las plazas de toros, de los pequeños recintos con pequeñas ferias solo se salvó Olivenza. Y de las grandes, solamente Pamplona. Las ferias de Sevilla y de Madrid permanecieron tal cual en número de festejos, pero bajó el número de abonados y aunque la asistencia fue discreta, se puso muy pocas veces el cartel de “no hay Billetes”. La reventa fue la gran perdedora. De las plazas medianas provinciales, la feria mejor librada económicamente fue la de Albacete. Quizá este año también la de Gijón como consecuencia del cierre taurino de Illumbe en San Sebastián. Y casi todas las demás, ruinosas con tal o cual corrida estrella en cada feria porque los aficionados suele elegir una corrida o a lo sumo dos para comprar entradas y punto. El bajón más escandaloso por más notorio fue el de la plaza de Vista Alegre de Bilbao en sus Corridas Generales. Solo hubo un tres cuartos en la tarde más exitosa con Ponce y El Juli en el cartel. En sus otras actuaciones el bajón de público fue increíble. Pero no se perdió dinero por lo carísimo de las entradas. Lo más caro fue ocupado y casi nada en lo más relativamente barato de sol y en las localidades altas. En vista de lo cual, lo idóneo sería rebajar por lo menos a la mistad los precios de estas localidades que ya no tenían nada de “populares”. Digo yo que sería mejor y más rentable verlas llenas que vacías. O no, señores de la Junta Administrativa. Vaya esta misma sugerencia para las demás empresas.

En la mayoría de las plazas francesas, sin embargo, no se notó tanto la crisis. En Francia hay bastante más aficionados y entendidos que en España en donde lo que prima es el público de aluvión. No obstante, empieza a ser preocupante el cambio de comportamiento de los espectadores en alguna plaza como sobre todo en Dax. La gente de allí se ha decantado por las corridas duras y por los toreros baratos por los abusos que las figuras venían cometiendo al exigir corridas francamente impresentables. Atención a este dislate que, de seguir, puede irse de las manos de los organizadores y a los principales toreros. Alguno ya habla de no torear en estas plazas desvirtuadas por culpa de todos y de una prensa vilmente aleccionadora de los ingenuos que prefieren gatos viejos que pequeñas liebres. Lo mejor, como en cualquier otra cosa, es el medio virtus. Pero mantener esto siempre es más caro.
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De toros en libertad

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