"...Pues bien, la historia real o la real historia es ésta. Se ha diseñado un plan que se puede describir porque es visible en las altas esferas gubernamentales y en el palacio de Somontes para tratar de hacer ver a los catalanes que el resto de España no les odia. Y que existe una voluntad decidida por abrazar sus intereses, sus mitos, sus leyendas y sus iconos. Uno de ellos es el Barça..."
Lo que esconde el amor de Cardenal
- Dicho y hecho. Porque al fin y al cabo Miguel Cardenal no es sino un mandado, en primer lugar de José Ignacio Wert y, obviamente, del señor de la Moncloa.
Graciano Palomo
El “cardenalazo” provocado por el secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior (CSD) a través de una carta publicada en El País subrayando su "orgullo" por el Barcelona FC tiene su aquél.
Sucede, sin embargo, que al orondo Miguel Cardenal (Bilbao, 1968, catedrático de Derecho), hijo del primer fiscal general del gobierno del PP en 1996, se le fue la mano a la hora de pedir que la Agencia Tributaria por un lado, y la Audiencia Nacional por otro, dejen de apretar el dogal contra el referido club.
Un artículo que se hizo para unir y englobar. ¿Quién no va a estar de acuerdo en valorar en lo que vale a los Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets, Valdés que se han partido los morros (literal) y las rodillas (literal) por España?
Pues bien, la historia real o la real historia es ésta. Se ha diseñado un plan que se puede describir porque es visible en las altas esferas gubernamentales y en el palacio de Somontes para tratar de hacer ver a los catalanes que el resto de España no les odia. Y que existe una voluntad decidida por abrazar sus intereses, sus mitos, sus leyendas y sus iconos. Uno de ellos es el Barça. No hay que olvidar que el presidente lee todos los días el Marca –más bien aprovechando los ratos muertos a bordo del vehículo oficial- y alguien desde Cataluña le alertó sobre el “daño” objetivo que se realizaba al entendimiento si cuajaba entre los ciudadanos de aquella comunidad autónoma que Madrid, por perseguir, también se ensaña con el equipo de su referencia.
Dicho y hecho. Porque al fin y al cabo Miguel Cardenal no es sino un mandado, en primer lugar de José Ignacio Wert y, obviamente, del señor de la Moncloa.
Coge la pluma y escribe. Punto.
Pero nadie le dijo que la tinta la arrojara sobre los predios de Montoro y Gallardón que, ya se sabe, los excesos de los subalternos termina por clavar el estoque en el pecho del maestro.
-¿Dimito?, pregunta.
-¡Qué dices!, aguanta que siempre que llueve escampa.
Moncloa style.
*** El Confidencial
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La ética y la honradez son unas de las cualidades que desaparecieron en el ejercicio político en España. Hay casos más grave desde luego que este del señor Cardenal haciendo de cipayo del Príncipe de Asturias y del mentiroso presidente del gobierno. Lo pero es que no son hechos aislados sino que forman parte del día a día con el fondo de corrupción y manipulación de las instituciones y de la sociedad que producen el desprecio social; por lo menos el mío. ¡Que gentuza, Dios mío!
ResponderEliminarFrancisco Rus