"...Pues bien, desde aquí grito lo que tantas veces se escucha a los peñistas sanfermineros: “¡Manos arriba, esto es un atraco! Pero uno prefiere otro grito como el que escuché en La México contra un muy veterano de allá que, siendo mil veces mejor que Uceda, terminó por hartar a sus compatriotas: “Oiga, váyase y, de paso, llévese a los que le acompañan…” Ayer nos dieron ganas de gritar lo mismo en más de una ocasión..."
4ª de los Sanfermines en Pamplona
Vergonzoso desperdicio y dolosa masacre de la corrida de Dolores Aguirre
- Abandoné la plaza avergonzado. Y no solo por los toreros. También por la ignorancia y el pasotismo de la mayoría del público. Me gustaría saber qué dijeron de todo esto los comentaristas de Canal Plus. Espero las versiones de quienes quieran hacérmelo llegar.
Los tres primeros toros fueron de claro triunfo y solamente Paulita se medio acopló con el tercero. Uceda Leal y Francisco Marco anduvieron con los suyos para quitarles el carnet. Los más serios y cuajados de la segunda mitad quedaron inéditos porque los mataron en el caballo con premeditación y alevosía. La tarde resultó por todo ello absolutamente vergonzante.
Plaza de toros de Pamplona. Martes 8 de julio de 2014.
Cuarta de feria. Tarde fresca y medio nublada con casi lleno.
Seis toros de Dolores Aguirre, muy desigualmente presentados y de buen juego para el torero en distintos grados de manejablilidad. El primero, un terciado veleto, manseó en el caballo pero resultó noble hasta orientarse por el miedo de quien lo mató. Muy noble por los dos pitones el segundo. Con clase aunque muy flojo el tercero. Inédito por masacrado en varas el cuarto. Lo mismo quinto y sexto aunque éste llegó con algo más de resuello y franquía a la muleta.
Uceda Leal (marino y oro): Dos pinchazos y casi entera, silencio tras pitos al matar. Pinchazo y estocada, silencio.
Francisco Marco (verde botella): Pinchazo y bajonazo infamante, piadoso silencio. Media trasera y descabello, otro piadoso silencio.
Paulita (amapola y oro): Tres pinchazos y corta tendida, palmas seguidas de silencio. Estocada, palmitas.
Me pregunta un lector que cuales son los toreros que deberían dejar de ser contratados en las ferias por demasiado vistos sin que apenas hayan progresado desde que tomaron la alternativa que, en algunos casos, supera lo imaginable. Lo dije a raíz de la triunfal y esperanzadora novillada que abrió esta feria el pasado 5 de julio. Lo dije sin nombrar a nadie para no molestar a ninguno. Pero ya que lo pregunta con tanta curiosidad, mire usted, señor, empiezo por los que actuaron ayer en la cuarta corrida de esta feria. El cartelito se las traía porque en vez de separarles, les juntaron y de la cita nos dieron ganas de quitarnos. Hay uno, el primero, don José Ignacio Uceda Leal que lleva ya un montón de años gracias a los muchos defensores que tiene, incluidos algunos críticos de los que ocupan altas tribunas. En San Isidro dejó escapar un toro de los que yo llamo para cantarlo en latín y quien más le protege se agarró a la oreja que cortó para ponerle por las nubes. Pues bien, desde aquí grito lo que tantas veces se escucha a los peñistas sanfermineros: “¡Manos arriba, esto es un atraco! Pero uno prefiere otro grito como el que escuché en La México contra un muy veterano de allá que, siendo mil veces mejor que Uceda, terminó por hartar a sus compatriotas: “Oiga, váyase y, de paso, llévese a los que le acompañan…” Ayer nos dieron ganas de gritar lo mismo en más de una ocasión.
El aliciente de la tarde fue la corrida de Dolores Aguirre, tantas veces triunfadora en los Sanfermines y, si irnos más lejos, el año pasado que la celebramos con la pena de que Dolores acababa de fallecer pocos meses antes, durante la feria de abril en Sevilla. Ayer la volvimos a echar de menos y creo que nos ocurrirá lo mismo en las temporadas que nos esperan… Pero bueno, ¿salvaríamos a Paulita por el momento? Ayer debutó en Pamplona y al final también quedó desacreditado.
Vareado el mulato y veleto primer toro. Suelto a la primera del capote de Uceda Leal en el recibo. Metió la cara en los vulgares lances que siguieron. El primer puyazo lo tomó por su cuenta al encontrar el caballo contrario en su huída. Pero el segundo lo tomó en regla aunque saliendo de naja. Uceda desistió de hacer su quite. Muy desigualmente banderilleado. Empezó tanteando muy movido Uceda, como si el toro fuera malo siendo noble. Luego se confió un poquito y dio tres con la derecha, corrientísimos y prudentes. No cesó de bailar en los siguientes y el animal se enteró. Asustadísimo, pinchó dos veces resultando desarmado. Arreó un bajonazo en la tercera agresión y el toro se levantó tras echarse. Murió aculado en tablas.
El más cuajado cuarto hizo una salida similar a la de sus hermanos. La clásica de los toros procedentes de don Atanasio Fernández que, si estuvo viendo la corrida desde el Cielo, seguro que no pudo contener su disgusto con Uceda y Marcos. Distraído, acometió al caballo y le pegaron muchísimo. Como también en el segundo puyazo. Uceda esperó a que se lo mataran antes de liquidarlo él con la espada. El animal se acobardó en banderillas. ¡Claro¡ No iba a acobardarse tras la masacre a que le sometieron. Menos mal que la gente estaba más pendiente de la merienda… Cambiaron el tercio de banderillas con solo dos pares. El animal siguió acobardado y huyendo en la muleta. Uceda macheteó sin más contemplaciones, resultó desarmado de mala manera y se libró del ya asesinado moribundo de pinchazo y estocada. !Váyase de una vez, señor Uceda¡ Hace años que tendría que estar usted en su casita. Habrá que leer hoy a su sempiterno protector si se atreve o no a defenderle.
El corretón negro segundo también metió la cara en el duditativo capote de Marcos. Cumplió en el caballo acostado en el peto y salió suelto. Marcos quitó por corrientes chicuelinas. En el segundo puyazo le dieron estopa. Saleroso Paulita en su quite. Buenos pares de Venturita. Marco brindó a sus paisanos y se fue a los medios para dar dos cambiados por la espalda. Aguantó con la derecha aunque acelerado y desigualmente templado. Otro toro de oreja. ¿O no? Marcos, siguió por bajo de la noble embestida del burel. Tanto a derechas como a izquierdas. Lástima de toro desperdiciado. Se descaró en un desplante y siguió de rodillas para la galería hasta adornarse para cerrar el notorio desperdicio. Y encima lo pinchó cuando muchos estaban a punto de pedir una orejita de regalo. Acabó con el toro de infamante bajonazo. Y hasta le ovacionaron ¡Qué vergüenza!
Muy serio el quinto. Aterido recibo de Marcos queriendo lucirse con el capote sin poder. También le dieron estopa en varas tratando de taparlo poniendo al toro le lejos sin ser toro para eso. El segundo puyazo fue tremebundo, demoledor. Esto en la Pamplona de hace 25 años hubiera provocado una bronca descomunal. Bien Pascual Mellinas en palos. Marcos se marcó un trasteo intentando hacer creer que quería sin querer y sin poder. Este chico debería hacerse actor. Hasta hizo gestos de haber estado bien…Si no fuera navarro, estaría hace años en los albañiles. Lo mató de media trasera y dos descabellos. Hasta tuvo la desfachatez de saludar. Váyase usted también. Pero ya verán como el año que viene le pondrán otra vez….
También corretón de salida el tercero. Más que los anteriores. Pero cuando pasó metía la cara. Y, señores, tres verónicas y media buenas. Por fin vimos torear. Paulita parecía Ordoñez al lado de los otros dos. Al toro, flojo, le cuidaron en varas. Media sin rematar a pies juntos de Uceda. Nada especial en banderillas. E inicio de faena por alto y a media altura con la derecha de Paulita con desigual trazo por su preocupación de que no se cayera el animal. Mejoró bastante el trasteo al natural. Y asimismo después con la derecha otra vez. Más naturales con el toro ya vencido – perdió las manos – y gracia en los adornos. Lo estropeó pinchando. Pero anduvo a años luz de sus colegas.
Alto y también muy serio el burraco sexto. Suelto del capote de Paulita. Metió la cara aunque frenándose a mitad del viaje. Pero tuvo bravura y fijeza en el caballo. También le pegaron excesivamente. Intolerable doble agresión del piquero. ¿Usted también Paulita?… Con todo lo que le hicieron, valió para la muleta aunque lógicamente no tanto como si se hubiera lidiado bien. Otra “pata”, la tercera, para el mismo banco del desperdicio y de la dolosa masacre. A Paulita apenas le salvó la estocada.
Abandoné la plaza avergonzado. Y no solo por los toreros. También por la ignorancia y el pasotismo de la mayoría del público. Me gustaría saber qué dijeron de todo esto los comentaristas de Canal Plus. Espero las versiones de quienes quieran hacérmelo llegar.
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