..si Florentino anda mirando el centimillo para volver a poner en pie el estadio de fútbol más importante del mundo, o lo hace ahora, cuando acaba de conquistar su tercera Copa de Europa consecutiva, o calla para siempre.
Alguien me sugirió el otro día que detrás de la inacción del Real Madrid en la cuestión de los fichajes, una calma total que empieza a poner de los nervios a muchos aficionados que ven cómo los demás equipos sí fichan, podría encontrarse la construcción del nuevo Santiago Bernabéu. Tengo para mí que, puestos en la balanza la contratación de un 9 que supla a Cristiano y la remodelación del estadio, al presidente merengue le importa bastante más lo segundo que lo primero, pero pienso yo que, aún siendo vital el proyecto del nuevo campo, debiera existir cierto equilibrio entre ambas cuestiones puesto que sin grandes jugadores es posible que no lleguen los títulos y sin títulos es más difícil que se llene el estadio, ¿no?...
Quien me sugirió lo del campo se limitó a aplicar la lógica pura y dura. Visto así, si Florentino anda mirando el centimillo para volver a poner en pie el estadio de fútbol más importante del mundo, o lo hace ahora, cuando acaba de conquistar su tercera Copa de Europa consecutiva, o calla para siempre. Pero, de ser eso cierto, alguien debería transmitírselo al aficionado porque a mí no paran de preguntarme por la calle cuándo va a fichar Florentino. El seguidor madridista sabe que el Real Madrid tiene dinero y, aunque es cierto que si el club quiere competir en el futuro con las grandes fortunas deberá poner en práctica otro modelo (por ejemplo el de ir a por las jovenes promesas) no lo es menos tampoco que empieza a tenerse la sensación de que el mejor club deportivo de la historia se ha convertido de la noche a la mañana en un equipo vendedor cuando siempre acudió al mercado a comprar lo mejor de lo mejor.
Esa sensación, por cierto, no la tienen únicamente los aficionados sino que, sobre todo a raíz de la marcha de Cristiano a la Juve, se ha transmitido, puede que erróneamente, a las estrellas y a sus representantes. Como Kovacic quiere irse para jugar unos minutos que él cree que Lopetegui no está dispuesto a darle, se declara en rebeldía... y lo peor es que el Madrid se lo piensa; como Modric quiere firmar su último gran contrato y el Inter ha visto cómo su rival en el calcio se ha reforzado con CR7 gracias al club blanco, los italianos vienen al caladero merengue a pescar al que podría ser el próximo Balón de Oro y éste... se deja querer. ¿Quién será el próximo? ¿Bale? ¿Kroos? ¿Casemiro? Y mientras tanto, Florentino parece el único hombre tranquilo entre tanta desesperación.
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