la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 4 de junio de 2019

LAS VENTAS. Empate a cero en la última novillada / por Antolín Castro


Los modales de los de negro han sido por los bravas no por lo bravo


Empate a cero en la última novillada

El símil del fútbol nos puede valer para expresar el resultado de la última novillada de la feria en Madrid.

Tres novilleros de distintas nacionalidades trenzaron este último paseíllo para novilleros en la Feria de San Isidro. Portugués, español y mexicano, tres jóvenes con ganas de abrirse camino en esta difícil profesión.

Para ganar hay que desear el triunfo y en ese sentido todos los novilleros salieron a por la victoria en la tarde, pero enfrente tuvieron unos novillos que salieron a defenderse y jugaron solo al empate a cero, resultado que finalmente obtuvieron.

Los novillos de Fuente Ymbro plantearon el partido a su manera, una defensa pétrea y dura para con sus rivales, a los que no dejaron efectuar incursiones preciosistas, ni tampoco profundas. Les dejaron todo el campo para que jugaran a lo que quisieran, pero en cuanto intentaron pisar las áreas, ahí eran entrados duramente, con un juego bruto y si me apuran hasta antirreglamentario.

De ese modo, era imposible que les marcaran goles, la dureza de su defensa lo impedía con todo tipo de argucias y los de negro defendieron su parcela con uñas, dientes y con pitones afilados. Lo cierto es que los de azul celeste, blanco y lila no paraban de atacar, pero sin ver por dónde meterles mano. Aguantaron todo tipo de tarascadas pero el triunfo se les negaba por la vía más expeditiva.

No creemos que el entrenador de los de negro, el Sr. Gallardo, pueda estar orgulloso de sus pupilos, pues es imposible que les pidiera tanta resistencia como para hacer inviable el triunfo de Portugal, España o México. Estos salieron magullados pero manteniendo en alto su espíritu guerrero en pos de la victoria, que no llegó.

Actitud de la terna por caminos similares ante la imposibilidad de que fuera el toreo clásico el que presidiera el festejo. El más cercano, sin duda, fue el mexicano Diego San Román, que batalló el triunfo, aguantó las guadañas defensivas como ninguno, pero el resultado obtenido fue solamente el reconocimiento del público asistente.

Quien disfrutó de la defensa más laxa para poder alcanzar la victoria fue el español, Antonio Grande, pero cuando en su primer tiempo tuvo la ocasión de marcar falló estrepitosamente el penalti de la espada.

El portugués, Juanito, pechó con las malas artes defensivas de sus rivales y muy a su pesar tuvo que conformarse con el consabido empate a cero.

Les puedo asegurar que el formato futbolístico utilizado se corresponde y se ajusta con los méritos de los de luces y la espesa negrura y malas ideas de los de negro.

Taurinamente hablando los tres merecen tener otra oportunidad contra enemigos de mejor condición, pues actitud de novilleros y en novilleros han tenido durante toda la tarde. Hoy no vinieron a pasearse ni a mostrar la técnica aprendida, más bien parecían tenerla aparcada u olvidada, basándolo todo en no dejar nada por hacer, allá penas si los astados les daban o no alguna facilidad.

Los novillos, bien presentados, ni de lejos nos hicieron recordar el juego más en bravo que otras veces ha mostrado esta divisa de Fuente Ymbro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario