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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 12 de agosto de 2023

El triunfo es el sostén de la Fiesta / por Pla Ventura

 

"...Si el clamor artístico es el que concita la afición de los aficionados e invita a los que no lo son a participar en dicho festín, ¿por qué valen los triunfos de unos y se olvida el de los demás? Ahí está la madre del cordero. Lo digo porque este fin de semana he podido comprobar un hecho grandioso de por más por parte de dos toreros humildes que, tanto el uno como el otro han protagonizado dos tardes inolvidables. Ahora lo explico con detalle..."

El triunfo es el sostén de la Fiesta

Pla Ventura
Toros de Lidia/11 agosto, 2023
Hablo muy a menudo con un matador de toros considerado artista de los años ochenta del pasado siglo y, este señor me dice siempre que la fiesta solo puede sostenerse con el éxito de los toreros y, tiene toda la razón del mundo porque el triunfo es lo que tiene repercusión y crea adeptos para que se conviertan en nuevos aficionados que, por supuesto, tanta falta hacen.

Claro que, a tenor de lo dicho me sigo preguntando. El triunfo, ¿de quién? Lo digo porque si se trata de toreros humildes, ese éxito logrado solo les sirve para alimentar su alma porque, el mismo, como tal, debería de prodigarse muy a menudo por esas plazas de toros de Dios. Insisto que, si el éxito fuera el denominador común de todos los festejos y de todos los diestros, la dicha no podría ser mayor. Pero, amigo, aquí viene el quid de la cuestión que no es otra que la diferencia del que triunfa. Bienvenidos sean los triunfos de Daniel Luque y Tomás Rufo que lo hacen todos los días, acción que refrenda lo que podría ser la grandeza de la fiesta.

Si el clamor artístico es el que concita la afición de los aficionados e invita a los que no lo son a participar en dicho festín, ¿por qué valen los triunfos de unos y se olvida el de los demás? Ahí está la madre del cordero. Lo digo porque este fin de semana he podido comprobar un hecho grandioso de por más por parte de dos toreros humildes que, tanto el uno como el otro han protagonizado dos tardes inolvidables. Ahora lo explico con detalle.

En el caso de David de Miranda, un chaval digno de admiración que, hace unos años sufrió una tremenda cogida en Vitigudino que, para su desdicha estuvo más de un año recuperándose. Con la bendición de Dios y un esfuerzo titánico, De Miranda superó el amargo trance, volvió a los ruedos y en el 2019 toreó en Las Ventas, cortó dos orejas, salió por la puerta grande y, al año siguiente apenas toreó una decena de festejos. Luego vendría la pandemia y lo destrozaría todo. David de Miranda, por supuesto, fue uno de los grandes damnificados. La única fortuna del diestro onubense es que siempre ha tenido un pueblo que le ha respaldado, el coso de la Merced de Huelva, una plaza que ha toreado casi todos los años.

El pasado fin de semana, David de Miranda tenía una oportunidad soñada en su pueblo, torear un mano a mano con Roca Rey con una corrida de lujo, una tarde que no decepcionó  a nadie, superó a Roca Rey, cortó tres orejas en loor de multitud y estaba el chaval más contento que unas castañuelas en pleno repique. Al día siguiente, De Miranda, sustituyó a Morante en Huelva logrando otro éxito de clamor para convertirse en el triunfador absoluto de la feria. Una buena acción por parte de la empresa que, impartió justicia y ganó más dinero del pensado porque, como todo el mundo sabe, Morante se lleva un saco de dinero y, para Miranda, entre las dos tardes el chaval habrá sacado para echar el año para adelante que suelen decir los toreros. Estamos hablando de un diestro que ha tenido dos triunfos de clamor en dos días seguidos y, ¿ahora qué? Si quedamos que el triunfo es la grandeza a la fiesta, De Miranda tenía que tenerla toda, para él y para regocijo del aficionado.

Otro caso que chorrea sangre a borbotones no es otro que el de Daniel Crespo, el diestro portuense que, para su “fortuna” tiene que esperar año tras año para que le pongan en su pueblo. Por cierto, según me han contado, Crespo es un diestro excelente pero, suerte que tengas que el saber poco te vale, dice el refrán. En esta ocasión, a Crespo le pusieron en una corrida de lujo, triunfó por lo grande, salió en hombros y su dicha era incalculable. Como le ocurriera a Miranda en Huelva, Crespo sustituyó a Morante en El Puerto –otro gran negocio para la empresa- todo un acto de justicia que satisfizo el alma del diestro del Puerto. Nuevamente, triunfador absoluto de la tarde, salida en hombros y, por dos días seguidos Daniel Crespo se sintió torero desde la montera hasta las zapatillas. Otro ejemplo más de que, el triunfo, por muy reconfortante que sea para el diestro, la realidad es que no sirve para nada ni tiene la menor repercusión. Otra vez será, hermano, le dirán en todos los sitios a los que llame. Desdichadamente, el triunfo sirve pero, para unos, para los demás apenas es una quimera, que se lo digan a Fernando Adrián que de eso sabe más que nadie.

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