El toreo convivió con la ciudad veraniega de Benidorm durante muchos años |
En ese mucho más, por supuesto, encontraremos el Festival de la Canción, donde seguramente sin su celebración nadie sabría quién es Julio Iglesias o Raphael. Pero Benidorm también tuvo una relación fructífera y continuada con el mundo del toreo.
Una plaza muy coqueta disfrutó durante los veranos de muchísimos años de carteles muy atractivos, donde naturalmente entraban turistas extranjeros, pero que a quienes atraían eran a los turistas españoles, fundamentalmente madrileños. De ahí aquellos carteles tan atractivos.
De haber sido solo festejos para turistas extranjeros no hubieran necesitado acartelar a las grandes figuras de aquellos años sesenta, setenta y ochenta. Les hubiera bastado con anunciar festejos taurinos con coletas de menor nivel para atraerles. Para suscitar interés en los habituales de Las Ventas, que también muchos gustaban de la calidez de los veranos de la localidad alicantina por excelencia, hacía falta algo más
Toreros que nada tenían que ver con la heterodoxia, o que siendo reconocidos artistas, pisaron su ruedo con frecuencia. Manuel Benítez ‘El Cordobés’ fue el que más veces lo hizo, pero tampoco nada que extrañar pues también era quien más toreaba en todas partes. Su presencia no acredita que fuera una plaza menor, si acaso, todo lo contrario, pues acartelaban a la máxima figura del momento.
¿Quién puede afirmar que El Viti, Paco Camino, Diego Puerta, Antonio Bienvenida o Rafael de Paula, por citar solo cinco, eran toreros especialistas en gaches? Pero hay muchos más de reconocido prestigio entre los que más actuaron allí, como Manzanares, El Inclusero, Palomo Linares, Dámaso González, Niño de la Capea o Luis Francisco Esplá, quienes ocupan lugares preferentes en el escalafón de esa plaza.
Con la docena de nombres citados se podían montar todas las ferias de España, incluidas las de las plazas de primera. Así que un recuerdo y un respeto para un coso que se convertía en plaza de temporada en cuanto el verano se asomaba.
Escalafón muy nutrido de actuantes en la plaza de Benidorm
Yo mismo fui un asistente asiduo a sus tendidos en los años setenta y ochenta, cuando, y por una casualidad, conocí esa ciudad y fui de vacaciones a ella, y a los toros expresamente, en varios años. Y no solo lo hice acudiendo desde Madrid, también lo hice el día de San José de 1984 desde Palma de Mallorca, donde me encontraba trabajando. Rafael de Paula, El Inclusero y Manzanares bien merecían, y merecieron, ese desplazamiento en el día.
Una pena que esa, como otras plazas, pertenezcan solo ya a la memoria de muchos aficionados.
*Agradecimiento a S. Martínez Llobregat por la recopilación de los datos
No hay comentarios:
Publicar un comentario