El maestro Camino, es sin duda el toreo más grande y más completo de los que yo he visto, a partir de 1950. Algunos dicen que Joselito el Gallo es el rey de los toreros. Pues muy bien, pero claro no se puede comparar como se toreaba en tiempos de Joselito y como se hacía en tiempos de Paco Camino, que trajo la verdadera profundidad al torero, y toreó como se torea hoy; es decir adelantó cuatro o cinco décadas a su tiempo. Por lo que he leído, por lo que me han contado, y por lo que he visto en fotos y alguna grabación, Joselito empezó muy joven, tenía una cabeza muy bien organizada para entender al toro y darle su lidia adecuada, y habitualmente banderilleaba, cosa que no hacia Camino.
El maestro Camino también empezó siendo un niño, tenía y tiene una cabeza privilegiada para el toreo, hasta el punto de que el maestro El Viti dijo que Camino era el torreo más inteligente de la historia, y el crítico Gonzalo Carvajal le apodó, con razón, el “Niño Sabio de Camas”; yo digo que tenía y tiene una cabeza privilegiada para todo, y que aunque ya no es niño sigue siendo sabio.
Era extraordinario con el capote, grandioso con la muleta y único con la espada. Creo que es el torero que mejor, con más verdad, más perfecta, ha hecho la suerte de matar, hasta decir, como dicen algunos profesionales, que hace la suerte de matar con arte.
Decir Paco Camino es decir afición, valor, técnica, calidad, arte, e inteligencia frente al toro, por eso triunfó muy fuerte en todo el orbe taurino, como referente del mejor toreo posible.
Nunca pretendió ser el número uno en cantidad de festejos toreados, pues decía y dice que con digan de él que fue un buen torero le basta, y que el buen torero debe ir a su aire, no dejarse coger por cortar orejas. Esa fue y es su filosofía de vida, que me parece muy inteligente.
Como persona no es bien conocido, porque nunca gustó estar en primer plano, más bien lo contrario, siempre intentó pasar desapercibido, pero cuando se le conoce en profundidad se comprende que es un hombre excepcional, por su bondad (ha ayudado a mucha gente necesitada que le ha pedido ayuda), por su verdad, su lealtad, por su integridad, en definitiva, por su hombría de bien.
Por todo ello pienso qué si Joselito fue el rey de los toreros, el maestro Camino es el emperador del toreo hasta la fecha, y por todo lo expuesto me parece merecer, sobradamente, que la Junta de Andalucía le nombre hijo Predilecto de Andalucía, o al menos le otorgue la Medalla de Andalucía, galardones que ya tienen otros toreros, y él incomprensiblemente todavía no.
Soy aficionado al toreo. Solo eso sin más consideraciones que me autoricen, pero como tal debo decir que la pureza taurina de Camino, no la vi en sesenta y dos años de no parar de ver toros en las principales ferias.
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