El 9 de diciembre de 1945 Manolete confirmó su alternativa en México. El padrino del diestro cordobés fue Silverio Pérez, completando la terna Eduardo Solórzano, lidiándose ejemplares de Torrecilla. La plaza de toros de "El Toreo de la Condesa" se llenó al completo, pagándose cifras astronómicas por una localidad que diera acceso al recinto. La cara y la cruz de la Fiesta las vivió Manuel Rodríguez en aquélla jornada tan señalada, puesto que logró un gran triunfo con el primero de su lote, y resultó herido grave en el muslo izquierdo al recibir con el capote a su segundo.
“el nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española y con la lengua de Castilla……… asi pues, las corridas de toros…….. son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos.”. R. Pérez de Ayala
la suerte suprema
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