la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 6 de enero de 2021

René y Ramos / por Mario De Las Heras


Los aficionados conocemos estos movimientos, que ya nos son desagradables. Y lo que es peor, no hacen ningún bien (como se demuestra en no pocas manifestaciones) al capitán, del que incluso se llega a desear su marcha por sus modos de negociar, o por los de su representante.

René y Ramos
  • El vulgar espectáculo del hermanísimo cansa al club y a la afición
Mario De Las Heras
La Galerna / 5 Enero 2021
René Ramos, hermano de Sergio, dirige una agencia de representación, la suya, suponemos que principiada y nutrida por el efecto y la pertenencia a ella del mito de Camas. Cada vez que llega el momento de la renovación de Sergio, el nombre de René Ramos aparece en los periódicos. Filtraciones, retuits, rumores y manejos indirectos de esta clase se suceden en las fechas anteriores a la conclusión de los contratos del capitán del Real Madrid.

Es casi una tradición. René Ramos (del que confieso que ni siquiera sé cómo es físicamente, ahora lo miraré) es como los elfos navideños que vienen a visitar a los niños y cada día de las vacaciones se les aparece en un lugar distinto de la casa. Pero viene como si no viniera. Cada año. Cada contrato, en este caso. Estaba pensando en los representantes de la mayoría de los jugadores del Real Madrid, incluso de la mayoría de los representantes de los futbolistas de todos los equipos.

YO NO HE OÍDO HABLAR NUNCA DEL REPRESENTANTE DE BENZEMA. TAMPOCO DEL DE KROOS. UN REPRESENTANTE QUE MANEJA SUS ASUNTOS CON DISCRECIÓN PROPORCIONA UNA IMAGEN SOLVENTE DE SÍ MISMO, Y MESURADA Y RECTA DE SU REPRESENTADO

Casi todos hemos oído hablar de Mendes y Raiola, entre otras cosas, multinacionales en sí mismos. Habrán oído hablar anteayer, por razones casi imperiosas, de Jonathan Barnett, quizá. Y durante estos años puede que, también, de algunos padres, como el de Neymar (mucho), el de Messi (regular) o el de Morata. Me acuerdo de haber oído hablar a menudo en mi adolescencia del padre de Alfonso Pérez. A todos ellos se les oye o se les oyó hablar.

Yo no he oído hablar nunca (ni he sabido de que hayan hablado, ni siquiera se conoce públicamente su nombre, aunque naturalmente se pueda saber) del representante de Benzema, por ejemplo. Tampoco del de Kroos, por otro ejemplo. Por lo general, no oímos hablar de las gestiones profesionales de los contratos de los futbolistas, lo cual refleja, al menos en la forma, un correcto hacer. Serio, debido, profesional. Propio.

Un representante que maneja sus asuntos con discreción proporciona una imagen solvente de sí mismo, y mesurada y recta de su representado. No parece suceder así, ni mucho menos, en el caso de René Ramos, quien convierte cada renovación de su hermano en la boda de Lolita Flores. Los aficionados conocemos estos movimientos, que ya nos son desagradables. Y lo que es peor, no hacen ningún bien (como se demuestra en no pocas manifestaciones) al capitán, del que incluso se llega a desear su marcha por sus modos de negociar, o por los de su representante.

RENÉ RAMOS GESTIONA LOS INTERESES DEL MEJOR DEFENSA CENTRAL DEL MUNDO CON EL MEJOR CLUB DEL MUNDO COMO SI NO FUERAN LOS INTERESES DEL MEJOR CENTRAL DEL MUNDO Y DEL MEJOR EQUIPO DEL MUNDO

Tampoco parece sentar bien nunca, con lógica, al Real Madrid. Hay un interlocutor enojoso y vulgar en la figura oculta de René Ramos, que gestiona los intereses del mejor defensa central del mundo con el mejor club del mundo como si no fueran los intereses del mejor central del mundo y del mejor equipo del mundo. Es grávido este tema por su persistencia. Cualquiera puede sentir deseos de enviar a René Ramos a los andurriales de donde provienen sus formas, y con ellos a Sergio, quien inevitablemente decepciona.

Es la cantinela que no cesa, cuyo núcleo tanto estira con conocida ordinariez, como si no supiera hacer otra cosa, René Ramos, y que podría causar al fin en cualquier momento el efecto no deseado por hartazgo de una de las partes. Los aficionados ya están cansados de esta matraca ramplona. De este suspense de arrabal, chiringuitero, cuya praxis desagradecida e insolente contrasta con la enorme figura de Sergio Ramos (y del Real Madrid), a la que tan groseramente desmerece.

Fotografías Getty Images.

No hay comentarios:

Publicar un comentario