La resurrección de Jesús
Del toro al infinito
“el nacimiento de la Fiesta coincide con el nacimiento de la nacionalidad española y con la lengua de Castilla……… asi pues, las corridas de toros…….. son una cosa tan nuestra, tan obligada por la naturaleza y la historia como el habla que hablamos.”. R. Pérez de Ayala
la suerte suprema

Pepe Bienvenida / La suerte suprema
domingo, 20 de abril de 2025
Feliz Domingo de Resurrección
sábado, 19 de abril de 2025
Sábado Santo, en la pintura: del descendimiento de la Cruz al lamento sobre Cristo muerto








Pasión y muerte / por Javier Torres

Frente a la capilla se asoman en un balcón un expresidente del Gobierno, un exconsejero de Prisa y una aristócrata, sanedrín laico, estampa de cualquier palco de cualquier Semana Santa de los últimos cuarenta años. Mercaderes, mejor así, fuera del templo. Algunos rayos de sol se filtran en el barrio del Arenal y el político los aprovecha para ocultarse tras unas gafas de sol. Rumor y algarabía juvenil al paso de las plumas de los cascos de la banda de música. Suena la marcha real. Turistas que preguntan, japonesas que no entienden lo que ocurre, móviles que graban y ojos que, por inmortalizar la escena, pierden para siempre la fugacidad del momento.
Pasa la cofradía y los chiquillos se arremolinan en la confitería centenaria que hace esquina. Vuelan las palmeras de huevo y chocolate, huele a café y pestiños, hay dulces con cabello de ángel y torrijas versionadas de mil maneras. Después esos niños juegan con las estampitas de las hermandades y las bolas de cera que forman con la que derraman los cirios de los nazarenos.
El Jueves Santo amanece con llovizna y sorprende tempranísimo al misterio de Jesús ante Caifás, que vuelve a su templo en el arrabal de Triana tras varios días resguardado en la catedral. La tormenta es fugaz pero suficiente, costaleros y mujeres de mantilla contienen la respiración en la soledad del vestidor. Luego ellas, radiantes, se retratan con sus afortunados ante la iglesia del Salvador, mejor si es junto a la estatua de Martínez Montañés. El día se abre.
Antes de la misa de los santos oficios los mayores cuentan a los nietos que antiguamente, cuando no había ni televisión, en la radio sólo emitían música clásica, casi siempre el réquiem de Mozart, los bares, cines y teatros cerraban, España entera estaba de luto hasta que finalizaba el triduo pascual. Hoy en la radio la Conferencia Episcopal pide que marquemos la X en la declaración de la renta para dar casas a inmigrantes.
De pronto llega la madrugada y el Nazareno carga la cruz camino del Calvario. En San Lorenzo Jesús del Gran Poder desafía a las sombras. A pocos kilómetros de allí, en la puerta norte de entrada a la ciudad, Poncio Pilatos se lava las manos ante una multitud que le pide que suelte a Barrabás. Jesús es sentenciado y su madre, Esperanza Macarena, llora en singular belleza, a la espera de que Cristo muera a la hora nona, a las tres de la tarde. Después el muñidor de la Sagrada Mortaja, con la calle a oscuras, anuncia el cortejo fúnebre de Cristo acompañado de los 18 ciriales en representación de los que asistieron al santo entierro.
Es Viernes Santo y demasiados cristianos en todo el mundo serán pasados a cuchillo por celebrar su fe. En algunos lugares de occidente esto también comienza a suceder. Sin embargo, aquí las cruces no las derriban, que antes las entregamos nosotros. Judas no desaprovecha la ocasión para traicionar a los suyos por unas monedas de plata. La religión más perseguida del mundo apenas encuentra espacio en los medios de comunicación. Es imposible no recordar el evangelio de San Mateo cuando Jesús, antes de expirar, grita: «Elí, Elí, lama sabactani?«, es decir, «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
Pero nada está perdido. Los hombres, el poder terrenal, matan a Cristo, pero Él ya ha ganado. El número de católicos crece hasta en Inglaterra y la sangre de mártires derramada es semilla de nuevas vocaciones, como los 51 mártires de Barbastro que entregaron su vida sin abjurar de su fe. Ellos son.
Madrid.- Procesión suspendida por lluvia: el Cristo de Medinaceli recibe devoción en la puerta de la Basílica

Procesión suspendida por lluvia: el Cristo de Medinaceli recibe devoción en la puerta de la Basílica
Una fuerte tormenta ha condicionado las salidas de los pasos
Este Viernes Santo, la Archicofradía Primaria de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli se ha visto obligada a tomar la difícil decisión de no salir a la calle en procesión debido a las inclemencias del tiempo.
A pesar de no poder llevar a cabo la tradicional procesión, la Hermandad ha hecho un gesto significativo al sacar las dos imágenes del Cristo de Medinaceli y la Virgen de los Dolores a las puertas de la Basílica para que el pueblo de Madrid pudiera rendirles homenaje.
La Hermandad está compuesta por 2.600 hermanos, quienes, junto a más de 120 costaleros, son responsables de cargar la imponente talla del Cristo, que mide 1,73 metros y fue tallada en Sevilla en el siglo XVII. El trono, que pesa 3,5 toneladas y alcanza los cuatro metros de altura, se ha convertido en un símbolo del sacrificio y devoción que muchos expresan cada Viernes Santo.
La historia del Cristo de Medinaceli es tan rica como su devoción. Originalmente llevado por los Capuchinos a Marruecos para el culto de los soldados españoles, fue capturado en 1681 por Musley Ismael y su ejército.
En un acto heroico, Fray Pedro de los Ángeles solicitó el rescate al rey, tasando la imagen en oro según su peso. Tras varias gestiones milagrosas, logró rescatarla y llevarla a Tetuán, Ceuta y Sevilla antes de llegar finalmente a Madrid en 1682, donde se organizó la primera procesión.
Durante la Guerra Civil española, la imagen fue escondida en los sótanos del convento para protegerla de los milicianos de la República. Posteriormente, fue trasladada a Valencia y Barcelona antes de llegar a Ginebra. En 1939, fue reclamada y recibida con honores militares en Pozuelo de Alarcón antes de ser llevada a su templo actual.
La basílica regida por los Padres Capuchinos recibe visitantes durante todo el año, quienes buscan rendir homenaje al Cristo de Medinaceli. Con cada nueva procesión y cada nuevo miembro que se une a la Hermandad, la devoción por esta imagen sigue fortaleciéndose en Madrid y más allá. A pesar de las adversidades climáticas, el espíritu del Cristo de Medinaceli sigue iluminando los corazones de sus fieles
Aguascalientes, el triunfo de la libertad / por Luis Cuesta

viernes, 18 de abril de 2025
Los Bienvenida y el Señor del Gran Poder: historia de una devoción / por Álvaro Rodríguez del Moral



Viernes Santo / por Ignacio Ruiz Quintano
