la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 27 de julio de 2024

SANTANDER / 7ª de Santiago.- ¿Un patrón? / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Desencanto. Fotograma OneToro

Perera y Luque se han ido en blanco de su esperado mano a mano final de feria. Un borreguil encierro de La Quinta los exonera...

¿Un patrón?

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali, VII 26 2024
¡Ay Santacoloma! Qué han hecho contigo. ¿Qué ha sido de la gloriosa alquimia Ibarra-Saltillo, descubierta por el señor conde don Enrique de Queralt y Fernández-Maquieira hace ya 120 años?

Qué ha sido de la sangre que se tuvo por más brava del mundo (Caravias), y que de mano en mano ha llegado a esto que vio Santander hoy. Qué ha sido de aquella personalidad, fiereza y dureza. De aquel no regalarse nunca. De aquel vender cara la vida. De aquel respeto y distancia que imponían al hombre. De aquella grandeza milenaria. De aquella imponencia evocada que desde antes de la historia hizo al toro el primer dios de la civilización humana. De aquel ímpetu que ha hecho del rito taurino el más longevo y el más culto. De aquella emoción que calaba muy hondo los instintos de su feligresía. Qué ha sido de todo eso.

Seis animales de noria, cuatreños, trastabillantes, dispares, 522 kilos promedio y 135 de mayor a menor, sin vergüenza, sin dignidad, caminando, debiluchos, desganados, carialtos, obedientes, dejándose hacer lo que viniera en gana, desinteresados de sí mismos y de todo. Seis toros seis, con el hierro de La Quinta, fueron desfilando así, sumisos, flojos, mansos, indignos. Abjurando de su abolengo y sus blasones.

Si uno es casualidad, dos coincidencia y tres un patrón, ¿qué fueron estos seis? Estultos, en la misma tarde, en el mismo ruedo y en la misma solemne corrida clausura de la feria, que para más distinción y expectación (plaza llena) se le había encomendado a dos espadas de cartel, curtidos, con fama de poderosos.

¿Acaso consuela la autocrítica final del joven ganadero?: “No me ha gustado la corrida, le ha faltado casta y raza”. Porque si fuera solo eso, un accidente genético y no la búsqueda selectiva de un patrón que haga de la lidia un espectáculo coreográfico en el cual el toro, el milenario toro-deidad sea nada más que una comparsa inofensiva fácil para la danza. Y encima con tan emblemático encaste, no consolaría ni a los devotos de hoy ni a los de 20.000 años de historia, los desconsolaría y quizá los condenaría para siempre.

Sea lo que sea. Eximo a los toreros, hicieron lo que pudieron con desesperación a veces evidente. Cómo llamarse a lo heroico con eso. Cómo conmoverse y conmover con tal negación de la premisa. Cómo triunfar sobre la nada.

Daba pena. Tres y tres para cada uno. A qué buscar el menos peor. O cuál de los dos fue más desafortunado en el sorteo. No tiene objeto. Cómo si fuera poco la empatía de la gente, que quiso pagar sus infructuosos empeños, tuvo además que omitirles sus desastres con la espada, para poder aplaudirlos en el tercio. Qué generosidad pasmosa.

Miguel Ángel Perera, le pegó al primero un bajonazo con aviso. Al tercero, una espada caída. Y al quinto, otro bajonazo de metisaca con infamante ojal, un pinchazo y una estocada corta, contraria y de través también con aviso.

Daniel Luque, una estocada total de tardo efecto con echada y levantada, al segundo. Un pinchazo, una estocada delantera descentrada con aviso al cuarto. Y al muy protestado sexto, un espadazo delantero con aviso.

Sin toro no hay fiesta y sin suerte suprema menos.

FICHA DEL FESTEJO
Santander. Viernes 26 de julio 2024. 7ª de Santiago. Plaza de Cuatro Caminos. Nubes, lleno. Seis toros de La Quinta; cuatreños, dispares, 522 kilos promedio, flojos, mansos, descastados, sumisos.

Miguel Ángel Perera, saludo tras aviso, silencio y saludo tras aviso
Daniel Luque, saludo, saludo tras aviso, saludo tras aviso

Incidencias: Saludaron: Iván García y Alberto Arruga tras parear el 4º.

viernes, 26 de julio de 2024

MUERE PEPE LUIS VÁZQUEZ SILVA.- Pepe Luis Vázquez Silva: el (pen)último matador de una saga / por Álvaro Rodríguez del Moral

Los cinco hermanos Vázquez Garcés con su padre, José Vázquez Roldán.
 / FAMILIA VÁZQUEZ /

El hijo del llamado ‘Sócrates de San Bernardo’ ha sido, hasta ahora, el último miembro de la dinastía que se ha doctorado.

Su sobrino Manolo Vázquez lo hará el próximo 7 de septiembre en Cortegana

Muere el diestro sevillano Pepe Luis Vázquez a los 67 años.


Pepe Luis Vázquez Silva:
el (pen)último matador de una saga

Álvaro Rodríguez del Moral
Diario de Sevilla/26 de julio 2024 
La llorada e inesperada muerte de Pepe Luis Vázquez Silva ha refrescado la historia de esta frondosa dinastía de San Bernardo que ennoblece el árbol del toreo sevillano. Pero… ¿quién fue el primer Vázquez torero? Francisco Vázquez, Vázquez Chico en los carteles, fue un banderillero decimonónico y el iniciador de la saga. José Vázquez Roldán, su hijo, también intentó ser torero y aunque no logró alcanzar la gloria sí puede presumir de haber ramificado una dinastía que cuenta aún con una rama viva, quinta generación taurina de esta familia que ya peinaba coleta en los últimos lustros del siglo XIX. Don José fue novillero y matarife en aquel vivero taurino que cosía el arrabal de San Bernardo con el gremio del matadero, mudado al Cerro del Águila desde la Puerta de la Carne hace poco más de un siglo. Nacido en 1892, fue padre de una extensa prole en la que descollaron dos figuras clave: Pepe Luis y Manolo Vázquez Garcés.

El primero, fallecido en 2013 y padre de Pepe Luis Vázquez Silva, es considerado uno de los nudos fundamentales de la tauromaquia hispalense además de uno de los artistas más importantes que dio el toreo en el siglo XX. Su hermano Manolo, de alternativa más tardía, sublimó el toreo de frente y restauró los valores añejos del toreo en aquella reaparición -entre 1981 y 1983- sin la que no se podría entender su trascendencia taurina.

Pero hubo otros Vázquez Garcés que vistieron de luces. Rafael, nacido en 1926, se inició como novillero pero no llegó a tomar la alternativa y decidió tomar los palos. Antonio (1933) sí alcanzó el grado de matador de toros. Se lo otorgó su hermano Manolo en las fallas de Valencia de 1954. No toreó mucho y acabó vistiéndose de plata. La última rama de esta generación fue Juan, que lo intentó como novillero antes de pasarse a las filas de los subalternos a partir de la temporada de 1961.

Pasaron algunos años antes de que irrumpiera una nueva rama: la de los Vázquez Silva, hijos del gran Pepe Luis Vázquez Garcés. Rafael y Juan Antonio llegaron a debutar con picadores. También se presentó en público Ignacio, farmacéutico de profesión, pero un doloroso percance -que le costó la visión de un ojo- frustró su incipiente carrera taurina. Manuel -Lolo para todos- también hizo algún escarceo pero fue Pepe Luis el único que levantó el vuelo. Su tío Manolo, reaparecido para la ocasión, le dio la alternativa en Sevilla en el 81.

Pepe Luis volvió a vestirse de luces durante 2017 logrando uno de los mayores éxitos de su carrera en el Corpus granadino. En 2018 iba a torear en público por última vez, amparando la presentación de su sobrino segundo, Manuel Vázquez Rodríguez-Toajas que tomará la alternativa el próximo 7 de septiembre en la plaza de Cortegana de manos de Curro Díaz y en presencia de Miguel Ángel Perera.

Manolo Vázquez con su tío Pepe Luis en sus inicios profesionales.

Pero hay más saltos en la genealogía: otro Pepe Luis Vázquez, nieto del Sócrates de San Bernardo, llegó a presentarse en público -con un nieto de Antonio Bienvenida- aunque ahora enfoca su vida en la carrera del periodismo. Es su primo segundo, Manuel Vázquez Rodríguez-Toajas, el último brote de este árbol frondoso. Es hijo de Manuel Vázquez Gago; nieto de Manolo y Andrés Gago; biznieto del señor José, tataranieto de aquel oscuro banderillero que fundó una frondosa saga taurina. Su debut en Higuera de la Sierra, el 16 de septiembre de 2017 actuando junto a su tío Pepe Luis logró animar el cotarro.

Después llegó aquella corrida mixta de Osuna que le sirvió para debutar con picadores en el otoño de 2018, de nuevo con Pepe Luis que aquel día sufrió un duro percance que no le impidió acompañarle, una vez más, en su presentación en la plaza de la Maestranza en el festival organizado a beneficio de las obras sociales y asistenciales de la Hermandad de la Macarena, el 12 de octubre de 2018. En agosto de 2019 llegó el primer ictus, la retirada de la vida pública, el aliento de los amigos que le animaron a volver a ponerse delante de una becerra en el Cortijo de la Sierra, la finca de Rocío de la Cámara…

El pasado 28 de febrero fue su última aparición pública. El festival taurino del Real Club Pineda, de alguna manera, se había organizado como un homenaje a su figura. Recibió el brindis, entre otros, de su íntimo amigo Eduardo Dávila Miura. Se le veía sonriente, agradeciendo el cariño de tantos amigos… Este día de Santa Ana fue encontrado sin vida en su finca El Canto. La familia habla de las complicaciones de ese ictus. La autopsia determinará la definitiva causa de su muerte. Descanse en paz.

Madrid.- Última Novillada Nocturna de Verano en Las Ventas, con Hoyos, Jiménez y Navas. En la selección del toro está el problema / por Pepe Campos


Otros tiempos. Para la tauromaquia, sobre todo

Plaza de toros de Las Ventas
Jueves, 25 de julio de 2024. Final de las novilladas nocturnas de verano. Algo más de un tercio de entrada. Noche de julio con sus calores.

Tres novillos de Talavante (1º, 3º y 6º) y otros tres novillos de El Freixo (2º, 4º y 6º), todos de procedencia Juan Pedro Domecq: los de Talavante vía Núñez del Cuvillo y los de El Freixo desde Garcigrande y Daniel Ruiz. Flojos y nobles. Menos el primer novillo de Talavante, boyante, los cinco restantes mansos. Segundo y cuarto terciados. Tercero y quinto, próximos a la invalidez. Todos pobres de pitones, en especial el sexto. Dieron el juego que suele dar el ganado que torean las denominadas figuras.

Terna: Valentín Hoyos, de La Alberca (Salamanca), de lila y oro, con cabos blancos; vuelta al ruedo y ovación tras un aviso; de veinticuatro años; en 2023, siete festejos. Fabio Jiménez, de Alfaro (La Rioja), de marrón oscuro y oro; silencio tras dos avisos y palmas; de veintiún años; en 2023, once festejos. Mario Navas, de Valladolid, de azul turquesa y oro, con cabos blancos; silencio y saludos tras un aviso; de veintitrés años; en 2023, dieciséis festejos.

Mario Navas fue declarado triunfador del ciclo de novilladas nocturnas 2024.

Suerte de varas. Picadores: Primer novillo —Plácido Sandoval ‘Tito’—, primera vara, picotazo trasero, segunda, picotazo trasero. Segundo novillo — Manuel Burgos—, primera, trasera, el novillo se cae al salir, segunda, picotazo trasero; el novillo salió suelto de las dos varas. Tercer novillo —Ángel Rivas—, primera, picotazo trasero, la segunda, picotazo trasero, el novillo salió suelto de las dos varas. Cuarto novillo —Héctor Piña—, la primera, muy trasera, en la segunda, picotazo muy trasero; de ambas el novillo salió suelto. Quinto novillo —José María González —, primera, picotazo caído, el novillo pierde las manos y sale suelto, segunda, picotazo caído. Sexto novillo —Alberto Sandoval—, la primera, picotazo caído, detrás de la cruz, la segunda, picotazo trasero, el novillo salió suelto de ambas varas.

Las denominadas figuras de hoy se han propuesto llevar a la tauromaquia a un callejón sin salida. Ellos mismos recorren España, ocupan todos los carteles de todas las ferias, sin dar entrada a ningún otro torero que pueda darles batalla, y realizan faenas plagadas de tandas repetitivas con pases anodinos, hasta llegar al reglamentado aviso y a partir de ahí tirarse abajo con la espada, para sumar corte de orejas porque el respetable es bueno y quiere volver a casa contento y feliz. Esto es lo que hay hoy en el apartado artístico taurino. 
No hace falta entrar a analizar la parcela técnica del toreo que practican las figuras actuales donde describiríamos su destoreo o toreo hacia atrás. Un toreo cuantitativo el de estas figuras que sólo pueden desarrollar ante el toro tontorrón, de granja, de comportamiento ovejuno, que obedece sin remilgos a los engaños que señores curvados, haciendo de «figurones», les muestran, una y otra vez; de esas maneras: despegadas, tirando líneas, con sus piernas largas o cortas, combadas y, totalmente, alejadas de la jurisdicción donde se produce el verdadero toreo. En fin, todo un galimatías a la hora de escenificarlo ante los astados y un atolladero gramatical y de terminología, si se quiere explicar a un aficionado aparentemente interesado. De ahí que la crítica taurina componga esas crónicas inextricables y de literatura vacía, con excedente cursi, que hace perder lectores. No hay más remedio.

Estas figuras del toreo de nuestro panorama actual, no sólo se conforman, por lo que se ve, con aburrir o machacar con su destoreo al personal que asiste a los cosos con toda su buena voluntad. Si no que, además, se ha propuesto clonar en sus propias ganaderías ese toro afín, bobalicón, con el que ellos triunfan todas las tardes en las localidades en fiestas que dan toros en nuestra España. Ese parece ser el propósito que esconde y muestra el afán de dos de estas figuras a las que estábamos aludiendo —una de ellas, aparentemente, ya retirada—. Nos referimos a los toros —ayer novillos— de Talavante y de El Juli, que la empresa eligió para que fueran toreados y estoqueados por los tres novilleros que llegaron a la final de las novilladas nocturnas programadas para este verano. 

Ese toro que estas figuras han toreado, torean y quisieran seguir toreando eternamente, proviene de la ganadería que formó Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, en 1930. Y que andando el tiempo está unificando las sangres y los comportamientos de las ganaderías bravas del planeta toro. No deberíamos pensar que todos los toros procedencia Domecq son iguales. Pero sí sabemos y se observa unas tendencias mayoritarias hacia un juego, que podríamos denominar como, ya artístico, ya angelical, ya inocente. Quiere decirse que el toro Domecq es una gracia, un don, un deseo de ser bueno, de caer bien, de portarse bien, para que el torero se exprese y sonría y no deje nada en el tintero con el que —mediante sus avíos— va pergeñando su arte. ¡Hablar de Domecq tiene estas gracietas, de que el arte se pega y se expande! ¡Vamos, que inspira!

¿Y cómo es ese toro, cómo es él? Pues, como apuntábamos, es grácil, es decir, ligero —que pierde las manos, que se cae cuando menos se espera—; es delicado, tanto que se duele al notar la vara en su lomo —porque se la suelen poner trasera—, lo que significa que es manso; es artista, porque embiste con arte, pero según, si tiene algo de fuerza es un arte que va hasta el final de donde le manda el avío —el chisme—, y sigue sus vuelos, y como la misma prosa dice eso es arte; pero si le da por hacerse el remolón, no embiste tan largo, se queda corto, con arte, eso sí, y sin molestar, sólo es una manera de mostrar su disconformidad, a ser encasillado. E incluso puede mostrarse rebelde y díscolo y no querer embestir bonito, porque el toro de Domecq puede desplegar toda una gama de embestidas. Ayer mismo, el primero fue el toro franco. El segundo, embistió como lo hacen las cabras. El tercero, imitó por envidia al segundo. El cuarto, fue un díscolo y protestó con reiteradas caídas y con desgana. El quinto, se caía y embestía al estilo ovejuno. El sexto, quiso ser boyante como el primero. Un eterno retorno en las embestidas, de lo artístico a la bondad y de la dulzura a la mansedumbre. Y por este camino no hay solución. El toro ha perdido su carácter y el toreo sólo puede ser un simulacro.

Con este tipo de ganado se las tuvieron que ver ayer noche los tres novilleros que hicieron el paseíllo en Las Ventas. Valentín Hoyos, dispuso del mejor lote —digamos, novillos del arte—. En el primero, un novillo tontorrón ideal para hacerle el toreo bueno, el regular o el malo, comenzó su labor por bajo y el novillo se le fue al suelo, destacaron dos pases de pecho. Dio distancia al novillo en la primera tanda de naturales, largos y templados, a media altura, abriendo el compás; en la segunda acortó los cites y en el último tramo de la tanda consiguió algún buen natural. Pasó a la derecha, abriendo el compás, temple y algún redondo logrado. Mejores los remates con el pase de pecho, porque el novillo buscaba el alivio. 
Faena muy larga, similar a la que esbozan las figuras hoy en día, sin verdaderos pases rotundos, sino continuistas. Vuelta a la derecha. El novillo se le fue rajando y pierde las manos. Hoyos termina con ayudados por bajo, tal vez, lo más logrado de su trabajo. Mata en la suerte contraria de estocada baja perdiendo la muleta. 
En el cuarto, toreó más despegado, abriendo el compás, con intención de lograr el temple. El novillo decía muy poco y la tarea del novillero se topa con tres pinchazos, el primero en la suerte contraria, los siguientes en la natural, más una estocada delantera, atravesada y desprendida, y un descabello. Al alargarse en el trasteo el novillo llegó muy humillado a la suerte suprema.

Fabio Jiménez, ante la embestida caprina de su primer enemigo, y sin celo, quiso aplicarle serenidad. Algo despegado y con la pierna retrasada fue desarrollándose la faena, sin acople. Mejor al natural, su fuerte. Al final de la faena logró algún natural de frente potable. Mató muy mal en la suerte natural, haciendo guardia al novillo en dos estocadas, más dos descabellos. 
En el quinto, también de embestida capraria, intentó torear, al comienzo, por bajo y el novillo se hacía el díscolo. Por falta de fuerza del animal, mucho punteo en la muleta en el toreo al natural. Más templado con la derecha. El novillo no podía con su cuerpo, sin disimulos de dejar mal a su dueño. Aquello terminó con pases de uno en uno, y una estocada trasera en la suerte natural. Jiménez tuvo el peor lote.

Mario Navas, un torero que ya lleva unas cuantas novilladas en Las Ventas. Lo cual no está mal, pues tiene que pasar el trago del examen venteño que otros muchos novilleros eluden. Mario Navas, decíamos en crónicas pasadas, tiene condiciones. No redondea, pero ayer hizo lo más valioso por clásico de la noche. Ante su primer novillo, de aires cabrunos, muy flojo y sin celo, quiso ordenarle las embestidas —nueva terminología para explicar las consecuencias del descaste y la falta de fuerza de los novillos—. El novillo embestía, digamos, cojeando. Navas terminó su quehacer —en ese negocio de embestidas incomprensibles—, con ayudados por bajo con sabor. Mató mal, en la suerte contraria, de dos pinchazos y una estocada corta, más cuatro descabellos. 
En el sexto, intentó desplegar una tauromaquia añeja. Una buena media verónica. En la faena, redondos templados, uno de ellos muy despacio y a compás. Los naturales fueron largos en tres tandas templadas, no redondas. Tal vez, él, puede que el novillo, impidieron la compenetración completa —porque este tipo de toro parece fácil, pero igual lleva clonado mensajes de sus dueños—. Ayudados para finalizar. Un cometido, el de Navas, clásico. Mató de una estocada en la suerte natural, el novillo tardó en echarse, lo que hizo tras cuatro descabellos. Le deseamos lo mejor a este torero y que no se deje confundir o no se confunda.
Pepe Campos
Viernes, 19 de Julio de 2024

Madrid.- Mario Navas gana, a los puntos, el certamen «Cénate Las Ventas» / por David Jaramillo

 
Mario Navas. Foto: Silvia Olmedo

Valentín Hoyos, Fabio Jiménez y Mario Navas hacían el paseíllo, este jueves, en la final del certamen de novilladas nocturnas “Cénate Las Ventas”. Se lidiaban utreros de Talavante y El Freixo.

Mario Navas gana, a los puntos,
 el certamen «Cénate Las Ventas»

David Jaramillo
Cultoro/jueves 25 julio, 2024
No se cortó ni una oreja en las novilladas nocturnas de Madrid este verano, ni siquiera en la final, pero es verdad que a nivel ganadero lo de esta noche ha sido un regalo, porque no fue fue la falta de raza la que se llevó la posibilidad de trofeos sino el acero. Así las cosas, fue Mario Navas el que hizo lo mejor.

Valentín Hoyos, Fabio Jiménez y Mario Navas hacían el paseíllo, este jueves, en la final del certamen de novilladas nocturnas “Cénate Las Ventas”. Se lidiaban utreros de Talavante y El Freixo.

Valentín Hoyos firma el natural del certamen y da una vuelta al ruedo en el primero

Fue bueno, que no fácil, el primero de Talavante para Valentín Hoyos, que brindó a El Juli después de comprobar en el capote la calidad que se hayaba dentro de cierta exigencia. Por eso apostó por la firmeza, para no dudar en cada cite y tratar de potenciar esa clase del novillo. Y lo hizo, pero no siempre. A veces por falta de ajuste, otras porque falló la continuidad, pero quedó la sensación de que, a pesar de lograr excelentes muletazos por ambas manos, el mejor, un natural soberbio, por bajo y lento, que duró una eternidad, con el morro del del Talavante arando la arena venteña al tiempo que empujaba las telas. Eso y el cierre por bajo a dos manos, torerísimo. Un espadazo caído y eficaz provocó la petición que no fue atendida.

Tibia actuación de Jiménez con el noble segundo

El segundo novillo tuvo de noble y fijo lo que le faltó de empuje. Sin embargo, solo vio muleta y quiso todo por abajo. Ya lo dejó ver en el capote de Fabio Jiménez, que puso más firmeza que qué expresión. Igual con la muleta, en la que extrañamente tardó demasiado en irse a los medios, donde mejor embistió el novillo, con más soltura. Así se vio en una buena serie de derechazos, lo mejor de una faena un tanto encorsetada que no terminó de calentar.

Mario Navas, sin suerte, pincha al tercero

Mario Navas se las vio con un tercero de escaso empuje y de menos clase que los anteriores, que pasó punteando desde que salió de chiqueros y no dejó de hacerlo hasta la suerte suprema. Por eso lució menos el ajustado y comprometido toreo del vallisoletano, al que le costó templar ese defecto, por mucho que la elecciones n de distancias, terrenos y alturas fuera perfecta para corregir defectos. Su premio fue llevarse varios muletazos sueltos de gran factura, como un pase de pecho soberbio, un natural excelso y dos ayudado por bajo monumentales. Poco más.

Valentín, otra vez al natural, pincha una faena de premio al cuarto

Rota la tensión de abrir plaza, Valentín se soltó en un bonito quite por verónicas en su turno al tercero, y refrendó el bien aire capotero al recibir al cuarto, novillo humillador, con nervio y transmisión, aunque le pudo falta un pasito en su recorrido para rebosar su embestida. Se fue a los medios para recibirlo por estatutarios con la muleta y tardó poco en descubrir el gran pitón izquierdo del animal, que tuvo importancia en cada embestida. Por allí fue hallando el pulso para tirar del novillo hasta el final y darle ese paso que le faltaba, con firme suavidad, la muleta muerta por delante y temple prodigioso en naturales a cada cual mejor. Rotundo. Dos, tres y hasta cuatro series largas de muletazos buenos de verdad. Tanto que se engolosinó, alargando de más la faena hasta que la espada lo emborronó todo.

El quinto no dio opciones a Fabio Jiménez

Brindó Fabio Jiménez la lidia del quinto a Nacho Fernández, que presenció la novillada en un busladero de callejón e calidad de ganadero, pero el pulilo del ahora ex del Madrid fue el de menos prestaciones de los tres que trajo. Sin recorrido ni ritmo y soltando puñetazos en la muleta a media altura, dificultó muchísimo el lucimiento del riojano, que buscó templarlo por derechazos uno a uno, entre la indiferencia del gentío.

El acero hurta el trofeo de las manos a un sincero Mario Navas en el sexto

De la igualada novillada (mucho más pareja que otras de un único hierro), el sexto estaba un punto por arriba en hechuras, sin embargo desbordó clase en las ajustadas y encajadas verónicas de Mario Navas, que se dobló con el animal en un torerísimo inicio sacando la muleta por arriba, garboso y poderoso. Es cierto que después le costó exprimir por completo la clase del novillo, a veces porque le punteó la muleta, otras porque se quedó sin sitio de tan ajustado que se lo pasó y otras veces por querer tirar de suavidad cuando tubo que apretar. Sin embargo, cada muletazo enganchado adelante y llevado hasta la cadera se cantó con desgarro, por la verdad que derrochó en el embroque. No fue una faena contundente, pero hubo momentos de máxima calidad. Por eso, a pesar de los fallos con el descabello, el público se lo supo valorar con una ovación.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Final del certamen “Cénate Las Ventas”. Novillada con picadores. 9629 espectadores.

Novillos de Talavante –primero, tercero y quinto- y El Freixo –segundo, cuarto y sexto-. De gran clase el primero; noble y sin empuje el segundo; de gran pitón izquierdo el cuarto; deslucido el quinto; bueno el sexto.

Valentín Hoyos, de lila y oro: vuelta al ruedo y ovación tras aviso.
Fabio Jiménez, de tabaco y oro: silencio tras dos avisos y ovación.
Mario Navas, de verde botella y oro: silencio tras aviso y ovación tras aviso.

PREMIADOS: En primera posición quedó Mario Navas, pero Valentín Hoyos consigue un puesto directo en una novillada de la próxima Feria de Otoño, al tomar Navas la alternativa el próximo 5 de septiembre.


SANTANDER / 6ª de Santiago.- El que manda manda / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Roca Rey espera el 3º. Fotograma OneToro

Roca Rey abre la puerta grande y a Juan Ortega se la niegan olímpicamente. Cayetano incomprendido y pinchaúvas. Encierro diverso…

El que manda manda

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali, VII 25 2024
Su señoría don Juan Bautista Calahorra, se ha llevado la bronca de la feria, desafiando al público y a la razón. ¡Fuera! ¡Fuera! Le coreaban, tras su desprecio a la bella lidia del segundo, subrayada con una gran estocada del trianero Juan Ortega.

Era que había negado la oreja pedida por unanimidad. Luego, con menos argumentos, le dio una del quinto. En resumen, le afanó la puerta grande con la mayor arrogancia. Y hay que ver el orejerío que ha ido desperdigando por ahí toda la semana. El escritor y aficionado Alfonso Ussía en el callejón dijo a los micrófonos: “Faena magnífica. Rotunda injusticia”.

Bueno, usía, el de arriba digo, tuvo al parecer un repentino ataque de draconismo esta tarde. Pues a Roca Rey le negó dos veces la fuerte petición de segunda oreja. No digamos nada de cómo fue tratado Cayetano, quién con una faena impecable y una estocada superior sin puntilla (tras pinchazo arriba), estuvo muy por encima siempre de un toro dócil, pero de poca fiereza. En su caso el público fue quien lo ignoró.

De todas maneras, Cuatro Caminos pletórica, con cartel de “No hay billetes”, muchos notables y S.A.R. la infanta doña Helena de Borbón en la barrera, fue una fiesta de toreo y música constante. Cierto t ambién que el encierro; cinco toros de El Puerto de San Lorenzo y 6º de Ventana del Puerto, cuatreños, 505 kilos promedio, anovilladito, dispar de juego no se comió a nadie. Pese a que tercero y sexto, lote del peruano fueron los más exigentes. En particular el enrazado y áspero último. Pero les pudo, los dominó a los dos. Como está dominando al público, a la temporada y al toreo de su época. Con lo que siempre se ha requerido para ello; el mando. Para mandar en la fiesta hay que mandar en el toro. Y él es el mandón de ambos ahora y lo refrenda cada vez. Fulminó como un rayo sus toros y la plaza entregada totalmente lo sacó a hombros. Por primera vez saltaron niños y hasta un gallo al ruedo para acompañarlo. Es el que agota las taquillas, y a riesgo cumple su palabra.

Gustos y prejuicios habrá. Respetables los primeros, los otros no tanto. Los mandones de todas las épocas los han enfrentado. Como los enfrenta este sereno muchacho limeño, entusiasmando la nueva generación, ganando nuevos públicos, vendiendo entradas y suscripciones de televisión, revitalizando una fiesta que daban por muerta. Porque quieran o no todos van a verle. Hoy fue para él, eso, un día normal, uno más de triunfo y procesión.

Lo bueno del toreo es que junto a esa contundencia puede brillar como brilló, sin opacarla ni opacarse, la exquisita sensibilidad del sevillano Juan Ortega. La elegancia de su porte, la frugal magnificencia de su gesto, su relativización del tiempo y el espacio que hubiesen hecho cavilar a Einstein. La reverencia por el toro y la delicadeza con que oficia su liturgia. Eso que viene desde tan dentro y no tiene nada que ver con la técnica ni con el oficio. La inspiración, la imaginación…, el arte… cosas que arrebataron a todos, menos al señor Calahorra, claro. Entre las joyas que pulía, se colaban algunas piedras de menor valor, pero fueron las menos y no hicieron sino contrastar el destello de las más. “Venturoso”, el segundo murió tras una suerte suprema, suprema.

Su obra con “Malvarrosa”, el quinto, no tuvo menor calado, aunque la espada había caído delantera y perpendicular quitándole algún punto frente a la otra. El premio fue merecido, pero por comparación agigantó más el dislate presidencial del que había sido objeto en el anterior.

Cayetano, enjundioso, aplicado y acertado toda la tarde, mereció recompensa y también se la negaron en el primero. Con el cuarto, brindado a la hija de su tío abuelo Domingo Dominguín, y al que había lidiado con gusto y torería se la negó el mismo al pasarse de faena, dificultar la igualada y administrar una espada delantera perpendicular y tres golpes de descabello con aviso.

Esto que pasó en Santander hoy, hubiese sido imposible en Las Ventas. Por muchos factores. Comenzando por el encierro. Allí no hubiese salido. Bueno y ni hablemos del resto. Dos dimensiones, dos verdades.

FICHA DEL FESTEJO
Santander. Jueves 25 de julio 2024. 6ª de Santiago. Plaza de Cuatro Caminos. Nubes, lleno de "No hay billetes". Cinco toros de El Puerto de San Lorenzo y 6º de Ventana del Puerto; Cuatreños, parejos, anovillados, 505 kilos promedio, de juego diverso

Cayetano, saludo y saludo tras aviso
Juan Ortega, vuelta tras petición y oreja
Roca Rey, oreja con petición de otra y oreja con petición de otra

En la muerte de Gonzalo Rincón / por Juan Miguel Núñez Batlles


"..Siempre tan respetuoso y fiel con los demás, entendió las relaciones humanas sobre todo entre toreros como una auténtica bendición. Y por eso al ser llamado ahora a la presencia del Señor, seguro que está ya en la paz eterna.."


"..don Gonzalo el creador, verdadero artífice, de ese personaje, su hijo César Rincón, que vino de Colombia y se proyectó al mundo como una grandísima figura del toreo.."

DON GONZALO RINCÓN, SIEMPRE CERCANO A LAS PARTICULARIDADES DE LA GRAN FIGURA QUE HA SIDO SU HIJO CÉSAR

Juan Miguel Núñez Batlles
Ha muerto don Gonzalo Rincón Granados, un personaje a cuya identidad corresponde el honor de ser el padre de César Rincón. Aunque no creo que sea necesario nombrarle con su alto destino familiar, que sí, para ensalzar las virtudes profesionales y humanas que le han adornado en vida. Porque ha sido don Gonzalo el creador, verdadero artífice, de ese personaje, su hijo César Rincón, que vino de Colombia y se proyectó al mundo como una grandísima figura del toreo, tanto que acabaría poniendo nombre a su época en activo, además de granjearse en la calle, con igual ímpetu y naturalidad que han definido su estilo en el ruedo, las amistades y simpatías de un carácter encantador. Así es el hijo, porque los genes no fallan: así fue el padre que ahora nos dice adiós.

Tampoco hace falta recurrir a la cronología para destacar los méritos de don Gonzalo como padre e ideólogo en la más pura y exigente doctrina que llevaría al hijo al estrellato después de atravesar un duro desierto que duraría nueve años desde la alternativa, y hasta que se produjo el feliz e irresistible despegue de su carrera, en Madrid, en 1991. Máxima figura que se anunció en las plazas y ferias más importantes de los dos continentes, con récords inéditos que ningún otro torero ha conseguido hasta ahora, como las cuatro Puertas Grandes consecutivas en la monumental madrileña de Las Ventas ese año de 1991, además de otros dos "portazos" en 1995 y 2005La retirada definitiva, en la monumental de Barcelona, en 2008. Y hubo un paréntesis de tres años sin torear debido a la hepatitis C que sufrió como consecuencia de una transfusión que le hicieron a raíz de una gravísima cornada.

En fin, la historia taurina y personal de César se hace inabarcable, también por sus logros como ganadero en España y en su Colombia natal; y desde siempre valedor de los más virtuosos postulados que reclama la tauromaquia como ente cultural y democratizador, algo que lamentablemente están poniendo en entredicho los políticos en el poder de su país.

Y ahí, siempre cercano a esas particularidades de la gran figura que ha sido y es César Rincón, pero decididamente también respetando la estructura y el sistema de lo que es un torero en tan absoluta plenitud, dicho más claro, sin interferir para nada en los planes profesionales del hijo, don Gonzalo ha ejercido permanentemente en esta vida como soñador de las carreras de todos los jóvenes que vinieron a pedirle ayuda, que han sido muchos, con la ilusión de ser toreros. 

Tan buen aficionado y mejor persona, don Gonzalo tuvo en todo momento el consejo apropiado, covencido además de que en sus manos y en sus palabras estaba el molde para hacer toreros de categoría. Además de que sus recomendaciones servían de bálsamo tranquilizador y esperanzador en los casos más difíciles. Jamás nadie le habrá visto enfadado. Para él, todo en positivo, nunca hubo contrariedades a su alrededor.

Siempre tan respetuoso y fiel con los demás, entendió las relaciones humanas sobre todo entre toreros como una auténtica bendición. Y por eso al ser llamado ahora a la presencia del Señor, seguro que está ya en la paz eterna.

jueves, 25 de julio de 2024

Murió en Madrid don Gonzalo, padre de César Rincón/ por Guillermo Rodríguez


Desde este medio, 'Del toro al infnito' blogspot, lamentamos profundamenente el fallecimiento del entrañable Don Gonzalo, expresando nuestras sinceras condolencias a su hijo, el maestro César Rincon, y a toda su familia por tan dolorosa pérdida, al tiempo de elevar una oración por el eterno descanso de su alma. Descanse en paz.

Juan Lamarca López
Administrador del blog

Se nos ha ido un amigo, un maestro, un hombre de miles de aventuras que nunca dudó en apoyar a los novilleros y fue apoderado de varios que no llegaron porque no tuvieron suerte pero no por los consejo siempre acertados de Gonzalo.


Murió en Madrid don Gonzalo, padre de César Rincón

Guillermo Rodríguez
Tendido7/Colombia, julio 25, 2024
No tengo palabras para expresar el dolor que me embarga mientras escribo . Ha muerto en Madrid don Gonzalo Rincón el padre del maestro César.

Le conocí hace muchos años , era un amigo entrañable, un maestro, fue quien le entregó los primeros secretos de la lidia a quien será con los años una de las glorias de nuestro país, el maestro César .

Santandereano de origen , fue un autodidacta en el toreo en esos años en que quiso ser matador y apenas llegó a torear un par de novilladas pero con esa sabiduría de quienes llevan la tauromaquia en lo más profundo de su ser. Le tocó esa etapa dura pero siempre grata del toro criollo.

Le acompañé a la finca del «Moro», arriba del Castillo Marroquín cuando «Cesitar» dio unos muletazos. Se encontraba en esa casa ganadera el maestro Camino y su voz sevillana se oyó «dejad al chaval». El chico dio unos trazos y el Camero espetó sentencioso : Este va a ser figura…

Vendría un largo camino para él y ahí estaba el padre amoroso, buscando tentaderos, becerras y amigos que le dieran una oportunidad al alevín del torero.

Una vez toreó de novillero en Cali y los cuartos no alcanzaban por lo que en el bus César debió viajar prácticamente en las piernas del papá. Cuando llegaron a Cañaveralejo el maestro Joselillo dijo que al chico le dejaran el novillo más pequeño a lo que el mentor y el novillerete se opusieron. Raza siempre ha tenido don Julio César,, hoy ganadero pero quien en los tentaderos, de vez en cuando, se baja al ruedo para recordarle viejos tiempos de torero.

Gonzalo es el hacedor no solo como padre sino como pedagogo de quien toreaba con una toalla al perrito príncipe en la casa de los Rincón .

En ese 1991, el año de las 4 puertas grandes en Las Ventas, por enero, sobre la madrugada caminábamos calle arriba por Manizales acongojados porque la empresa no contó ese año con don César y Gonzalo estaba tristísimo de ver cómo se le había negado un cupo en la encopetada feria…Tras la feria de otoño en que César sale por cuarta vez en hombros de Las Ventas, ya estaba contratado para la feria manizaleña a dos tardes y compensado, como no podía ser menos, por la Casa Chopera.

Se nos ha ido un amigo, un maestro, un hombre de miles de aventuras que nunca dudó en apoyar a los novilleros y fue apoderado de varios que no llegaron porque no tuvieron suerte pero no por los consejo siempre acertados de Gonzalo. 


Por eso esta foto de don Gonzalo dándole instrucciones de colocación a un chico. Así era él, vivía con una desbordada pasión la tauromaquia y le enseñaba y charlaba de toros como un catedrático en las lides de Cuchares.

Al maestro Rincón, a sus hermanas, a Luis Carlos, a sus hermanas , a sus nietos, a Juanito Márquez que tanto tuvo que ver en esos años maravillosos de los comienzos cuando ambos querían abrazar el toreo y ser figuras, mis votos por la gloria de este viejo querido que ha partido al encuentro del Señor. Sé el dolor de Farley, el jefe de fotografía de este portal pues don Gonzalo para él era su segundo padre y su protector taurino.