la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 31 de mayo de 2024

Fútbol y toros / por Francisca García

 "..¿Qué como espectáculo de masas el fútbol ganó la partida? Es cuestión inamovible, pero que estamos a tiempo de hacer de la Fiesta de los Toros otra vez la Fiesta Nacional, también, si más pronto que tarde se logra sanearla.."

Apuntes al natural: 
Fútbol y toros
Nunca hubieran pensado los aficionados a los toros de finales del siglo XIX, los que seguían a Lagartijo y Frascuelo, al Guerra o Machaquito que la conocida, ya entonces como Fiesta nacional, unas cuantas  décadas después, vería ir descabalgado su  interés frente a un deporte que venía de Inglaterra y que de manera incipiente nacía en las minas de Riotinto por esas mismas fechas.

¿Cómo podría imaginarlo siquiera aquel vecino de Lavapiés, crisol de culturas y tradiciones, que llegado el mes de mayo se acercaba al Monte de Piedad y empeñaba su colchón para poder comprarse el abono? Y de haberlo sospechado, nunca el escritor taurino José Sánchez de Neira que en 1879 publicó el GRAN DICCIONARIO TAURÓMACO, se hubiera atrevido a criticar a deportes y artes tan diversos  como el boxeo, las carreras de caballos, la pelota vasca, el baile, el teatro, la música… confrontándolas todas con el toreo, que era para él mejor, mayor y más seguido entre los espectáculos españoles. Sánchez  de Neira casi denigraba a los demás en una defensa a ultranza del mundo de los toros. En edición corregida y aumentada vio la luz en 1897 este Gran Diccionario Taurómaco, precursor de LOS TOROS, de Cossío, y un año siguiente de la edición, el ilustre escritor fallecía. No pudo ver el nacimiento y la progresión del fútbol en nuestro país, y de haberlo sabido se horrorizaría de bastantes párrafos de su diccionario.

La Edad de Oro del Toreo transcurrió sin que se resintiera aún  por el avance de aquel deporte llamado fútbol. Y la que arranca a partir de la fatídica tarde en Talavera, la Edad de Plata,  no solo mantiene su interés, sino que alcanza valores más allá de lo taurino al entrar en el mundo de la poesía, las artes plásticas y la literatura.

Sánchez de Neira había vivido lo que popularmente se decía “pan y toros”, tópico cultural español que era como el “pan y circo” de Juvenal; un plan muy bien pensado por los políticos de la época romana que era lo que llamamos ahora clientelismo. Forma efectiva para llegar al poder. Es así como rezaba la Oración laudatoria:

“Haya pan y haya toros, y más que no haya otra cosa. Gobierno ilustrado: pan y toros pide el pueblo. Pan y toros es la comidilla de España. Pan y toros debes proporcionarla para hacer en lo demás cuanto se te antoje in sécula seculorum. Amen.”

La Edad de Plata concluye con la Guerra Civil y ya con la llegada de la paz, el fútbol va ganando la batalla al mundo de los toros. Paulatinamente, el público va desentendiéndose de la Fiesta. Su afecto lo va ganando el deporte de masas que arrasaba en otros países. El fútbol sumando adeptos en todas las clases sociales y en todas las provincias con la creación de múltiples clubs. No el primero, pero sí uno de los primeros fue El Madrid que se fundó en 1902 y obtuvo del Rey de España el título de Real en 1920. En el fútbol no ha habido retroceso. El nacimiento de la televisión influyó muy positivamente en su difusión hasta llegar a nuestros días en un auge desmedido. Si antes el pan y toros era una forma de clientelismo, de entretenimiento para que el pueblo no pensara, le sustituyó el fútbol al que se agarró el franquismo para convertirlo en el “Opio del pueblo” para idénticos fines.

Ahora estamos viviendo la euforia del final de la Champions. No es de ayer ni de anteayer que el fútbol femenino surgiera en España. Ya en la década de los 70 las mujeres emulaban a los hombres jugando en los estadios. Se les reconoció en 1980 con la fundación del Comité Nacional de Fútbol Femenino, y tan bien dotadas para el juego del balón se han mostrado las españolas que El Club de Fútbol Barcelona femenino ha ganado este año su ya tercera copa Champions. Y lo ha hecho hace unos días ante el Olympique de Lyon.

Nos encontramos en  vísperas de la final de la Champions masculina en  que el multipremiado Real Madrid que a lo largo de su historia ha logrado 14 títulos en esta máxima liga, siendo el equipo que más veces la ha conseguido, pueda obtener la copa número 15 de la Champions en el duelo decisivo que le enfrenta el próximo sábado al Borussia Dortmund en el estadio de Wembley, en Londres.

La historia del fútbol español es una historia de éxitos que quitó la primacía en cuanto espectáculo de masas, a los toros. Son muchas las razones para este ascenso del deporte rey entre nosotros que no sería este espacio el más indicado para tratar, pero entre ellas y aún cuando nada es perfecto, no cabe duda de que hay cosas que se han hecho bien. Y esto es algo que nos debiera hacer pensar con respecto a la fiesta cuyo interés, felizmente se está recuperando después de un sensible declive. Se atisba un futuro prometedor, pero en los toros, más que algo, tiene que cambiar.

No es alarmismo el deducir que si no se acomete una reestructuración total no va a ser posible su reflote en su esencia, en todo su arte y exigencia. La regulación de los espectáculos está pidiendo unas medidas organizativas que hagan que la Fiesta Nacional no sea monopolio de unos cuantos. Que el dominio, el control de todo lo importante que se mueve en ella, tendrá que cambiar y dar paso a una igualdad de oportunidades a quienes lo merezcan. Para gestionar bien una plaza no basta con el talento porque hay que poner también a contribución la generosidad, que todo no es ganar dinero, aunque  esto va de suyo, pero también cuenta la sensibilidad cuando tantas cosas hay en juego, incluso la vida de las personas.

El monopolio limita la participación tanto de empresarios como de toreros. Es una situación de privilegio que se debe intentar revertir porque terminará acabando con la Fiesta y el panorama actual invita a ilusionar de nuevo al gran público. Las plazas de toros se están llenando sí, pero también es preocupante la actitud y el desconocimiento de las nuevas generaciones, un factor añadido. La Fiesta taurina se da de bruces con “el sistema” que por injusto debe desaparecer. Y ese periodismo taurino, que rara vez critican a unos y muchas ensalzan a otros sin motivos, es decir, el periodismo del sistema,  es necesario erradicarlo también. Hay muchos interesas en juego y de ahí vienen los males. Males para el público, para muchos toreros y ciertos ganaderos que por motivos quizá inconfesables están vetados en las grandes plazas.

Estos cambios de gran calado que deberían acometerse no son fáciles y requerirían la intervención de quienes tienen mucho que decir con respecto a la Fiesta, en el concepto más alto de la misma, pero hay que tener el valor de emprenderlos. La competencia es sana, sin duda y a ella debemos aspirar. ¿Qué como espectáculo de masas el fútbol ganó la partida? Es cuestión inamovible, pero que estamos a tiempo de hacer de la Fiesta de los Toros otra vez la Fiesta Nacional, también, si más pronto que tarde se logra sanearla.

Y como Toros y Fútbol, o Fútbol y Toros no son incompatibles, ante el partido inminente del sábado, qué menos que animar a nuestro equipo finalista,  aspirante al triunfo: A POR LA DÉCIMA QUINTA  ¡HALA MADRID!

Francisca García
Toros de Lidia/30 mayo, 2024

--Fijémonos en el paralelismo y afecto que existe entre el mundo de los toros y el fútbol que, en la actualidad, un gran jugador, Raúl de Tomás, del Rayo Vallecano, es el apoderado de novillero de moda, Alejandro Chicharro, las imágenes que mostramos lo certifican.

Amnistía, sí, ¿y qué? /por HUGHES


"..España, como ente, entidad, nación o Todo no tiene dignidad ni la tienen sus gentes. España es deprimente, insoportable. Y lo son, uno por uno, sus habitantes. Se salvan muy pocos, y suelen sufrir la soledad o la enfermedad o el dolor moral.."

Amnistía, sí, ¿y qué?

HUGHES
La Gaceta/31 de Mayo de 2024
En unas horas pudimos ver las maneras, tan distintas, de poner un micrófono. Las ronettes de la prensa parlamentaria —al Congreso no puede ir La Gaceta— le preguntaban a los ministros socialistas si eran swifties entre risitas de travesura y compadreo. Ni siquiera son conscientes del disparate que representan. Más o menos a la misma hora, a un hombre consumido, delgadísimo, claramente enfermo, le seguía la prensa. Era Julián Muñoz, exalcalde de Marbella y expareja de la Pantoja, de todo arrepentido, y se tenía que girar y, quedamente, con la calavera asomándole, contestar a la reportera: «Soy un enfermo de cáncer terminal. ¿Podría usted dejarme tranquilo, por favor?». La prensa, cuando quiere, puede.

Pero ¿se ha hecho una sola campaña contra los anunciantes o accionistas de los grandes grupos?

Es tan perfecto todo que ellos tienen hasta los tradicionalistas o neotradicionalistas, que convencen a los lectores «conservadores» de que nunca nada es lo suficientemente bueno moralmente. Completan el trabajo de la inanidad mediática católica.

Hay un Leviatán y hay un Mediatán. Quedarse en las muchachas reporteras feministas haciendo el sano progresismo sería injusto.

Así que, entre debates y reproches por Gaza, que ya tiene cojones, se votó de manera definitiva la amnistía y quedó demostrado que meses de vida institucional no han servido para nada. Queda la acción de algún juez, antes de que terminen de controlar esa instancia, y queda que el Rey no firme. Pero ya nos avisan de que lo hará, como los batasunos, «por imperativo legal», y se nos recomienda con gravedad que respetemos su figura.

Entonces, solo tendríamos a Europa, con lo que se habría completado la entrega simbólica de soberanía.

La amnistía no es tan mala. Lo peor es lo que puede venir después, el referéndum, pero la amnistía es solo una humillación y la constatación de que el sistema es un error, pero ¿acaso no lo sabíamos? ¿y acaso no habíamos sido humillados ya durante décadas y de una manera definitiva con el pacto con ETA?

España, como ente, entidad, nación o Todo no tiene dignidad ni la tienen sus gentes. España es deprimente, insoportable. Y lo son, uno por uno, sus habitantes. Se salvan muy pocos, y suelen sufrir la soledad o la enfermedad o el dolor moral.

España es una cochiquera terrible con terracitas y solo se puede soportar si uno asume eso.

La Amnistía no es más golpismo que la Ley de la Reforma Política sobre la que se construyó esta basura que mantiene a sagas enteras de degenerados y golfos que, además de serlo, presumen con una horripilante afectación.

La Amnistía la han votado españoles según el sistema que-nos-dimos y han decidido que se perdone el golpe o golpecillo catalán y eso no es ninguna sorpresa porque lo sentimos desde el principio. La traición y el abandono se sintieron desde el día siguiente, empezando por el PP, que manda ahora a sus monstruos radiofónicos o a sus neocursis, neotransitivos, a pedir moderación y castigar el higado de Vox. Si hasta los toros los tienen reglamentados, llenos de centristas que afean el trago, el improperio o hasta el silbido. No difieren en nada del PSOE, solo en grado, y por eso su ideología son los modales, la moderación de formas. Lo mismo, pero en fino.

Y ese PP no es solo una castuza androide, es lo que nos rodea. Millones de personas que viven muy bien como viven, o no aspiran a nada más. Ni son tontos ni pueden ya considerarse engañados. Reaccionarán cuando pierdan lo que tienen: los pisos.

Así que la Amnistía no es mucho peor que lo que hemos tenido y no añade gran cosa a la humillación.

No va a haber reacción a la misma y es casi mejor no impostarla. Uno siente vergüenza de sí mismo y de las cosas que se llegan a decir. Un minuto más de estupideces dichas por un boomer trincón y me autoemasculo en Ferraz machacándome el membrum virile con las obras completas de Pérez Reverte.

Por favor, mejor callemos.

Ir a Ferraz, en verano, solo puede acabar en dinero para las terracitas del entorno cuyos dueños, muy seguramente, votarán al PSOE.

'San Isidro'.-Lozanada mansa y descastada para Luque, Galván y Hernández, con la sobresaliente actuación de Jabato Hijo, protestada por "los del fútbol". Márquez & Moore


"..Para vérselas con las prendas toledanas seleccionadas por el veedor, habían contratado a Daniel Luque y a Víctor Hernández, y como se cayó del cartel Manzanares, que no me extraña visto lo visto el pasado 16 de mayo, se trajeron a David Galván con lo que el cartel ganaba en interés.."

JOSÉ RAMÓN MÁRQUEZ
Hoy se dio un interesante dilema en Las Ventas. Fue durante la lidia del segundo de la tarde, Afanosito, número 15, colorado, bragado, meano, girón y manso como un palomo. El bicho, atendiendo a sus inclinaciones no tenía mucho interés en los capotes en general y en ninguno de los estímulos que se le ofrecían, en particular. Su tendencia era hacia los chiqueros de donde había salido y por donde, acaso, él pensaba que podría retornar a los añorados predios de Urda, de donde le habían sacado a base de trácalas unos días antes. Se para el toro plantado en el tercio y ve evolucionar ante él a un hombre subido en un caballo que le invita a acudir al cite, pero él no tiene interés en ese cite y mira aquello desde la cautelosa distancia que su prudencia le dicta. Entonces el hombre, que se llama Javier García y a quién apodan «Jabato hijo», «Jabato», hijo de «Jabato», mete la espuela en su cabalgadura e ignorando esos dos círculos de tiza que hay pintados en la tierra se va a la jurisdicción del toro, a buscarle donde más pesan los toros, abandonando el confort de la proximidad a los tableros. El toro, al ver invadido su espacio, se abalanza, ahora sí, hacia la caballería, mientras «Jabato hijo» le coloca la acerada puya en el espaldar y el toro se la trata de quitar echando la cara arriba cobarde y violentamente y casi echando de su montura al picador, que se agarrra y consigue mantenerse en su posición, tratando de tapar la salida al cabestro. Y luego, por segunda vez, vuelve el picador a partir desde el habitual guarecimiento hacia la zona menos confortable, pasando de nuevo por encima de las rayas blancas para colocar el número dos de sus resueltos puyazos. Bravo por «Jabato», que nos trae la evocación de Charpa, los Trigo, Badila… de los grandes piqueros que salieron de la cobarde protección de las tablas a buscar al toro donde pesa, con el pecho del caballo por delante y la fe en la fuerza de su brazo manejando la vara de detener. Como es natural al pobre «Jabato» le llamaron de todo y le entonaron de manera harto injusta ese «¡qué malo eres!» los muchos ignorantes que confunden la Plaza de Toros con un campo de balompié, donde las rayas delimitan cosas realmente importantes para aquel juego. Vaya desde aquí un aplauso para el valiente picador.

Nos hace notar el inteligente aficionado J., al hilo de la suerte de varas, en cómo la ejecución de dicha suerte se va desplazando poco a poco de su lugar natural, que sería la divisoria entre los tendidos 7 y 8, la contraquerencia frente a chiqueros, hacia el 9, llegándose a picar, como hoy ha pasado, a la altura del burladero del 9, sin que se observe el más mínimo gesto por parte del alguacilillo ni de la alguacililla por corregir ese desafuero. Verdaderamente se ignora para qué están por allí esos dos «Felipes segundos pintados por Velázquez» (Foxá) en el callejón, porque ya sólo se les ve de utilidad en lo de entregar las orejas y en su tristísimo, lánguido paseo a caballo anterior al inicio del festejo.

El manso Afanosito y los otros cinco mansos que le acompañaron esta tarde en su particular exhibición del patente fracaso de sus ganaderos llevaban marcados a fuego en la nalga derecha los hierros de El Cortijillo (el primero y el segundo) y de Alcurrucén (el resto) La manifiesta condición blanda y cenagosa del primer Cortijillo le granjeó el honor de contemplar el pañuelo verde, que sirvió para que saliese un sobrero atanasio de Juan Manuel Criado, que derribó a base de riñones y de manera muy espectacular a Israel de Pedro, que quedó atrapado bajo el peso del penco y sus múltiples arreos durante unos segundos que se hicieron eternos, con el toro rondando muy cerca del hombre, dando lugar a un quite a cuerpo limpio de Juan Carlos Rey. Mansedumbre y descaste serían las principales notas del encierro que mandaron a Madrid los señores Lozano, que llevan ya más tiempo del deseable sin dar una, y eso que parecía que tenían la ganadería en la mano, pero la experiencia de los últimos años apunta más bien a que la cosa se les ha ido de madre y sin embargo no cesamos de verla anunciada en La Monumental. He ahí otra vacada que debería ser puesta en cuarentena por un tiempo.

Para vérselas con las prendas toledanas seleccionadas por el veedor, habían contratado a Daniel Luque y a Víctor Hernández, y como se cayó del cartel Manzanares, que no me extraña visto lo visto el pasado 16 de mayo, se trajeron a David Galván con lo que el cartel ganaba en interés, aunque imaginamos que a Hernández le habría hecho más ilusión que la alternativa se la diera Manzanares mejor que Luque, que a fin de cuentas si él estaba en ese cartel era para que Manzanares no tuviera que matar el primero de la tarde.

Por orden de antigüedad hablaremos primeramente de Luque, de verde hoja de cafeto y oro, que vino a interpretar su enésima función de «La ciudad no es para mí», Pedro Lazaga, 1966, y donde pone ciudad léase Madrid, que este hombre es víctima del síndrome de Emilio (Temple) Muñoz, que consiste en irse de Las Ventas con las manos vacías una y otra vez, año tras año, como dice el aficionado A. No pasa nada, porque los mercenarios de la pluma nos lo volverán a colocar como figura emergente otra vez más o las que haga falta, y aquí volverá a estar el año próximo, que cumplirá 15 años de alternativa, o acaso en la Feria de Otoño. 
De su encuentro con su primero nada hay reseñable, salvo que tras su catálogo de ventajillas y descoloque optó por un final de arrimón que llegó al corazón de los más impresionables y que Luque exprimió ese arrimón todo lo que pudo y lo mismo, si llega a matar bien, hasta le hubieran pedido una orejilla de esas muy baratas que se piden ahora. A su segundo le picó «Jabato», que estaba haciendo de puerta, o sea que se picó los dos del lote. La verdad es que con el semoviente llamado Herrerito, número 27, la mejor opción hubiera sido la de salir con el estoque de verdad, haberse doblado con él y haberle despenado ipso-facto. Luque intentó echar a andar su tauromaquia luquesina y en seguida se dio cuenta de que nada había que rascar allí, por lo que tras pinchar al bicho, le dejó una estocada cualquiera que puso punto final al paso del de Gerena por la Feria.

David Galván compuso en su primer manso una faena de altibajos en la que se explaya en unos naturales y se recrea en pases de trinchera muy estéticos y poncinas de largo trazo en el epílogo de la faena. El toro no tenía cuajo ni presencia para Madrid y Galván trató de sacar de él lo que buenamente pudo. Hubo gentes que estimaron que aquello merecía una oreja y la pidieron, pero don José María Fernández Egea se puso del lado del prestigio de la Plaza y, con buen criterio, la denegó. Mejor la vuelta al ruedo que una oreja protestada. 
Su segundo fue Catalino, número 206, más incierto que el primero, con el que Galván se creció no queriendo que se le escapase la ocasión de dejar su buena impronta en Madrid y dejó unos momentos de muy buen son en los naturales sacados de uno en uno. Su buena colocación y su mando hacen ver que Galván está en un óptimo momento. Con esos mimbres labra ante el manso una faena de mérito, con los consiguientes altibajos otra vez, hasta que éste se raja. El conjunto de su actuación es positivo y Galván no pierde cartel tras esta tarde tan desabrida.

Y Hernández, que se las vio con el cinqueño de Criado Holgado que tenía sus dificultades, sobre todo lo que le costaba arrancarse, y ante el cual dio una impresión de madurez, dejando algunos naturales de buen trazo y la sensación de tener la cabeza amueblada. Pongamos el defecto de lo largo del trasteo, de no ver cuándo es el momento de acabar y terminar recibiendo un aviso cuando ya todo el pescado estaba vendido y el toro ya había dicho que con él ya no contasen más para nada. 
Su segundo tenía menos teclas que tocar y por eso brilló más la excelente disposición del torero, de nuevo su mano izquierda vuelve a relucir, así como la estocada hasta los gavilanes que tiró al toro sin puntilla y puso punto final a la faena que, de nuevo volvió a ser más larga de lo que dictaba la prudencia, como lo prueba el aviso que recibió, y a la corrida.


El birlibirloque de cada día




ANDREW MOORE














FIN

MADRID/ 18ª San Isidro Mejor la terna / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Víctor Hernández con el de su confirmación: Las Ventas

David Galván da vuelta al ruedo, El confirmante Víctor Hernández doble saludo y Daniel Luque ovación sobre una mansa y áspera corrida de los Lozano...

Mejor la terna

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali, V 30 2024
De haber sido por los toros y con otro cartel más litográfico, la tarde seguramente se hubiese ido en blanco. Siete, cuatro de Alcurrucén, dos de El Cortijillo (1º y 2º) y primero bis de Juan Manuel Criado. Astifinos, dispares, mansos, defensivos, ásperos. Cinco de ellos cinqueños, cargaron 561 kilos promedio. Renuentes en todos los tercios, abantos, huidizos, carialtos, pero sin mala leche. Opusieron todo ese arsenal a las ilusiones de una terna que se jugaba mucho. El novel, su entrada en Madrid. El veterano de Gerena, la última carta en la gran feria, para refrendar su vitola en todas las otras, y la revelación de la feria que volvía de sustituto a no desdorar su reciente triunfo.

La plaza casi llena, bajo sol de justicia los esperó y los juzgó sin la hostilidad que reserva para unos pocos elegidos (sobre todo uno). Y al final terminó aprobándolos, a todos, más allá de lo que por sus rostros al final del festejo ellos parecían aprobarse a sí mismos. A los toros en cambio les pitaron los arrastres y varias salidas. El ganadero Eduardo Lozano se negó a dar declaraciones terminada la corrida. Eso dijo todo.

Quizá la mayor sorpresa la dio Víctor Hernández. Tanto con el toro de la confirmación, como con el otro. Su vocación de seriedad, quietud, sobriedad, clasicismo, liturgia y verdad así como la vertical figura y el taciturno rictus me produjeron personales evocaciones de S.M. El Viti. Guardadas proporciones, por supuesto. Pero tengo que confesarlo.

El primero, se lo devolvieron porque el siete lo protestó. Y tuvo que confirmar con el primer sobrero. Amplia cuna, soso y tan poco propicio como toda la corrida. Tras los cinco delantales y la revolera de saludo tumbó y en el suelo le puso el pitón en la axila al indefenso picador. Brindis escueto al padre y de allí en adelante la lidia natural pintiparada comenzó a recoger pueblo, pese a los tardeos de la res. El punto más alto, en el que pareció vertirse desde dentro fue la serie de cuatro izquierdas y forzado al final de la faena. Un inesperado metisaca en sitio, una estocada tendida y el descabello no lograron aplacar el entusiasmo ni evitar el saludo.

Con el sexto, tuvo que apostar mucho cuando lo tuvo al frente y perseguir cuando huía. Capturándolo en tablas se le metió en el terreno sinceramente, valorizando así una porfía que de otra manera hubiese resultado excesiva y efectista. Sonó el aviso antes de la igualada y la estocada de la tarde rodó sin puntilla el maluco y arrancó la otra ovación que recibió montera en mano.

David Galván, gustoso y tesonero justificó el evidente afecto del público. Pitón contrario, temple y largura, y un aire de personal sentimiento subrayaron sus faenas. Que no corrieron fluidas por la inconstancia y rudeza de su lote. Al tercero, quizá el más franco en sus comienzos le lució por las dos manos en redondo, erecto y genuflexo, y remató con ese pase de pecho circular de gran impacto en el tendido. Una estocada honda arriba, letal, fue casi simultánea con el aviso. La petición fue ruidosa pero Don José María Fernández Egea no la consideró digna de su atención. Se ganó una bronca después de que el torero dio la vuelta al ruedo. Y la exministra Carmen Calvo comentó en el callejón: “han debido conceder la oreja. La protesta es justa”.

El quinto, de solemnidad, cobarde, huído, le obligó a una brega empeñosa pero por supuesto sin lujos estéticos, la cual, cuando nadie creía produjo el fruto de cinco naturales puros uno de pecho, un giro, y otro idem. Seguidos de otra tanda más corta por el mismo lado y uno de la firma mirando al tendido como fe de victoria. Sin embargo, el malo se le echó con dos pinchazos y ahí quedó la cosa.

Daniel Luque, a disgusto. Capoteó sin brillo al insulso segundo, y le muleteó con su reconocida técnica y coraje, pero sin lograr romper el hielo que su sosería, tardeo y mal estilo proyectaban al tendido. Dele que dele, hasta que optó por poner el cuerpo entre los pitones y halar pallá y pacá el remiso rendido. Cosa que no es de consumo en esta plaza pero que sorprendentemente llegó a la gente. La media estocada echándose fuera fue ovacionada en el tercio. Con el otro, quizá el peor y en medio de una ventisca, nada de nada. Media espada y un descabello preciso.

FICHA DEL FESTEJO
Madrid. Jueves 30 de mayo 2024. Plaza de Las Ventas. 18ª de San Isidro. Sol. Casi lleno. Siete toros, cuatro de Alcurrucén, dos del El Cortijillo (1º y 2º) y 1º bis de Juan Manuel Criado, cinqueños, dispares, mansos y ásperos

Daniel Luque, saludo y silencio
David Galván, vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras aviso
Víctor Hernández (confirmación), saludo y saludo tras aviso.

Madrid. Alcurrucén, basura bovina / por Pla Ventura

 

"..A tenor de todo lo que está saliendo por toriles respecto al toro, una crónica de cualquier día nos valdría para todas las corridas de la feria en la que, salvo los de Fuente Ymbro y La Quinta, lo demás han sido todo sucedáneos sin sentido y, lo que es peor, bicornes sin ninguna posibilidad de conexión con los graderíos.."

Madrid. Alcurrucén, basura bovina

Pla Ventura
Toros de Lidia/30 mayo, 2024
Menudo disgusto tendrá la familia Lozano al ver el juego de sus toros en el día de hoy, incluso en su primera comparecencia que, como sabemos, también se saldó con un fracaso. En aquella ocasión, en el peor de los casos, dos toros dieron alguna opción mientras que, hoy, la catástrofe ha sido de época. Basura bovina sería el titular que hemos puesto porque, como es natural y lógico, define por completo lo que ha pasado hoy en Madrid.

Corrida mansa, abanta, insulsa, sin la menor gracia ni casta, algunos, hasta terciados; eso sí, todos tenían el denominador común de la bondad, sin el menor atisbo de peligro pero, de nulo carácter para emocionar a nadie. Es cierto que, los Lozano, a lo largo de su singladura han lidiado toros importantísimos pero, en los últimos años, los hechos han venido a demostrar que, buscando la total nobleza para el torero, se han encontrado con esos animales amorfos que no sirven absolutamente para nada.

A tenor de todo lo que está saliendo por toriles respecto al toro, una crónica de cualquier día nos valdría para todas las corridas de la feria en la que, salvo los de Fuente Ymbro y La Quinta, lo demás han sido todo sucedáneos sin sentido y, lo que es peor, bicornes sin ninguna posibilidad de conexión con los graderíos. Yo diría que, hasta podríamos hacer la crónica a las doce de la mañana y acertaríamos por completo. ¿Cabe desdicha mayor? Eso sí, el lleno es absoluto y de forma diaria. ¿Serán santos los abonados? Barrunto que sí.

Confirmaba hoy otro torero, Víctor Hernández, el que fuera rotundo triunfador como novillero en Las Ventas. A Hernández, como mal menor, le queda su participación en la Copa Chenel, el resto de sus compañeros que han confirmado como él, todos están inscritos en las oficinas del INEM. El chico ha tenido un primer enemigo dulce, pasaba y venía sin maldad alguna y, Hernández lo ha toreado de forma armónica, incluso con gusto, que lo tiene, pero con aquel ganado aborregado todo su esfuerzo ha sido en vano. En su segundo todavía ha sido mucho peor porque el contrincante no ha querido saber nada del torero que, como era natural y lógico, lo ha intentado por completo. En este su segundo toro ha dado una grandiosa estocada.

Daniel Luque se marcha de la feria con la desdicha de saber que, Roca Rey estará muy contento, una maldad que barrunto pero que, tiene su lógica. Como dije en su festejo anterior, Luque, con el toro aborregado, aunque se pegue ese arrimón estúpido en el primer toro, eso no sirve para nada. En su segundo, otro tanto de lo mismo. Ciertamente, no ha tenido toros de triunfo pero, con estos caricatos, Luque se hunde en la miseria porque necesita de un toro encastado y fiero, justamente, por esa vía es la que ha conseguido sus triunfos, en provincias, claro, pero siempre frente a ganaderías encastadas. Su balance ha sido muy pobre y no avanzará un paso más de los que hasta ahora había conseguido pero, aquello de enfrentarse al toro de las figuras que suena muy bello, al final tiene consecuencias nefastas, su paso por Madrid ha sido la prueba de lo que digo.

Y venía Galván a sustituir a Manzanares tras aquella faena hermosa que nos regaló hace pocos días. El chico se le veía ilusionado por repetir la proeza y, en su primer enemigo, un animal que embestía muy bien y no decía nada, Galván ha estado por momentos muy artista; apenas retazos porque el toro apenas le ha permitido nada por la sosería de la que era dueño y señor. Con esos mimbres, no se hace cesto alguno, pero no es menos cierto que Galván ha dibujado algún que otro muletazo genuflexo que nos ha sabido a gloria. Su toreo fundamental no alcanza eco alguno pero, en el accesorio ahí tiene un pellizco enorme, en que caló en Madrid hace unos días y en el que, en el día de hoy, de haberle ayudado su enemigo la oreja hubiera sido de ley. Ha dado una vuelta al ruedo para agradecerle su frescura y novedad, al menos para el público de Madrid que lo ha visto con tremendo agrado. Es cierto que, las pasiones de hoy no han tenido nada que ver con las de su primera comparecencia. Nada destacable en su segundo que, más aborregado los demás, con escasa fuerza y menos recorrido, Galván a estado digno.

Una más para sumar a la cantidad de bodrios que se han sucedido en el ciclo. Eso sí, los avisos, hasta el día de hoy creo que han superado los sesenta. El dato es dramático, más que nada porque de alguna manera viene a demostrar la insensatez de los diestros que, con su actitud, son capaces de aburrir hasta el palo de la bandera. Cualquier torero, por torpe que sea, debería saber que en Madrid, con quince muletazos se cortan dos orejas y se abre la puerta grande y, para ello, bastan y sobran apenas diez minutos. Tras todo lo dicho, queda claro que el sopor ha sido la tónica dominante en casi todos los festejos feriales. ¡Qué pena!

Carteles de la Feria de San Fermín 2024. Doblete de Roca Rey y Colombo con Miura



Debutan en la Feria del Toro Fernando Adrián, Juan Ortega, Gómez del Pilar y Juan de Castilla.

Feria de San Fermín 2024
Doblete de Roca Rey y Colombo con Miura

Figuras consagradas y debutantes forman parte del cartel de la Feria del Toro de los Sanfermines de 2024, en la que repite tarde el diestro Andrés Roca Rey, y que será la de la despedida de Pamplona del rejoneador navarro Pablo hermoso de Mendoza la tarde del 6 de julio.

El punto fuerte de la Feria será la corrida del viernes 12 de julio, en la que participarán Morante de la Puebla, Cayetano Ribera y Roca Rey, con toros de la ganadería de Jandilla.

Debutan en la Feria del Toro Fernando Adrián, Juan Ortega, Gómez del Pilar y Juan de Castilla.

Roca Rey, un “idilio especial” con Pamplona

El presidente de la comisión taurina de la Casa de Misericordia de Pamplona, José María Marco, ha destacado en conferencia de prensa que Roca Rey, triunfador de la feria del año pasado con cinco orejas, tiene con Pamplona “un idilio especial”.

“Esperamos que dé su dimensión de figura, que es lo que es”, ha afirmado Marco, quien ha resaltado: “Los que triunfan en Pamplona, siempre que se pueda, nos gusta repetirlos”.

La feria de este año supera ligeramente los 4,5 millones de euros de presupuesto, un tercio correspondiente a toros y dos tercios, a toreros.

Además, el concurso de recortadores tendrá lugar el domingo 7 de julio y el de anillas, el sábado día 13.

Los precios suben de media un 2,1%

Jesús Cía, director de la Casa de Misericordia de Pamplona, propietaria de la plaza, ha comentado que los precios de localidades experimentan un incremento medio ponderado del 2,1%, inferior al IPC de 2023, para “preservar el carácter popular de la fiesta”.

Ha subrayado que los jóvenes, con los 200 euros del bono cultural para espectáculos, pueden ver toda la feria en sombra, o en sol y comprar además todos los días entradas para el espectáculo del encierro. La venta de abonos comenzará el lunes 10 de junio.

Respecto al espectáculo del encierro en la plaza de toros, ha señalado que el año pasado, en los ocho días de carrera de los toros, hubo en total 144.610 espectadores, más de 18.000 de promedio cada día.

En ese sentido, cada año se supera el récord del año anterior. En Sanfermines, “a las ocho de la mañana no hay un lugar más divertido en el mundo”, ha afirmado.

Cartel de la Feria del Toro de 2024.

– Viernes 5 de julio. Novillos de la ganadería navarra de Pincha para Jarocho, Alejandro Chicharro y Samuel Navalón.

– Sábado 6 de julio. Toros de la ganadería de El Capea (Salamanca) para Pablo Hermoso de Mendoza, Roberto Armendáriz y Guillermo Hermoso de Mendoza.

– Domingo 7 de julio. Toros de La Palmosilla (Cádiz) para Diego Urdiales, Fernando Adrián y Borja Jiménez.

– Lunes 8 de julio. Toros de Cebada Gago (Cádiz) para Juan Leal, Román e Isaac Fonseca.

– Martes 9 de julio. Toros de Victoriano del Río (Madrid) para Sebastián Castella, Emilio de Justo y Ginés Marín.

– Miércoles 10 de julio. Toros de Fuente Ymbro (Cádiz) para Miguel Ángel Perera, Andrés Roca Rey y Tomás Rufo.

– Jueves 11 de julio. Toros de Domingo Hernández (Salamanca) para Alejandro Talavante, Daniel Luque y Juan Ortega.

– Viernes 12 de julio. Toros de Jandilla (Badajoz) para Morante de la Puebla, Cayetano Rivera y Roca Rey.

– Sábado 13 de julio. Toros de José Escolar (Ávila) para Rafaelillo, Gómez del Pilar y Juan de Castilla.

– Domingo 14 de julio. Toros de Miura para Antonio Ferrera, Manuel Escribano y Jesús Enrique Colombo.

jueves, 30 de mayo de 2024

'SAN ISIDRO' 18ª.- SE BUSCAN CULPABLES / por Juan Miguel Núñez Batlles


"..Vuelven a fallar los toros, casi todos, mientras los toreros, también casi todos,  dejan asimismo que desear. ¿Y los veterinarios? ¿la autoridad? Ya no se sabe si también el público, la prensa,  ésta supuestamente especializada, y muchos más supuestos, pocos frentes auténticos, cuando todo va tan a contramano a lo prescrito.."

Decimoctava de San Isidro
SE BUSCAN CULPABLES
  • Hay que tomar medidas, del tipo que sean. Y buscar culpables.
  • Pues no puede ser, una feria tan mala. Y llenos a diario.

Juan Miguel Núñez Batlles
Vuelven a fallar los toros, casi todos, mientras los toreros, también casi todos,  dejan asimismo que desear. ¿Y los veterinarios? ¿la autoridad? Ya no se sabe si también el público, la prensa,  ésta supuestamente especializada, y muchos más supuestos, pocos frentes auténticos, cuando todo va tan a contramano a lo prescrito.

El  toro de la confirmación de Hernández fue devuelto en banderillas por las escasas fuerzas que mostró perdiendo las manos antes y después de ser picado.

El sobrero, de Juan Manuel Criado, derribo en el primer encuentro con el caballo montado por Israel de Pedro, que quedó a merced en el suelo, salvándole un quite a cuerpo limpio, más que puntual, milagroso, de Juan Carlos Rey. Detalle muy emotivo y torero, que la masa en el tendido no supo apreciar mientras el salvador volvía al callejón sin el mínimo reconocimiento. Cosas del moderno público de Madrid. 

Luego el toro no fue nada en la muleta, con pocas ganas de embestir, sin fuerzas, sin raza. Lo de estos días atrás. Aún quedaba la esperanza de que embistiera alguno de   los titulares todavía por salir.

Mas tampoco arregló nada el segundo, ni el cuarto, quinto y sexto.

Mención aparte el tercero. Buen toro éste.

El  primero de Luque, el torero más esperado y deseado de la feria por aquello de los dimes y diretes que se trae con Roca Rey, quien no quiere verlo ni en pintura, ahora dicen las malas lenguas que por un asunto de faldas ya caducado, el caso es que excluyéndole cada vez que puede, que es siempre. Un veto. que está durando demasiado y no deja de ser una ñoñería en regla.

Luque, muy respetado por el mismo público que tanto exige a otros, a Roca sin ir más lejos, hizo un esfuerzo ímprobo con ese primero suyo. Tesón y mucha firmeza, con retazos también de toreo bueno, pero solo eso, fragmentos sueltos. Con el cuarto lo tuvo más difícil, menos opciones. Luque sólo pudo quitárselo de en medio con brevedad y dignidad 

El tercero, sí, toro bueno, pero Galván no estuvo a la altura. Hoy vino por el ausente Manzanares, dicho lo de ausente con todas las de la ley, puesto que el parte facultativo que presentó el alicantino es como un pasatiempo de acertijos. Menuda broma lo de algunos partes médicos de toreros que no están con ánimo de torear.

El caso es que Galván no aprovechó la oportunidad de su primero, qué iba y venía a la primera llamada, se desplazaba abriéndose lo justo. El hombre abusó de los recortes por bajo, incapaz de echarse al toro por delante en los que debieron ser verdaderos y oportunos pases de pecho. Se lo censuró una voz potente del tendido 7: se va sin torear.

No fue bueno el quinto, al que Galván le pegó muchos muletazos y ninguno que mereciera la pena.

Cerró la función un sexto cariavacado, esmirriado y con menos contenido que presencia. Galván no pasó en éste de los trapazos, y un proyecto de parón final que no convenció a nadie. Oportuno corolario a tan desdichada representación. 

¿Se atreve alguien a buscar culpables?

FICHA DEL FESTEJO.- Decimoctava de Feria. Lleno sin apreturas.

Cuatro toros de Alcurrucén, uno, el segundo de El Cortijillo, del mismo encaste y casa ganadera, y un sobrero que hizo primero, de Juan Manuel Criado, sustituto de uno de El Cortijillo. Todos en general, a medias de fuerzas y de casta. El mejor, con clase y empuje, el tercero, un buen toro.

Daniel Luque; media (ovación); y pinchazo, estocada trasera y descabello (silencio).

David Galván: media (aviso y vuelta protestaba tras petición); y dos pinchazos (silencio).

Víctor Hernández, que confirmó alternativa: pinchazo, estocada y descabello (aviso y división al saludar con más pitos que palmas); y buena estocada (palmas en la despedida).

Cuadrillas: Juan Carlos Rey saltó del callejón a cuerpo limpio, en el primero, para hacer un milagroso quite de riesgo al picador Israel de Pedro. El quite de la feria hasta ahora.

Madrid, 30 de Mayo de 2024

El Real Madrid contra el resto del mundo / por Israel G. Montejo

"..El antimadridismo global ya ha comenzado a difundir el bulo de que el Borussia es casi un equipo de pandereta y que el Madrid lo tiene hecho. El objetivo no es otro que desmerecer una posible victoria y convertir en un fracaso de proporciones bíblicas una factible derrota.."

El Real Madrid contra el resto del mundo

La Galerna/Madrid, 29 mayo, 2024
El Real Madrid juega este sábado 1 de junio en el mítico estadio de Wembley la que, posiblemente, sea una de sus finales más complicadas de todas las que ha disputado desde que hace diez años empezase la Tercera Edad de Oro del Club, tras la vivida en los años 50, en los albores de la Copa de Europa, y la trilogía 1998, 2000 y 2002, cuando se sumaron tres entorchados en cinco ediciones.

El Madrid, desde que en 2014 levantase la Champions League al cielo de Lisboa, ha ganado cinco títulos y esta será su sexta final en once ediciones, una proeza que salvo que seas el propio el Real Madrid nadie tiene la capacidad de igualar.

EL REAL MADRID JUEGA ESTE SÁBADO 1 DE JUNIO EN EL MÍTICO ESTADIO DE WEMBLEY LA QUE, POSIBLEMENTE, SEA UNA DE SUS FINALES MÁS COMPLICADAS DE TODAS LAS QUE HA DISPUTADO DESDE QUE HACE DIEZ AÑOS EMPEZASE LA TERCERA EDAD DE ORO DEL CLUB.

En estas últimas cinco finales se ha enfrentado en dos ocasiones ante el Atlético de Madrid, la Juventus y en dos más ante el Liverpool. En todas, ha salido indemne, encadenando ocho entorchados desde el año 1998. Ningún club está cerca siquiera de poder acercarse. Estamos hablando de dimensiones de otra galaxia.

Lo cierto es que esta final ante el Borussia Dortmund  es la más complicada de todas las que ha disputado en los últimos años. El Madrid no juega ante el Borussia. O mejor dicho, no solamente juega ante el Borussia. La final la disputa el Real Madrid contra el resto del mundo.


El antimadridismo global en España ya ha comenzado a difundir el bulo, uno más, de que el Borussia es casi un equipo de pandereta y que el Madrid lo tiene hecho desde que tome el avión en el aeropuerto de Barajas. El objetivo no es otro que desmerecer una posible victoria y convertir en un fracaso de proporciones bíblicas una factible derrota, transformando una temporada magnífica con títulos de Liga y Supercopa ganados en buena lid y con las dificultades extra que supusieron las lesiones de larga duración de Courtois, Alaba y Militao, en una pesadilla.

En la creación de ese caldo de cultivo colaboran prensa y redes sociales, siempre encantadas de sumar en las filas de un antimadridismo popular.

EL ANTIMADRIDISMO GLOBAL YA HA COMENZADO A DIFUNDIR EL BULO DE QUE EL BORUSSIA ES CASI UN EQUIPO DE PANDERETA Y QUE EL MADRID LO TIENE HECHO. EL OBJETIVO NO ES OTRO QUE DESMERECER UNA POSIBLE VICTORIA Y CONVERTIR EN UN FRACASO DE PROPORCIONES BÍBLICAS UNA FACTIBLE DERROTA

En ese equipo del resto del mundo también se alinean instituciones deportivas internacionales que estarían encantadas de ver al Madrid doblar la rodilla por su defensa cerrada de la Superliga, e incluso españolas, enfrentadas a cara de perro con el club blanco. Todo suma para dar por ganada de antemano una final con la gran esperanza de convertir Wembley en una catarsis blanca.

La realidad es más bien la contraria. Estamos ante una final superlativa. Si el Bayern Munich o el Manchester City no están en la final es porque los ha eliminado el Madrid, y si el PSG o el AC Milan tampoco comparecen en Wembley es porque su verdugo fue este Borussia al que tantos dan por rival enclenque. Tan enclenque que fue capaz de golear en menos que canta un gallo al gran Atleti de Simeone en el Signal Iduna Park en cuartos de final de esta edición.


En este Borussia para los restos juegan futbolistas de nivel como el meta revelación de la Champions League, Kobel, Adeyemi, Jadon Sancho, Niklas Süle, Hummels, Emre Can, Julian Brandt, el ariete Füllkrug, Marcel Sabitzer o Marco Reus, el equivalente emocional a Kroos en el equipo amarillo. Un plantel espectacular y comprometido en la consecución de un objetivo que no es otro que levantar la segunda Copa de Europa de la historia del club amarillo este 1 de junio en Wembley.

Edin Terzic cumple tres temporadas al frente de un equipo que el año pasado perdió la Bundesliga en el último suspiro y que ha sido capaz este año de llegar a la final de la Champions League tras haber vendido la temporada pasada a Jude Bellingham y hace tres a Erling Haaland.

EN ESE EQUIPO DEL RESTO DEL MUNDO TAMBIÉN SE ALINEAN INSTITUCIONES DEPORTIVAS INTERNACIONALES QUE ESTARÍAN ENCANTADAS DE VER AL MADRID DOBLAR LA RODILLA POR SU DEFENSA CERRADA DE LA SUPERLIGA, E INCLUSO ESPAÑOLAS, ENFRENTADAS A CARA DE PERRO CON EL CLUB BLANCO

El Borussia es un club vendedor que sabe reinventarse una y otra vez y esa capacidad se la dan sus 158.000 socios, sus ocho Bundesligas, su Copa de Europa ganada en el 96, sus 5 Copas de Alemania, su Recopa y su espléndido estadio, el Signal Iduna Park con sus 81.000 localidades y su Muro Amarillo donde cada partido se agolpan 30.000 ‘borussiers’.

El Dortmund no es un recién llegado, no es un cualquiera, como nos quieren hacer creer. Es un equipo con una trayectoria detrás, sólido y que está ante la oportunidad de escribir la página más brillante de toda su historia. Y además, el sábado estará apoyado por todo el antimadridismo global, una masa difícil de cuantificar pero absolutamente entregada a la causa.

Por eso, estamos ante la final más difícil de todas las disputadas. Justo el tipo de reto ante el que el Real Madrid se crece y agiganta su leyenda.

Getty Images.

Botijos de Juan Pedro, extraordinario criador de porcino, para Morante, que escurrió los bultos; Talavante, a quien Timi regaló otra oreja; y Aguado, con sus desmayos de marquesa. Márquez & Moore


"..el filme «El Padrino»Francis Ford Coppola, 1972, Vito Corleone dice a su hijo Michele: «El que venga a ti con una propuesta de acuerdo o de reunión, ése es el traidor». Pues aquí, lo mismo: «El que te proponga torear la de Juan Pedro, ése es el auténtico antitaurino».."

JOSÉ RAMÓN MÁRQUEZ
Aún me acuerdo, cuando la Plaza la llevaba Manolo Chopera, cuando los meapilas de a tanto alzado estaban con la monserga de que el toro ése de Madrid, tan grande, ese toro que no cabía en la muleta no servía, porque tal y cual, y las liebres por el mar, y por el monte, las sardinas. Y es que el toro de Juampedro, tan bello, tan armónico, tan proporcionado, era el epítome del canon taurómaco. Y hoy echan en Madrid una tómbola de carne de Juanpedrirtis, con más años que la tana, más fuera de tipo que la Taylor Swift con cien arrobas, negación pura del trapío, que es parecerse a su origen, y aquí todo el mundo callado con que si el segundo se entrega o deja de entregarse, con que si el cuarto se viene a menos, con que si el sexto está justo de fuerza, por no decir que lo que en el día de hoy se anunció como «corrida de toros» fue una Pasarela Cibeles de gorduras mórbidas, de descaste, de mansedumbre y, lo que es peor, de idiotez supina y bovina.

No es que nos fuera a pillar de sorpresa la basura ganadera que este enésimo Juan Pedro nos tenía preparada, que ya no nos chupamos el dedo, y por eso es difícil enfadarse. Lo suyo, sabiendo lo que iba a pasar como lo sabíamos, hubiese sido no ir a los toros y haber echado la tarde en el aguaducho de Narváez degustando su exquisita agua de cebada, que nunca falla, pero una vez que se decide ir a Las Ventas, lo último es desesperarse por esa crónica del desastre anunciado que iba a ser, que fue, la corrida de Juan Pedro, en este caso don Juan Pedro Domecq Morenés, que cría con mucho mejor acierto gorrinos de pata negra que venden desde China, a Méjico, Australia, Singapur, Tailandia o el Caribe, herrados con la uve del Duque de Veragua, ya que por si algún despistado aún no se ha enterado aún, todo este mejunje de la «juampedritis», que decía mi añorado Juan Galacho, procede del ganado que, en mala hora, le compró al Duque de Veragua, a principios de 1930, Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio. Ya mismo digo que, si yo hubiera sido el Duque de Veragua, hubiera cogido mi Remington Nº 1 y no hubiera dejado un animal en pie, como hizo Buffalo Bill con los bisontes en Wyoming, pero el Duque fue blando, que a fin de cuentas a él lo que le gustaba eran los caballos, y vendió su hierro, su divisa, su antigüedad y sus animales a quien acabaría herrando cerdos porcinos y cerdos de lidia con esas señas, para desdoro eterno del ducado de Veragua, el marquesado de La Jamaica, el almirantazgo de la Mar Oceana y el Adelantamiento Mayor de las Indias.

La cosa es que, lo mismo que la familia de los Veragua es algo así como un ser mitológico que habita el Planeta de los Toros durante un siglo, a los Juampedro les pasa igual, que como todos se llaman de la misma forma, parece que un imponente ser de longevidad imperecedera llevase infernando en los genes ganaderos de esta casa desde un tiempo muy lejano. La cosa es que ahí hay cuatro o cinco generaciones que se llaman Juan Pedro, cada uno con su DNI y su NIF, dedicados a la cría de un subproducto del toro de lidia que nos llevamos tragando durante muchos más años de los que quisiéramos, porque su género es grato a ciertos toreros, a ciertas empresas y a ciertos apoderados, por lo poco que molestan. Ésa y no otra es la razón de que hoy se anunciasen con ese adefesio ganadero los renombrados Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Pablo Aguado que, si tuvieran a su lado a gentes de bien y buenos aficionados, les habrían disuadido de poner sus nombres al lado de una de las más corrompidas vacadas de las que herbajan en España.

El caso es que se perpetró el innecesario cartel en el que todo estaba más visto que el TBO y la Plaza volvió a poner su cartel de «No hay billetes», para que se vaya enterando el pijo y cursi ese de Urtasun, y las gentes se aposentaron en sus localidades, duras como el pan de hace un mes, plenas de ilusión.

La primera bazofia de la tarde se llamó Valedor, número 206. A las siete y veinte minutos ya estaba Morante de la Puebla, tabaco de Virginia y oro, aprestándose a dar fin de él, sin hallar argumentos con los que avalar su cartel, su fama y los dineros que se embolsa. A este semoviente lo bregó de manera exquisita Curro Javier, pero la mayoría de los espectadores ni sabían quién era Curro Javier, ni les importaba un bledo lo referente a la lidia del bicho. Hay que ser justos con Morante y poner en relieve un molinete de aire abelmontado, Sevilla en Madrid, de un aire tan añejo que había que haberse leído varias veces el tomo III del Cossío para poder comprenderlo. Las gentes se enfadaron con la actuación de Morante, que no es torero de Madrid pero que tiene legión de partidarios, y a los más viejos del lugar nos dio lo mismo lo que hiciera, porque sabíamos bien a lo que venía. Cero sorpresa.

Tras la muerte, hecha de cualquier manera, de Valedor, su sede fue ocupada inmediatamente por Trinador, número 94, otra bazofia que cayó en las manos de Alejandro Talavante, de blanco y oro, al que después de casi dieciocho años de alternativa no se le ocurre otra cosa mejor que empezar su faena de rodillas, como si viniese a presentarse. El bóvido, manso y áspero, calamocheaba lo suyo y Talavante ahí estaba, erre que erre, en un desesperante trasteo muy a menos en el que se iban apagando por igual las mechas del asqueroso del toro y del camaleónico torero. Cuando el pacense vio que nadie le echaba cuentas, se fue a por el estoque de verdad y le pegó al manso dos pinchazos y una estocada tendida y trasera con los que le mandó a los luceros, junto a don Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio y don Cristóbal Colón Aguilera, XV Duque de Veragua.

La tercera negación de casta y bravura de la tarde se llamó Tamborilero, número 64. Su innecesaria lidia y su segura muerte le correspondieron a Pablo Aguado, de verde botella y oro. En este toro se quiso redimir Morante ante su parroquia y dejó un quite en el que brillaron dos verónicas de puro cuajo, no de las de Antoñete o de Julio Robles, más bien de Curro Puya, de gran arte, que serían a la postre lo mejor de la tarde. Réplica de Aguado en tono menor por chicuelinas, como si respondes a la 3ª de Mahler con la marcha turca, sonata n.º 11, de Mozart. Imposible pugna. Torero y bonito inicio de Aguado con pases de trinchera, molinete y cambio de manos y punto final, pues a partir de ahí la mansedumbre y el descaste del semoviente dieron al traste con las posibilidades de poder ver algo. Vaya desde aquí otro abrazo para el vigente Juan Pedro.

En la cuarta anomalía genética, Ollero, número 213, Morante se quiso quitar la espinita de la nada que había interpretado en su primero y, la verdad, es que preferimos a aquel iluminado que a este que se las da de trabajador y de aseado. El trasteo fue de quinta, sin nada que aportar, pero a la parte más pedestre de la afición la dejó satisfecha con sus «ganas de trabajar» y consiguió que no le montaran la bronca que le pegaron en su primero.

El mastodonte de 672 kilos (¡Choperaaaaaaa, el toro grandeeeeeee no sirveeeeee!), fuera de cualquier baremo de la juampedritis le cayó a Talavante. Fue este mamotreto un bobo de solemnidad, tonto embestidor y falto de la más mínima inteligencia, que le das un boli y un boleto de la Primitiva y no sabría dónde poner las equis, pero tiene la virtud, tan admirada por cierto estamento taurino, de que no da problemas y repite las embestidas incesantemente. Y ahí está el camaleón dispuesto a crear una faena, en este caso con aire a Enrique Ponce, ayuna de compromiso, de verdad y de sinceridad. Talavante toreó más al público que al toro, y mira que el toro tenía poco que torear, y las gentes que con todo derecho habían acudido a un acto festivo y a la llamada de Morante, encontraron en la levedad de la propuesta de Talavante un clavo al que asirse para salvar su tarde. Y para los que vamos a los toros a ver torear, Talavante nos dejó con un palmo de narices, un sopapo en los morros, una nada ventajista y desairada en la que se aprovechó del estúpido ir y venir del cuadrúpedo sin dejar nada de enjundia que poder contar a los nietos. Le dieron una oreja como podían habérsela no dado, tras el infame bajonazo con el que se libró de la tómbola de carne, pero ahí estaba Timi, tan dispuesto siempre. Oreja y vuelta de nulo peso y menos valor. Ya van dos.

Y de final, el sexto desperdicio ganadero, Pasajero, número 62, al que Aguado dio unas verónicas ligeras, sin cuajo, muy de estos tiempos en que vivimos, que fueron jaleadas por la parroquia como si fueran algo. Aguado se quiso poner bonito, con su desmayo de a tanto alzado, pero en los planes de la birria colorada y ojo de perdiz que tenía enfrente, más feo que pegar a un Diputado, no estaba la cosa de echar una mano a las gracietas de Aguado, a su esteticismo huero, a su impostado desmayo, a su lentitud no de mando sino de acompañamiento y a su impostura.

En el filme «El Padrino», Francis Ford Coppola, 1972, Vito Corleone dice a su hijo Michele: «El que venga a ti con una propuesta de acuerdo o de reunión, ése es el traidor». Pues aquí, lo mismo: «El que te proponga torear la de Juan Pedro, ése es el auténtico antitaurino».



ANDREW MOORE













FIN