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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 26 de mayo de 2024

Real Madrid 0-0 Betis: Auf Wiedersehen, Herr Kroos


"..Apenas fue un aperitivo de una noche de emociones en Concha Espina. Betis y Real Madrid honraron con un pasillo a Toni en su última salida al césped que tantas veces regó de gloria. El palco, en pie; en la grada, un espectacular tifo con la leyenda, “Gracias, leyenda”, valga la redundancia, que no es otra que la brillante constancia de Antonio pase a pase y partido a partido.."

0-0: Auf Wiedersehen, Herr Kroos

Andrés Torres 
La GalernaLa Galerna/25 mayo, 2024
Faltaba aún un buen trecho para que el campeón despidiera esta noche el campeonato nacional de Liga y al Nuevo Bernabéu ya se le escapaba una lagrimita. Saltaba el Madrid a calentar sobre el verde y el estadio rompía a aplaudir a Herr Kroos, Antonio para los amigos Toni, hierático como buen teutón, levantaba el brazo en señal de agradecimiento. Sobrio. Ahorrando en vocales como cualquier palabro alemán. Gallina de piel, que diría Johan.


Apenas fue un aperitivo de una noche de emociones en Concha Espina. Betis y Real Madrid honraron con un pasillo a Toni en su última salida al césped que tantas veces regó de gloria. El palco, en pie; en la grada, un espectacular tifo con la leyenda, “Gracias, leyenda”, valga la redundancia, que no es otra que la brillante constancia de Antonio pase a pase y partido a partido.


Para inmortalizar el momento, una alienación de once Kroos es, cada titular merengue con el legendario 8 del Real Madrid a la espalda. Con todo, ni así hizo pucheros el bueno de Toni. Fuck you, que diría Lucas Vázquez. Qué tío. Cuánta clase.


A todo esto, un rival y un partido. Permítanme coger un kleenex que se me ha metido una mosca colchonera en el ojo y nos ponemos con la crónica. Más allá de un te quiero, Toni Kroos, que retumbó a los ocho minutos en el coliseo blanco, el Madrid abandonó todo aire festivo para jugar serio, presumiblemente con los once de Wembley, ante un Betis siempre alegre con el Ingeniero Pellegrini al volante. La agresividad merengue, London Calling, pareció sorprender a los sevillanos, con Isco aplaudido por el Bernabéu, en el banquillo verdiblanco luciendo pata coja, lástima para la Roja. Así, a los doce minutos, Rodrygo desperdició una buena oportunidad ante Vieites, tras pase de Vini y, poco después, el propio Vini vería como el arquero bético le rebañaba el balón de la bota, tras pifiarla el meta y servir esta ocasión de oro a Camavinga. Sokratis, que es zaguero verdiblanco y no filósofo presocrático, sacó bajo palos el disparo posterior de Mendy sin portero.


No obstante, poco a poco, el partido se fue difuminando, apenas agitado por algún eslalon de Goes, un taconazo en el área chica de Vini o el distinguido trote de Bellerín, melena al viento sobre la pasarela Bernabéu. Buen decimoquinto presagio. Valverde da el Ok a Bellerín, chanza que los más reputados galernautas detectarán sin problema. Mucha emoción en la grada, mucho bostezo sobre el césped. Tanto, que a los 37 minutos una falta lateral mal resuelta en una salida imprudente de Courtois acabó en gol del futbolista bético Johnny. No sólo eso. Avivó el fuego del debate de la portería merengue para Wembley, como raudo, veloz y maligno se encargó el realizador de Movistar en demostrar enchufando el careto de Lunin junto a los suplentes. Al final, resultó fuera de juego por un juanete después de un sesudo análisis VARbitúrico que no echaremos en absoluto de menos en las vacaciones de verano.

0-0 al descanso.

Perezoso compareció el Madrid en la reanudación, como ahíto de tantas emociones presentes y venideras. Y el Betis aprovechó para estirarse e incluso probar a Courtois, que con una buena mano en esta ocasión no dio opción al realizador de Movistar de mostrarnos a ningún arquero ucraniano cariacontecido en el banquillo. Bellingham recordó al Betis con un latigazo lejano que el Madrid is just Real Madrid.

Lo mismo haría poco después Courtois resarciéndose de la salida en falso anterior al sacar una mano prodigiosa a disparo cruzado raso, de los que duelen, de Juan Miranda. Dejaría su sitio a Arrizabalaga, un chaval jatorra de Ondarroa y gran profesional que merece también despedirse del Bernabéu. La sustitución de Nacho por Militao por el contrario nos sonó a un porsiaca de manual. Éste podría ser también el último partido del capitán en la casa blanca.

Y así avanzábamos hacia la gran llorera. Inevitable como en la Guerra del Infinito.

OJALÁ NUNCA EL ÁRBITRO HUBIERA PITADO EL FINAL. DANKE, TONI

Este movimiento en la banda evidenció que para el madridista medio había más interés en el banquillo que en el terreno de juego, donde aún permanecía Kroos en su penúltima misión como metrónomo madridista. Todos nos sobresaltamos cuando vimos a Lucas y a Modric prestos para entrar al campo. Lo hicieron por Carvajal y Camavinga respectivamente y entonces suspiramos al saber que esta era nuestra última oportunidad de contemplar juntos a Luka y Antonio bajo el cielo de Madrid en La Castellana. En cada pase, en cada combinación entre ambos, uno no dejaba de ver el fulgor de muchas Copas de Europa.

Nos supo a poco porque entonces llegó el momento.

A los 85 minutos, Toni Kroos veía su nombre en el cartelón de cambios y se desplomaba el estadio entre abrazos de sus compañeros sobre el verde, en la zona técnica, en pie, liderados por Carletto, con su familia llorando en el túnel y Antonio, visiblemente emocionado, capaz de no derramar ninguna lágrima, hasta que abrazó a su pequeña. Entonces sí.


El partido mereció mucho la pena por este inolvidable instante para el recuerdo y la memoria de todo el madridismo.

Ojalá nunca el árbitro hubiera pitado el final.

Danke, Toni.

Auf Wiedersehen, Herr Kroos.
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