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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 16 de diciembre de 2021

El bobo de ESPN / por Juan Manuel Rodríguez

De la ristra de patochadas del tal Ramos la que ha tenido más éxito con el calabobos ha sido ese cliché repetido mil veces de que el Real Madrid debió sus éxitos pasados más relucientes al general Francisco Franco. Y el bobo, retador, o sea bobo al cuadrado o bobísimo, añadía que nadie podía cuestionarle esos datos porque había testigos de todas esas maniobras.

El bobo de ESPN

Un tonto a las tres y también un rato después llamado Rafael y apellidado como el defensa central del PSG, o sea Ramos, dizque periodista del programa Fútbol Picante de ESPN, quiso hacerse el otro día famoso a costa del Real Madrid. No es nuevo en realidad. Cada tanto aparece un listillo que quiere su minuto de gloria y lo obtiene así, diciendo estupideces y convirtiéndose en la diana de todo el mundo. Al tal Ramos no le importa la verdad porque, seamos sinceros, la verdad cada vez importa menos y a menos gente. Lo que Ramos quiere es sonar, convertirse en tendencia y nada mejor que conseguirlo como decía a costa del club deportivo más laureado del mundo. Del Real Madrid abusan porque, salvo rarísimas excepciones, en el club blanco llevan a gala eso de dar la mano y poner la otra mejilla cuantas veces haga falta.

De la ristra de patochadas del tal Ramos la que ha tenido más éxito con el calabobos ha sido ese cliché repetido mil veces de que el Real Madrid debió sus éxitos pasados más relucientes al general Francisco Franco. Y el bobo, retador, o sea bobo al cuadrado o bobísimo, añadía que nadie podía cuestionarle esos datos porque había testigos de todas esas maniobras. Yo puedo, bobo, yo puedo. Vamos, en realidad cualquiera puede. No hay más que acudir a eso que los seres humanos hemos dado en denominar historia. La historia nos dice que la guerra civil española acabó en el año 1939 con la victoria del bando nacional encabezado por Francisco Franco Bahamonde. Supongo que no digo nada nuevo o sorprendente al afirmar que la guerra acabó en el 39 y en el 39 empezó a gobernar Franco hasta su muerte en 1975. El régimen militar estuvo, por lo tanto 36 años en vigor y, según todos los expertos en la materia, fue ablandándose a medida que el general cumplía años.

Quiero decir que si Franco fue un dictador lo fue desde el primer día y hasta el último pero el último, ya desde la cama de un hospital, con bastante menos energía que al principio. Pues bien, la primera Liga con Franco en el poder la gana el Atlético Aviación, que era en realidad el auténtico equipo del régimen y no el Real Madrid. El Atlético Aviación, cuya prolongación fue el Atlético de Madrid, conquistó el siguiente campeonato, y después lo ganaron, y por este orden cronológico, Valencia, Athletic Club de Bilbao, Valencia de nuevo, Barcelona, Sevilla, Valencia otra vez, Barcelona dos veces seguidas más, Atlético de Madrid otras dos y Barcelona otras dos hasta que, allá por 1954, el campeonato lo conquistó el Real Madrid. Muy torpe debió ser el dictador o, si se prefiere, poco dictador fue en realidad si, pudiendo mover efectivamente hilos de todo, también los futbolísticos, a su antojo, esperó pacientemente 15 años para hacer de su capa un sallo. Hasta ese año de 1954 el Real Madrid únicamente había logrado dos Ligas y sí es cierto que desde el 54 se convirtió en el gran campeón que es hoy probablemente debido al hecho, insignificante para ESPN, de que Santiago Bernabéu reunió en el mismo equipo a Di Stéfano, Puskas, Gento, Rial y una pléyade de fantásticos jugadores que no sólo gobernaron el fútbol nacional sino también el europeo sobre el que, imagino, también tendría influencia Franco.

¿Qué más nos dice la historia? Lo que nos dice la historia es que Franco ganó la guerra, como decía, en 1939 y en el 42 el Fútbol Club Barcelona ganó su primera Copa del Generalísimo. No hay testimonio gráfico al respecto de que el capitán culé renunciara por aquel entonces al título, que hoy se sigue contabilizando por cierto en el palmarés blaugrana. Lo que nos dice la historia es que el Fútbol Club Barcelona, que no ganó ninguna Liga durante la II República, lo hizo por primera vez en el 45. La historia nos dice que el Barça fichó en 1950 a Ladislao Kubala y lo que nos dicen diferentes historiadores es que el Régimen ayudó en aquel fichaje, facilitando el papeleo y la nacionalización del extraordinario jugador. Lo que nos dice la historia es que en 1951 las autoridades franquistas autorizaron la primera recalificación de Les Corts y que, ese mismo año, Agustín Montal se quitó la insignia de oro del club catalán que llevaba en su solapa para ponérsela él mismo a Franco inmediatamente después de que el Barcelona se impusiera por 3-0 a la Real Sociedad en la final de la Copa del Generalísimo. La portada de La Vanguardia, apellidada por aquellos tiempos Española, da testimonio del recibimiento que Franco hizo un año después, en 1952, a la expedición culé, a la que felicitó por sus triunfos. Lo que nos dice la historia es que Miró Sans fue elegido presidente azulgrana en 1953 y que don Francisco pertenecía a Falange Española Tradicionalista y de las JONS.

La historia nos dice también que el Barcelona solía emitir comunicados a través de La Vanguardia para que sus socios y peñas fueran a recibir y animar a Franco durante sus visitas a la ciudad condal, por ejemplo ésta: "Hoy, a las 6 de la tarde, el Club de Fútbol Barcelona, secciones deportivas y sus asociados, tributarán con su presencia homenaje al Jefe del Estado con motivo de su llegada a la ciudad, en el Paseo de Gracia cruce con la calle de Aragón. El Club de Fútbol Barcelona jamás olvidará la felicitación que mereció de Su Excelencia en la solemne fecha de colocación de la primera piedra, ya que ello fue aprobación y aliento a nuestra obra". La historia nos dice muchas más cosas, por ejemplo que el general fue condecorado otras dos veces más. Y, lo más reciente, que cuando Franco llevaba 44 años muerto, se las retiraron todas. Esperaron 44 años no fuera a ocurrir lo que el genial Fernando Vizcaíno Casas auguró en su "Y al tercer año resucitó". Vamos, que fueron a asegurar. Todo eso nos dice la historia, que a nadie importa ya como tampoco importa a nadie la verdad. Estos datos se los llevará el viento y a buen seguro que triunfará la idiocia del bobo de ESPN. Es lo que toca.

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