Todo el discurso de este Gobierno traidor y ladrón constituye un insufrible sofisma. O directamente un insulto a la inteligencia y una afrenta al sentido común. ¿Hasta cuándo lo seguiremos tolerando?
Un Gobierno tan mentiroso y mafioso como inútil
Eduardo Balbás
Son innumerables los asuntos en los que el Gobierno nos ha mentido. Desde “jamás gobernaría con Podemos”, a nombrar vicepresidente al rabioso roedor Pablenín Iglesias. Desde “la amnistía es inconstitucional” a blindar a los delincuentes políticos. Desde el “no hay caso” tras los primeros informes de la UCO, a la imputación con indicios más que sobrados y fundamentados de la mujer del presidente, de su hermano, de su Fiscal General, y de los dos máximos responsables del PSOE, después del Secretario General. Desde la peregrina idea de retirar el dinero físico, a la aparición de sobres en metálico en el partido y en el Gobierno. Desde la rotunda negativa a la doble contabilidad y a la financiación ilegal en el PSOE, al descubrimiento con pruebas fehacientes de que éstas si existían. Así como el pago de prostitutas y drogas con dinero público. Bien decía Àbalos: ”Yo jamás pagaría a una mujer para tener sexo”. ¡Claro se las hemos pagado los sufridos contribuyentes mediante unos impuestos confiscatorios!.
Sánchez llegó al poder denunciando la corrupción del Gobierno de Rajoy, y una mucho mayor corrupción ha circulado y se ha institucionalizado en los pasillos del poder desde que espuriamente ese despreciable felón consiguió ser investido. Este Gobierno ha usado todos los instrumentos posibles para desviar la atención de sus corruptelas.
Primero fue una feroz campaña contra la memoria de Franco y la pérfida exhumación de sus restos sin el acuerdo de su familia, a la vez que la denuncia de los abusos dentro de la Iglesia, luego el “año Franco”, más tarde la ELA, siguió la Dana y las pulseras para las mujeres amenazadas.
Ahora toca el “genocidio” israelí en Gaza. De los abusos no ha vuelto a hablar y es la Iglesia la que ha empezado a indemnizar a sus víctimas. Del “año Franco” y los fastuosos gastos, sólo ha habido negocio para unos pocos amigos de la izquierda. El fraude a los enfermos de ELA tras aprobar una ley y no dotarla de medios es mayúsculo. La Dana sólo sirvió para echar la culpa al PP, pero los fondos prometidos no han llegado a los afectados ni se ha emprendido ninguna obra para evitar una nueva catástrofe. Tampoco a los afectados por el volcán de La Palma y a los de los incendios de este pasado verano; prácticamente nadie ha recibido las ayudas mencionadas.
No hay un sólo capítulo importante en el que el Gobierno haya cumplido sus promesas y sus obligaciones. Empezando por los Presupuestos, incapaz de aprobar uno solo en tres años, aunque lo exija la Constitución. El enorme incremento de la recaudación fiscal y el traspaso de recursos entre partidas e incluso entre ministerios, permite al Gobierno “ir tirando” sin presupuestos. Y el PP de perfil ante ésto, a pesar de que las Comunidades autónomas donde gobiernan se ven obligadas a presupuestar a ciegas porque no saben con qué recursos del Estado van a contar.
Por otro lado, este Gobierno recauda más que nunca antes, y todo, servicios e infraestructuras,¡todo!, funciona mucho peor que con cualquier Gobierno anterior.
Y de su sarcástica autodefinición de “Gobierno de progreso”, solo cabe deducir que se refiere al progreso personal, mediante la apropiación de lo ajeno, de Sánchez y su familia, de sus ministros y los altos cargos nombrados a dedo por ese despótico psicópata que juega a ser presidente del Gobierno de España y a ser el futuro presidente de otra Segunda República que anhela y sueña despierto.Y desde La Zarzuela, secundan su demencial posicionamiento político, le toleran genuflexos sus irrespetuosos gestos de gañán y le brindan sonrisas.
Todo el discurso de este Gobierno traidor y ladrón constituye un insufrible sofisma. O directamente un insulto a la inteligencia y una afrenta al sentido común.
¿Hasta cuándo lo seguiremos tolerando?
Madrid, 8 de Octubre de 2025

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