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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 12 de julio de 2014

San Fermín: Perera, importantísimo, intratable y a hombros / J. A. del Moral




Miguel Ángel Perera que lleva arrollando todo lo que se le ha puesto por delante en esta temporada, su segunda histórica tras la de 2008


7ª de los Sanfermines en Pamplona
Perera, importantísimo, intratable y a hombros

  • Fandiño anduvo muy espeso con sus dos enemigos y cortó una barata oreja del sexto por matarlo bien al primer envite...Qué tuvo que ver esta oreja con la de Perera. Otra vergüenza más del palco presidencial y van….. 

Enorme tarde del extremeño, muy bien con su primer encastado y finalmente noble segundo toro y singularmente excepcional con el peor del envío quinto que, en sus manos, terminó obedeciendo al matador cual quiso. Cortó una oreja del que afrontó primero y otra que debieron ser dos con el que cuajó una portentosa e inverosímil faena. De la desigual corrida de Jandilla, Castella malogró con la espada su mejor faena al primer toro, francamente manejable, y no supo qué ni cómo hacer con el más difícil cuarto. Fandiño anduvo muy espeso con sus dos enemigos y cortó una barata oreja del sexto por matarlo bien al primer envite, que no por otra cosa.

Plaza de toros de Pamplona. 
Viernes 11 de julio de 2014. Séptima de feria. Tarde medio nublada y fresca con lleno total.
Seis toros de Jandilla, bien presentados y de juego desigual. Noble aunque blando y a menos en brío el primero. En principio blando pero muy encastado y muy noble por el lado derecho el segundo. Deslucido e informal el tercero. Muy soso el manejable y a menos el cuarto. Del genio a la nobleza el quinto por obra y gracia de quien lo toreó.
Sebastián Castella (marino y oro): Estocada caída atravesada que hizo guardia, silencio.
Miguel Ángel Perera (turmalina y oro): Estoconazo algo trasero y desprendido, aviso y oreja. Pinchazo y gran estocada, oreja. Salió a hombros.
Iván Fandiño (encarnado y oro): Pinchazo, media tendida que se hundió y descabello, silencio. Buena estocada y oreja regalada.

La de ayer fue tarde de ratificaciones a cargo de la terna. Venimos escribiendo y comentando con quienes solemos intercambiar opiniones sobre la más reciente actualidad, que Sebastián Castella se ha recuperado tras mucho tiempo viéndole sin el alma y sin el sitio que le apuparon a la cima del toreo conquistada en el 2006 que él solito abandonó. Pero todavía no habíamos echado las campanas al vuelo con Sebastián este año a la espera de lo que ocurriera en su tarde de Pamplona. Pues bien, con estos pensamientos positivos acudimos a verle ayer como cabeza de un cartel ciertamente interesante e inquietante para el francés y estoy por decir que también para sus dos compañeros de terna. Porque el que mejor situado vino fue Miguel Ángel Perera que lleva arrollando todo lo que se le ha puesto por delante en esta temporada, su segunda histórica tras la de 2008. Pamplona es la segunda cima que tiene que coronar el extremeño tras la más que superada gloriosamente de Madrid. Y en ello nadie duda que andará más que dispuesto. Faltaría más… Iván Fandiño, por su parte, tampoco duda nadie que volverá a intentar una vez más y van… alcanzar el lugar que todavía no ocupa. Ya dijimos sobre el triunfo que logró en su primera corrida de estos Sanfermines sumando tres orejas que fue ciertamente equívoco por la extrema generosidad del público y la benevolencia presidencial. Pero ayer tuvo que pelear con dos gallos superiores en valor y en todo al de Orduña. Fandiño luce más en corridas duras y alternando con pares que en tardes con ganado de categoría y muy bien acompañado por la inevitabilidad de sufrir del término de la comparación. Mucho morbo hubo acerca de su nueva y difícil apuesta. Vamos a describir cómo rodaron las cosas.

Mucho por delante y menos por detrás tuvo el primer toro de Jandilla que salió suelto del capote de Castella hasta obedecerle en la media arevolerada con que remató unos lances de mero trámite. El toro evidenció falta de fuerza antes de tomar el aliviado primer puyazo. No quitó el francés temeroso que el animal se agotara más de lo que estaba. Picotazo y a banderillas. Se dolió de los arponcillos. Venido a menos aparentemente a la muleta de Castella, brindó al conclave. Era noble. Aunque dobló las manos en los muletazos por bajo con la derecha, no en las tandas que siguieron por redondos en las que vimos muy firme y muy templado a Sebastián. Ligando y mandando. Lo más corto que embistió el toro por el lado izquierdo, no impidieron que Castella se mostrara seguro en los naturales. Y con mucha moral en los que dio con la mano diestra al final. Mató de estocada baja y atravesada que hizo guardia tras no cuadrar bien el animal y tan garrafal defecto dejó la cosa en tablas.

Muy largo el negro cuarto. Y muy suelto del capote de Castella que no pudo dar un solo lance en forma. Castella necesitaba triunfar para darnos la razón a los que venimos hablando de su recuperación. El toro cumplió en varas sin emplearse. Castella había hecho un intrascendente quite por chicuelinas despegadas. Ambel y Chacón se lucieron fácilmente en palos. El compromiso era muy grande y había toro. Nada del otro mundo pero lo había. Empezó por alto con la derecha la faena el francés. Y como el animal no se venía solo en la cercanía, Castella citó en la media distancia buscando la inercia del viaje. Así cosió tres y el de pecho. Molinete y más diestros casi de uno en uno por no ganarle un paso a cada pase. Y lo mismo al natural. Bien a secas. Palmas solamente para los pases de pecho y ni un olé. Recomenzado las mismas intenciones, el animal casi se paró. Y el prolongado empeño resultó baldío. Lo peor es que aburrió al personal. Lamentamos este paso atrás del diestro francés. Estocada trasera y caída.

Menos fuerza aún tuvo el segundo en su salida. Por eso no se empleó en los capotazos con intención de dar lances que procuró Perera. Huidizo, además, apenas fue castigado en varas. Un toro, pensamos, poco propicio para el intensísimo estilo del extremeño. Bien cubierto el tercio de banderillas por Joselito Gutiérrez con el burel muy distraído, Perera también brindó al público una faena equivocadamente iniciada en los medios para imposibles cambios con la derecha por la espalda. Al defenderse el toro por falta de fuerza al llegar a la jurisdicción, poco faltó para coger a Miguel Ángel quien, sin embargo, prosiguió muy bien con ligados redondos en tres rondas que el animal aceptó con notable trasmisión sacando la casta que llevaba dentro. Por empezar a tardear el burel, los buenos naturales que dio no pudo ligarlos dando algunos con la ayuda de la espada. Vuelto a derechas, también regresaron los redondos y redondísimos que Perera cose como nadie. Muy bueno finalmente el toro por el lado derecho y enorme Perera en su clásico arrimón a costa de un posible percance del que se libró de milagro. El valor y el temple fueron las armas que empleó Perera para lograr este trasteo que pocos esperaban resolviera tan lucidamente. Perera está que se sale e intratable. No hay nada que se le resista. Estoconazo trasero y desprendido además de eficaz y primera oreja de la tarde.


Montado y muy veleto en quinto que no tuvo buena salida imposibilitando el lucimiento de Perera. Así y huyendo de su sombra continuó en la brega previa a los puyazos que le pegaron aliviados sin posibles quites. Un toro de muy difícil prueba para el extremeño. Se banderilleó con pronta certeza. La papeleta era de las gordas. Tras tantear por abajo con la derecha, poco a poco y sin quitarle nunca la muleta de la cara, Perera se adueñó del toro con la derecha. Otra vez el temple y dejándole la muleta puesta, se obró el milagro de convertir el agua en vino. Mucho peor fue este toro por el lado izquierdo y Perera también lo consiguió transformando el genio en casta. Importantísima faena, sí señor. Y para postre, redondísimos superiores y abismales de pecho con los que logró que el toro adquiriera lo que no tenía, fijeza. Y, con todo hecho y rehecho, el arrimón más autentico que se pueda imaginar. Llovía cuando pinchó en el primer envite. Y una gran estocada de la que rodó el toro sin puntilla. La mejor y más importante faena de esta feria, consumada. Nos dio igual que le dieran una oreja o dos. La proeza de convertir el genio con peligro en casta con nobleza había sido sencillamente descomunal. ¡Enhorabuena, torerazo¡

Primer turno para Iván Fandiño con un toro castaño y serio que salió corretón, sin fijeza y suelto también del capote hasta que le paró el de Orduña sin lograr lucirse porque volvió a querer marcharse. Aunque fue al caballo desde la media distancia, se fue al sentir el hierro en los dos encuentros que se produjeron seguidos sin intervención de nadie con el capote. Esperó en palos. Buen par de Jesús Arruga. También empezó huyendo de la muleta de Fandiño y se mostró reservón después cuando el vizcaíno intentó torear con la derecha. Enfrontilado Iván al citar para los naturales, no pudo darlos largos ni limpios por defenderse el animal. Fallidos otra vez los intentos a derechas, regresó muy dispuesto a la izquierda para lograr los únicos pases decentes de la faena que solo en ese momento tomó cierto vuelo. Y otra vez uno y otro lado, el alargado trasteo careció de orden y de nuevo de limpieza. Dio la impresión Fandiño de que no sabía qué hacer. Muy nervioso, por fin decidió matar al toro para pinchar en el colmo de la desdicha. Fandiño se aflige mentalmente cada vez que torea con Perera.

Perera acababa de poner el nivel a una altura inalcanzable. Pero para su suerte, el sexto fue el mejor de los seis para el toreo de capa. Fandiño lanceó bien y el toro se fue solo al caballo de tanda sin haber llegado a su sitio saliendo suelto. Lo mismo en el segundo que tomó aliviado aunque en forma. Bien Miguel Martín y Jesús Arruga en palos. Había toro y Fandiño lo brindó en los medios. Regresado a tablas, empezó la faena allí mismo lo pasó por alto y con la derecha. Debió sacar al toro más allá de las rayas antes. Y una vez en el más conveniente sitio, empezó a pegar banderazos sin llevar al toro toreado ni sometido por lo que el animal empeoró por el lado derecho. Fue más largo por el izquierdo, pero tuvo que perderle pasos. Mejor los de pecho que los naturales en gran parte enganchados como ocurre con estos toreros mediocres que les va más el toreo contrario. Mucha voluntad y poca inteligencia. Y otra faena en la que no se entendieron ni acoplaron los contendientes que fue decayendo a medida que avanzaba. Y eso que tuvo al público a favor. Bernadinas de angustiosa y sucia ejecución. La buena estocada con que mató le salvó de la quema y el descrédito. La oreja que le dieron fue regalada entre la gente y la presidencia. Qué tuvo que ver esta oreja con la de Perera. Otra vergüenza más del palco presidencial y van….

Miguel Ángel Perera

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