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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 24 de agosto de 2014

Bilbao.- 7ª de las Corridas Generales: Salvo Ferrera, todo mal y muy “tocados” tanto El Juli como Fandiño / por J. A. del Moral


7ª de las Corridas Generales en Bilbao. 
Salvo Ferrera, todo mal y muy “tocados” tanto El Juli como Fandiño

Casi todo le salió mal a la ganadería que solo echó un toro de claro triunfo, el cuarto, con el que Antonio Ferrera se lució ampliamente pero pinchó perdiendo una merecida oreja. El Juli naufragó irremisiblemente dada su reconocida capacidad frente toda clase de ganado. Y Fandiño, que se llevó el lote más potablemente equilibrado, ya no se los pasa cerca ni aunque le empujen y parece que ha perdido el sitio con la espada que es su mayor fuerte. Bajó la entrada con respecto a las dos últimas corridas y la gente salió muy cabreada de la plaza.

Bilbao. Plaza de Vista Alegre. 
Sábado 23 de agosto de 2014. Séptima de feria. Tarde por fin soleada aunque fresca y con viento. Menos de dos tercios de entrada.

Siete toros de La Quinta incluido el sobrero que reemplazó al sexto, devuelto por inválido. Bien presentados en el tipo de los Santacolomas y de muy pobre juego salvo el cuarto. Pésimo por todo el primero. Noble aunque inválido el segundo. Muy noble pero sin fuerza el tercero. Muy noble, con clase por el lado derecho el cuarto. Manejable sin fuerza ni casta y muy a menos el quinto. Noble aunque muy flojito el sexto.

Antonio Ferrera (heliotropo y oro): Dos pinchazos, estocada corta y cuatro descabellos, silencio tras pitos injustos. Pinchazo y estocada, gran ovación.
El Juli (grana y oro): Metisaca que hizo guardia de efectos rápidos, silencio tras muchos pitos al torero y, sobre todo, al toro en su arrastre. Pinchazo y estocada yéndose, silencio tras división de opiniones con predominio de los pitos. Fue abroncado al salir de la plaza.
Iván Fandiño (teja y oro): Pinchazo, otro hondo y descabello, aviso y ovación. Cuatro pinchazos y estocada corta fea, aviso y ovación al despedirse.

Llevamos una semana en Bilbao y parece que hemos pasado tres meses. Esta es la feria más intensa del mundo en todos los aspectos. Aquí nos encontramos cada año con muchos amigos de toda España y de muchas otras partes del mundo que solo vemos en Bilbao. No se da abasto en almuerzos, cenas – hay noches y medios días en las que tienes que faltar a dos o tres aunque los y las hay que comen el primer plato en una, el segundo en otra y el postre en la tercera, ¿verdad mi queridísima Lore Monnig, la universal presidenta de New Jork City Club Taurino? –, apartados, aperitivos, copas, coloquios, saludos atroche y moche… y más cosas de las que nadie hablamos… je je je… Si me llegara la hora de parar en mis habituales casi 200 corridas al año desde hace más de 40, rogaría a Dios que me permitiera al menos asistir a las Corridas Generales de Bilbao porque dan para lo que he dicho al principio: terminarlas con la sensación de que uno ha estado viviendo aquí toda la temporada.

Ayer, por ejemplo, tuve que abandonar el comedor de los médicos de Vista Alegre solo con media horita de por medio para ir a mi hotel, chapucearme, lavarme los dientes, coger mi ordenador, bajar corriendo a la plaza de toros, esperar la bajada del ascensor para subir al palco de la prensa y empezar otra vez, justo cuando la banda de música interpreta la fanfarria festiva con la que anuncia que el paseíllo está a punto de partir.

Ayer todos estábamos pendientes de qué artimañas se valdría el inefable presiente Matías para que El Juli saliera como triunfador de la corrida y, si pudiera, de la feria. Fue imposible tanto por los toros que le correspondieron como por su escasa actitud y aptitud. Digo lo que digo sobre Matías porque a la hora de conceder o no conceder los trofeos, es una especie de prevaricador de tomo y lomo. El petardo que ha pegado este año con Perera es de los que hacen época. La cosa viene de largo. Viene de que, en un almuerzo de gentes del toro al que iba a asistir Matías y aun no había llegado, cuando Perera se enteró que estaba a punto de llegar, se fue raudo porque no le aguanta. ¿Cómo aguantar la presencia de un señor que, cuando el extremeño tuvo que renunciar a torear una corrida justo mientras se celebraba el sorteo porque los médicos le acababan de descubrir una gravísima lesión cervical so pena de poder quedarse sentado en una silla de ruedas para siempre, el ínclito hizo unas posteriores declaraciones afirmando que Perera era un irresponsable por haberse caído del festejo?…

De aquella afrenta que provocó otras declaraciones del torero y de su apoderado, Fernando Cepeda, en las que le pusieron a parir como sin duda mereció, parte el odio africano que el usía le ha tomado al matador de la Puebla del Prior. Cuento esto para que cuantos me leen entiendan de qué va el permanente conflicto. Y lo digo también para que alguien que mande, destituya a este presidente de una puñetera vez. Sencilla y llanamente dicho porque este señor mezcla sus cuitas privadas con su cargo púbico. Y eso no se puede tolerar de ninguna de las maneras.
Pues eso, amigos y enemigos lectores. Oye, es que estos últimos no se cansan de leerme a sabiendas de que no les va a gustar… Bueno, como hay gente p´to, allá cada cual con su cada cuala. Vayamos al tajo de cuanto sucedió en la sétima de la feria, ya con casi todo el pescado vendido. Ayer repitieron El Juli y Fandiño en compañía de Antonio Ferrera para enfrentarse a una corrida de la Quinta. Y, oigan, con menos gente en los tendidos que ayer y, sobre todo, que antier.

537 kilos y lo pareció el primer toro. Un cárdeno de la casa. Remató fuerte en un burladero y acometió al capote de Antonio Ferrera con cierta violencia en corto y derrotando alto. No pudo lucirse en el recibo de capa. Puso al toro de lejos y el toro tomó el puyazo arrancándose desde cerca saliendo suelto. Otra vez igual, se distrajo para aliviarle el castigo y saliendo repuchado. Banderilleó Ferrera como suele. El primer par lo tiró en un par de poder a poder rapidísimo. Mucho mejor el segundo de dentro afuera. Y el tercero por dentro arrancando en corto. Bien. Brindó la faena. Aguantó las violentas y cortas arrancadas del toro en los tanteos iniciales. Se abrió al tercio y entre el viento y lo corto que le pasó el toro buscándole por los dos pitones, tuvo que desistir. Cambió de terrenos y el toro se puso peor aún. Tuvo que machetear entre los injustos pitos de muchos ignorantes y se fue a por la espada de verdad. No se le pudo igualar correctamente hasta que el toro quiso. Dos pinchazos hondos sin soltar. Otro hondo y cuatro descabellos. Pitos injustos. Pero qué querían que hiciera… Y encima aplaudieron al toro en su arrastre. Este público está empeorando por momentos.

538 kilos el cárdeno girón calcetero cuarto. Muy noble de salida y metiendo la cara por abajo con temple. Buenos lances de Ferrea en el recibo. Romaneó en el primer encuentro y en el segundo sin que cayera el caballo, muy habilidoso el animal para no dejarse derribar. Antonio volvió a banderillear solito. De poder a poder suave saliendo perseguido del primer par. Magnifico el segundo dejando llegar al toro hasta clavar. Y tras el tercero, carrera a lo Fandi hasta parar al toro con la mano. Con la muleta toreó relajado y con donosura por redondos, como lo hace desde hace tiempo. Magníficamente, en gran diestro. Distancia, sosiego, andares de torero caro, con la muleta siempre puesta y ligando como lo hacen los grandes. No fue el toro tan bueno por el lado izquierdo, pero Ferrera se las valió para salvar el trance con habilidad intercalando un gran natural. Cuando volvió a derechas, ya no fue tan bueno el toro y tuvo que matarlo. Lo consiguió de pinchazo y estocada. Perdió una bien ganada oreja. Fue fuertemente ovacionado. Bien Ferrera, bien.

532 pesó el segundo. Cárdeno obscuro. Pronto a las llamadas y suelto del capote de El Juli. Manitas por delante. Bregó Julián sin poder pararse del todo ni lucirse. El primer puyazo lo recibió casi por su cuenta y defendiéndose. Perdió las manos. Nada le pegaron en el segundo. Menos más que iba noble. Quita Fandiño sin ser toro para hacerlo por su debilidad. Chicuelinas ajustadas y media fulera. Metió la cara en el tercio de banderillas. Bien los peones al clavar. El toro perdió las manos antes de que El Juli dieran un solo muletazo. Viento molesto. Se desplazó el toro pero al borde de caerse. Tres con la derecha, el de pecho y a la arena el animal. Tango en los tendidos. Más a derechas tratando de alargar los pases y para que no se callera otra vez. Naturales por arriba y desarme… Y más a derechas sin poder evitar que el toro se echara por completo. Follón en los tendidos y esta vez con razón. No es torero El Juli de los que saben mimar a los inválidos. Metisaca que hace guardia. Qué horror sin furor ni terror… Dobló del todo el animal y fue apuntillado. Pitos. Mal asunto. Esta corrida era la del último “gesto” en su “especialísima” campaña.

539 y cárdeno claro el quinto. Feo el toro. Y las manos por delante. Otro sin fuerza. Apretó para dentro molesto y El Juli lo abrió bien, bregando con maestría. Muy flojo el toro, se le cuidó en varas. Esperó un poquito en banderillas y se pareó con desigualdad. Llegó pastueño y sin apenas fuerza a la muleta y El Juli lo toreo todo lo templado que pudo pero sin llegarle a la gente por la blanda y sosa embestida del animal. En vista de lo cual, cortó por lo sano mientras algunos palmotearon de tango. La gente se enfadó más cuando entró a matar al paso y echándose fuera. Pinchazo y estocada. Ligera división de opiniones. Mal le salió la feria a don Julián y, de paso, a su amigo don Matías en sus propósitos. A tragar Matías, a tragar.

563 kilos el tercero. Bonito aunque gordo y cárdeno claro. Brioso aunque también sin fuerza. Al humillar en el capote de Fandiño perdió las manos la primera vez. Fue bravo en el primer puyazo y hasta derribó. Le aliviaron el segundo y no sirvió de nada porque se cayó. Se banderilleó de trámite aunque con corrección. Muy noble el animal, Fandiño puso estirarse con la mano derecha sin poder evitar los amagos de caerse del animal. Distancia siempre en los cites de cada ronda y música maestro. Tanto en los redondos como en los enganchados naturales que siguieron, los dio por las afueras. Ni mu en contra. Muy en tan criticado Manzanares siguió aunque claro, sin color ni sabor… Cambio periférico y más periferismo en los redondos siguientes hasta doblar las manos el animalito. Y la gente encantada. Pues qué bien… Faena desde luego aseada pero nada más. Acabó con trincheras altas. Todo estaba dispuesto para que le regalaran una orejita. Pero ay, pinchó dos veces. El segundo, hondo. Aviso y a tomar viento el asunto aunque le aplaudieron hasta los pinchazos. Descabello y ovación.

Un espontaneo viejales con pocas ganas de torear nos distrajo de lo que nos interesaba ver hasta ser detenido. 544, cárdeno y muy noble de salida el sexto. Temple y aseo de Fandiño en el recibo. Pero completamente inválido. Fue devuelto con facilidad y sin cabestros. En su lugar, soltaron un sobrero de la misma ganadería. No dio juego fácil en el capote y le pegaron demasiado en el caballo arruinando por completo sus posibilidades. La lidia fue enredosa y perjudicial. Rápido trámite en el tercio de banderillas. Blandito pero noble el toro en la muleta. Y vamos que nos vamos por la periferia a derechas. Algunos sí y otros no. Bien los de pecho. Siguió muy templado pero sin abandonar lo superfluo. Mejora al natural sin pasarse ni templar todos. Trinchera al paso y paseo largo. Más a derechas ligando, cambio y desplante antes de irse del toro. Ayudados por bajo perdiendo pasos e igualada para entrar a matar fallando de nuevo en su mayor fuerte. Palmoteo de ánimo y otro pinchazo. Creo que a Fandiño no se le ha olvidado todavía la cogida de Bayona. Tercer pinchazo saliendo lastimado de un pie o de la pierna porque cojeó. El petardo a espadas quedó certificado con un cuarto pinchazo. Y una corta fea. Se le fueron los dos. Y Fandiño paso a la enfermería por su pie entre palmas.

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