"...La Comunidad de Madrid, como organizadora de dicho festejo debería de haber innovado como en otras ocasiones se ha logrado puesto que, justamente ese día, por el bien de los políticos madrileños, es cuando la plaza debería de lucir sus mejores galas que, como se sobreentiende, no son otras que llenarse hasta la bandera..."
Mis respetos para Fernando Robleño y Uceda Leal, dos grandes toreros pero que, en dicha fecha llevarán poco más de seis mil personas a Las Ventas, es decir, irán los auténticos aficionados de siempre pero, de cara al exterior, el fracaso no puede ser más grande. ¿Cómo es posible que, la señora Díaz Ayuso, con la de asesores que debe de tener nadie haya caído en la cuenta de todo lo que decimos? La Fiesta, como tal, y mucho más en Madrid, hay que venderla con una pasión desbordante y, por mucho que nos pese, hay que buscar la fórmula para que en el citado día, Las Ventas estuviera a reventar.
La Comunidad de Madrid, como organizadora de dicho festejo debería de haber innovado como en otras ocasiones se ha logrado puesto que, justamente ese día, por el bien de los políticos madrileños, es cuando la plaza debería de lucir sus mejores galas que, como se sobreentiende, no son otras que llenarse hasta la bandera. ¿Carteles a confeccionar? Se podrían hacer muchos. Recordemos hace unos años la corrida goyesca en la que participó José Miguel Arroyo Joselito en la que triunfó de forma rotunda pero, que, el mayor éxito se lo llevó la Comunidad al ver la plaza a reventar. Seguro estoy que han puesto muy buena voluntad a la hora de confeccionar dicho cartel que, dicho sea de paso, es un acto de justicia para dos grandes toreros madrileños pero, eso no basta para lograr la rotundidad del triunfo en las taquillas.
Imaginemos ese mismo cartel pero, con Roca Rey como tercer espada. Vamos, el lleno estaba asegurado y eso sería darles una lección a los taurinos porque, tal y como lo han hecho, esos mismos organizadores habituales de los festejos se partirán de risa al comprobar que, un festejo que promociona la Comunidad, allí no asiste “nadie”. Otro cartel que podían haber intentado, Emilio de Justo en solitario repitiendo la hazaña que el pasado año no pudo culminar y que, como los hechos demostraron, en el domingo de Ramos, De Justo, casi que reventó Las Ventas con su sola presencia. Un mano a mano entre Morante y Robleño con toda seguridad hubiera sido un atractivo más que evidente para movilizar a las gentes madrileñas pero, como digo, todo ha quedado en una buena declaración de intenciones pero que no les aportará gloria alguna y, lo que es peor, se ridiculizarán a sí mismo con el regocijo de la empresa actual cuando palpen el fracaso de los políticos de turno.
Así, los políticos madrileños harán un ridículo de espanto mientras que, los empresarios de Madrid se frotarán las manos pensando que, los gubernamentales no tienen ni la menor idea de cómo se monta una corrida de toros cuando, por medios, publicidad, dinero y tres mil argumentos más, la Comunidad de Madrid debería de haber superado con creces a la propia empresa. Recordemos que, si de dinero se trata, la Comunidad puede hacer frente a cualquier evento puesto que, como es lógico, recursos los tienen todos pero, como digo, les ha fallado un buen asesor para haber dado una gran lección a los propios empresarios. Y digo yo, teniendo en casa como tienen a un matador de toros, Miguel Abellán, director del Centro de Estudios Taurinos de Madrid, podrían haberle preguntado al respecto porque nadie puede dudar que, de toros, Abellán, sepa más que nadie de todos los políticos madrileños. ¿Será que no habrán caído en la cuenta? Como fuere, en el pecado llevarán su penitencia.
-En la imagen, la plana mayor de Madrid en la presentación de los carteles de San Isidro.
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