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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 22 de junio de 2024

Alicante. Feria de Hogueras 2024.- Luque honró a Marcelino / por Paco Delgado

            Foto: Verónica Soriano

El de Gerena derrochó garra y fue el triunfador del tercer festejo del abono de Hogueras.


Luque honró a Marcelino

Paco Delgado
AvanceTaurino/Alicante, 21 de junio de 2024
Tercera de la feria de Hogueras. Media entrada.
Toros de Zacarías Moreno, bien presentados, de no mucha fuerza pero buen juego en conjunto.

Sebastián Castella (de lila y oro), ovación con aviso y ovación con otro aviso.
Alejandro Talavante (de blanco y oro), silencio tras aviso y silencio con dos avisos.
Daniel Luque (de burdeos y azabache), oreja y oreja.

De las cuadrillas destacaron Juan Contreras e Iván García.

El 21 de junio, sesenta años atrás, Marcelino -bueno, y sus otros diez compañeros de cartel- daban una alegría a los españoles y con su gol a Rusia conseguía el primer gran título de España en una competición deportiva y hacía honor a la furia con la que se reconocía a nuestra selección futbolera. Una actitud que el 21 de junio, sesenta años después, en la tercera del abono de Hogueras correspondió lucir a Daniel Luque, que tiró de garra para llevarse la primera oreja de la función de un toro nada fácil y con el que ya se hizo ovacionar al parar con muchísimo temple al tercero y conducir luego sus embestidas con valor seco, sin alharacas, aspavientos ni artisteo impostado. Natural, sobrio… y eficaz, sujetando a un toro que se quería rajar y del que sacó todo en un quehacer de tremenda seriedad.

También dio la cara con el sexto, que tuvo pies y apretó en el segundo tercio. Muy firme y encajado unció a su oponente a la muleta, sin concesiones ni frivolidades. Pero arrollando. Con las plantas hundidas en la arena, bajando la mano y apurando a un toro que se le acabó entregando y del que logró otra oreja que le abría la puerta grande.

Le costó hacerse presente en el ruedo al primero, que luego tomó el capote de Castella con prontitud y alegría, y aunque salió del caballo perdiendo las manos, tuvo celo y afán en la muleta sin que Castella acabase de acoplarse con él hasta mediada su faena. Demasiada prisa, mucha velocidad y poca sustancia en aquellos naturales. Mas temple y limpieza al torear con la derecha luego, acortando distancias hasta terminar metido entre los pitones. De nada sirvió al tardar en matar.

A pesar de su poca fuerza el cuarto, manso en varas, fue una máquina de embestir que aprovechó Castella para urdir un trasteo de efectos especiales, efectismos y mucho tiempo muerto.

Peleó con ganas el segundo en el peto, llevándose un buen tute que no afectó, sin embargo, a su comportamiento posterior, embistiendo con ganas y cierta furia en los primeros compases de su lida y ucho más atemperado después. Talavante no logró adaptarse al primer ritmo, consintiendo tambien muchos enganchones, y tuvo mucha templanza y sosiego en el tramo final de una faena breve e irregular.

Adelantó más sus líneas con el cuarto pero tampoco funcionó la cosa. Una serie inicial con empaque y hondura y luego idas y venidas y sin acabar de centrarse con un toro que no tuvo el gas de sus hermanos.

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