
Manuel Benítez "El Cordobés" / Pamplona 1965
'..Llamar asesinos es faltar al respeto de la forma más brutal a todos y cada uno de los valores del propio toreo. A su razón de ser. Es el ataque frontal y traidor a todos los valores naturales, humanos e históricos del toreo..'
Asesinos en San Fermín: no eran mejores tiempos,
eran mejores hombres
Editorial del martes 8 de julio de 2025
por Mundotoro / 08 Julio, 2025
Qué les pasa a las gentes de bien cuando creen que serlo les obliga a la estupenda educación. Al buenismo educacional. Al ‘estupendismo’ de formas. Qué les pasa a la gente de bien. Cuando no ejercen como tales. Les pasa que lanza el mensaje de que ser gente de bien es una anomalía. Ahí tienen al toreo y a sus gentes, mediante los empresarios de ANOET, diciendo que piden responsabilidades (qué miedo) por la información emitida en ETB (Televisión Pública Vasca) en la noche del día 6, en la que se llama asesinos a los toreros información emitida en ETB (Televisión Pública Vasca) en la noche del día 6, en la que se llama asesinos a los toreros. Definitivamente, el toreo y sus gentes ya no son lo que eran. Y lo que eran lo habían mamado de sus mayores y de sus valores. Es decir, era grandeza.
Hace unas décadas, ganaderos y toreros mandaban a tomar por el culo a los Sanfermines, cero toros en las calles, cero toreros en Pamplona, hasta que llamarles asesinos tuviera consecuencias.
El toreo, lo hemos repetido hasta la saciedad en este medio, tiene a las fiestas de San Fermín en sus manos. Y, sin embargo, no existe lugar de insultos, de ninguneos, de desprecio mayor en medios e instituciones que en los Sanfermines. No hay un sólo euro ni para las corridas ni para los encierros dentro del gran presupuesto de las fiestas que aprueba cada año el Ayuntamiento. La MECA, silenciosa currante, paga y sostiene desde la vara del pastor al cencerro del cabestro, pasando por cada una de las maderas de vallado y de los toros. La MECA, no el Ayuntamiento ni el gobierno de Chivite, aliada de Santos Cerdán. Sin la MECA, no existe San Fermín.
La MECA contrata toros y toreros. Por ende, sin éstos no hay fiesta ni ingresos millonarios. Y ni a la Casa de Misericordia le dan un euro, ni a los toreros y ganaderos los hacen partícipes de la economía total de las fiestas. El torero sólo se reparte la economía de la plaza. Buen dinero visto desde la contabilidad del pobre, del necesitado y de quien no pelea por lo que es suyo. El toreo traga. Tragaderas que pasan a ser de una indecencia brutal cuando medios como TVE, que tiene prohibida y vetada la información de los festejos, colonizan Pamplona para dedicarse sólo a los encierros. Y a esas cámaras sectarias acuden día a día toreros y ganaderos, faltando al respeto a los valores del toreo.
'..La MECA, silenciosa currante, paga y sostiene desde la vara del pastor al cencerro del cabestro, pasando por cada una de las maderas de vallado y de los toros..'
ETB, la televisión pública vasca, hace uso de su sectarismo y criminalidad informativa tomando Navarra como su séptima provincia. Y dice de los toreros lo que le da la gana. Y no pasa nada. Bueno, sí. Se manda una carta a la prensa diciendo que piden responsabilidades. En ETB están temblando. Se parten eso donde la espalda pierde su casto nombre. Si el toreo fuera aún aquello para lo que el toreo nació, otro gallo cantaría.
Metidos en las fiestas, el toreo, si detiene y regresa al toro al campo o no deja que salgan de los Corrales del Gas, pone firme a todos. Tiembla TVE, tiembla Navarra y Pamplona, tiembla ETB, y el gran Asiron y hasta su primo. Porque en los Sanfermines todo es prescindible menos el toreo y el torero. Si el toreo y sus gentes fueran el toreo y sus gentes, iban a llamar asesinos a los toreros pronto. Si fuera como ha de ser nuestra grandeza, en collera con nuestros valores, se ponía firme a toda la canalla. Porque sin toros y sin toreros, San Fermín no existe ni en el santoral. Pero toda la canalla está tranquila: odian con mansos. No vamos a disparar una sola bala a pesar de tener todo un arsenal. Somos gente de bien que actúa como gente que hace el mal.
Las gentes del toreo se cabrean mucho por una mala crónica o un titular y se vienen arriba, y echan las manos por delante a la prensa… pero enseñan las nalgas ante la falta de respeto y el ataque constante a sus valores. Llamar asesinos a los toreros no sólo es faltar a la verdad, ni es sólo un insulto. Eso es lo de menos, señores. Llamar asesinos es faltar al respeto de la forma más brutal a todos y cada uno de los valores del propio toreo. A su razón de ser. Es el ataque frontal y traidor a todos los valores naturales, humanos e históricos del toreo.
Llamar asesinos a los toreros es llamar asesinos a los toreros muertos vistiendo un traje de luces. Es llamar asesinos a los que han regado con su sangre las arenas de tantas plazas. Es llamar asesinos a los adolescentes que desean ser toreros. Es llamar asesinos a cada novillero, a cada becerrista. Es llamar cómplices de asesinos a cada padre y madre y hermano de los que están al lado de los toreros.
En otro tiempo, los Manzanares (padre), los Domínguez, Capea, Camino, Palomo, El Cordobés… mandaban a tomar por allí a todo quisqui y los ganaderos de no hace tanto, no permitirían que un toro saliera ni al encierro, ni a la corrida. Cogían un micro de TVE y la liaban gorda. Hacía el paseíllo los de ETB. Y punto.
Pero los tiempos han cambiado. No creemos que los tiempos pasados fueran mejores. Esa nostalgia aún no nos embarga ni nos secuestra. Pero sí, lo decimos alto y claro aunque alguien nos eche las manos por delante. Y al decirlo nos provoca tristeza y jamás falta de respeto. Lo decimos mirando a los ojos de cada torero y de cada ganadero. No. No se trata de que los tiempos de atrás fueran mejores. Eran mejores los hombres.
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