VALDEPIÉLAGO (León) Y VALDEPIÉLAGOS (Madrid), HERMANADOS
Ricardo Ferradal Pérez
Fotografías de Juan Pablo Pascual
La bella localidad de Valdepiélago, enclavada en la majestuosidad de la Montaña leonesa de la Real Encartación del Curueño, celebra sus fiestas patronales en agosto y cada año introduce una novedad en su programa de festejos.
Este 2014, la novedad fue la de hermanarse con la Villa madrileña de Valdepiélagos, por lo que un autocar repleto de vecinos de la Villa jarameña acudió a la localidad leonesa para participar en los actos del Hermanamiento, que resultaron de lo más lucido y agradable.
El Ayuntamiento de Valdepiélago viene celebrando desde 2005 el “Memorial Joselillo”, en recuerdo del novillero de tal apodo, hijo de la tierra, pues nació en el cercano pueblo de Nocedo de Curueño, muerto en México en octubre de 1947 a consecuencia de la mortal cornada que en septiembre le había propinado el novillo “Ovaciones” de la ganadería azteca de Santín.
“Joselillo” se disponía a tomar la alternativa en León cuando al año siguiente se inaugurase la nueva plaza de toros, y su padrino sería el mismísimo “Manolete”, que ya se había comprometido a estar en León en 1948. Pero el infortunio en forma de cornadas se llevó a los dos casi simultáneamente y la plaza se inauguró sin su presencia.
El “Memorial Joselillo” se celebra, como no podía ser menos, con un festejo taurino, en una plaza portátil montada al efecto, y suele ser una novillada sin picadores o un festejo mixto, como así se hizo éste año.
Con buena temperatura, festiva animación y la presencia de los visitantes madrileños de Valdepiélagos, se ocupó el coso portátil en su totalidad.
- Intervinieron en la novillada mixta, la rejoneadora lusitana Ana Rita, que ya tomó la alternativa la plaza de Campo Pequenho de Lisboa el año 2011 pero aún no la ha refrendado en España; el rejoneador burgalés Oscar Borjas que tiene previsto doctorarse esta misma temporada en Aranda de Duero y el novillero jerezano Miguel Andrades, en la lidia a pie.
Se corrieron cuatro novillos salmantinos –alguno era un toro con todas las de la ley, como el primero de Ana Rita- de Mercedes Pérez Tabernero, para rejones y dos de la ganadería vallisoletana de Peñaflor. En general todos dieron buen juego, con altibajos, incluido el primer “zambombo” que además manseó.
Ana Rita, heredera de la tradición rejoneadora portuguesa y poseedora del secreto de la buena monta y el dominio del caballo y del toro, pudo con su primer oponente, manso y grandote, a pesar de las dificultades que ofreció. Estuvo muy bien tanto con rejones como con banderillas, largas y cortas, matando bien al primero, al que cortó las dos orejas y regular al cuarto, pero como la lidia fue excelente, el público la ovacionó con entusiasmo pidiendo y obteniendo la oreja. Gustó mucho la lisboeta y su gran cuadra de caballos.
Oscar Borjas esperando muy encima
Oscar Borjas también triunfó en Valdepiélago. Exhibió unos preciosos caballos, magníficamente adiestrados, que entusiasmaron al público asistente. Lidió con soltura, profesionalidad y arte, a sus dos toros, colocando con gran facilidad rejones y banderillas. Mató muy bien a su primero, tuvo que poner pie a tierra y descabellar certeramente a la primera y cortó dos merecidas orejas. También toreó muy bien al quinto, sobre todo a lomos de “Espartaco” y de la hermosa yegua “Giralda”, y aunque tuvo dos intentos fallidos con el rejón de muerte a los que siguió un efectivo “metisaca”, el público le premió con otra oreja. Listo para la alternativa.
Buena zurda la del jerezano
A Miguel Andrades, matador de novillos de Jerez de la Frontera, correspondió la lidia a pie de los dos novillos de Peñaflor. Sorprendió por su soltura en el manejo de capote y muleta, a pesar de su extrema juventud y de no estar, quizá, demasiado placeado dados los malos tiempos que corren para la Fiesta. Tiene valor y pone banderillas bastante bien, aunque en este tercio hubo cal y arena, pero mata con seguridad. A su primer novillo, bravo y corretón, le instrumentó dos largas de rodillas y varias verónicas con mucha enjundia. Puso medio par de banderillas, otro al violín y uno más algo atropellado. Brindó a una espectadora argentina que por primera vez presenciaba un espectáculo taurino. Con la muleta realizó una solvente labor; varias series de derechazos rematadas con el de pecho, adornos y desplantes; muy bien en los pases naturales, sobre todo dos extraordinarios, rematados con pases de pecho. Mato de una estocada entera, un poco caída pero fulminante. Se ganó a ley la oreja que le fue concedida. Al sexto novillo, bravucón pero noble, le recibió con unas magníficas verónicas preciosamente rematadas, chicuelinas, tapatías y un farol. Puso un par de banderillas malo y otro muy bueno y valientemente, otro al quiebro, de rodillas. Después de brindar a una espectadora tomó la muleta para conseguir series variadas: naturales, redondos, de pecho, molinetes, etc. Tras un “metisaca” logró una estocada entera arriba de efecto rápido y otra oreja fue el trofeo conseguido merecidamente.
Todos en triunfo
Los tres actuantes salieron a hombros entre las ovaciones del público que pasó una buena tarde de toros aunque fuese en tono modesto.
* * *
Satisfecho el público en general y los visitantes de Valdepiélagos; satisfecho el alcalde de Valdepiélago, Julio González; satisfecho el empresario, Avelino de la Fuente, que fue el primer matador de toros leonés, y encantada de la vida la señora argentina que nunca había visto un espectáculo taurino.
Como despedida, agradecemos y disfrutamos de las magníficas instantáneas del festejo debidas al gran fotógrafo burgalés Juan Pablo Pascual.
La gentil Ana Rita con el autor de esta crónica.
El burgalés Borjas ante un buen ejemplar de Mercedes Pérez Tabernero
Un par…con un par de Miguel Andrades.
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