Lo que se siembra siempre se recoge. Y Victorino sembró, y mucho, durante muchos años. Sólo falta que unos cuantos lo imiten. Una vida entregada a una vocación. Mi agradecimiento infinito. Tengo que seguir tratando su enorme e inolvidable figura.
Victorino, Perera y Las Ventas, lecciones de otoño
Los tres han dado y recibido lecciones.
La primera, la valoración, tras su muerte, de la figura de Victorino Martín. La sociedad en general y la afición en particular participan de un sentimiento común : admiración por un gran triunfador que siempre defendió al toro en el que creía para que esto tuviera futuro. Emoción añadida sobre todo. Y ahí estuvo todo el pueblo en la calle, atestadas las calles, saturadas de emociones y cariño, como hace días en Albacete con Dámaso González, ejemplo de humanidad y de afición.
Lo que se siembra siempre se recoge. Y Victorino sembró, y mucho, durante muchos años. Sólo falta que unos cuantos lo imiten. Una vida entregada a una vocación. Mi agradecimiento infinito. Tengo que seguir tratando su enorme e inolvidable figura.
Otra lección la ha dado Miguel Ángel Perera, torero, gran torero, uno de los mejores de los últimos 15 años, que parece no gustar al sistema como señalé en mi reciente artículo “Que me expliquen lo de Perera“ . Y la lección es que nadie puede con el que torea así de bien, de profundo y de poderoso y lo lleva haciendo tanto tiempo. ¿Quién mejora al Perera del 2008, 2014 y 2017?
Lecciones y bien claras, como las de esta última Feria de Otoño en Madrid, que estaba bien planteada y, como lo que bien empieza bien acaba, pues transcurrió bien. Y ahí se ha reivindicado un poco la empresa de los errores de la primera temporada de la novatada.
Carteles mejores y más abundantes que los de las otoñadas de Choperitas y Lozanos, con mayor número de abonados que en San Isidro. Pero hay dos cuestiones que no han aclarado. Si el abono tradicional, aunque mermado últimamente, siguió siendo fiel, o si ha sido el nuevo el que arregló las cifras. O la duda de si el tremendo esfuerzo de publicidad para atraer nuevos clientes fue eficaz o inversión fallida. Pero la Oficina de Prensa no me lo aclara. No sé a qué viene ese oscurantismo. Este es otro fallo de la empresa, que no trató bien a principio de temporada a periodistas profesionales, informadores adjuntos y/o asimilados y después demostró que no ha entendido lo que es una política informativa correcta. Su idea parece ser : al que me critica intento anularlo. Hace falta más claridad, más información y más inteligencia en la relación con lo genéricamente llamado “prensa”, que engloba ya a muchas modalidades diferentes.
Otra lección podría ser, a la vista de algunas entradas, como la del jueves 28 e incluso viernes 29 que no tuvieran más espectadores. En cambio, las dos últimas ofrecieron muy buenas entradas, con lo que el conjunto de la feria quedó bien.
Pero se mereció más el conjunto de combinaciones, bien rematadas salvo los mano a mano, sin justificación torera alguna, disfrutando además de un tiempo espléndido, de una rebaja del 20% para los abonados y de muchas facilidades para poder abonarse, además del recuerdo e impacto de mucha publicidad en los medios informativos.
Lecciones de ida de Victorino y Perera en otoño y de ida y vuelta en Las Ventas. Lecciones que nos trajo este otoño veraniego.
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