Un reglamento para el Barça y otro reglamento para el resto
36-9, 19-17, 16-19 no es la combinación de una caja de seguridad, no. 36-9, 19-17 y 16-19 es el saldo de las expulsiones que han recibido a favor y en contra los tres equipos que han luchado por ganar la Liga española en los cinco últimos años. Es una estadística, de acuerdo, pero muy significativa porque, como digo, no hace referencia a un mes o a seis sino a cinco años; en ese tiempo, a lo largo de un lustro, el Fútbol Club Barcelona ha visto cómo expulsaban a 36 jugadores del equipo rival por 9 propios, al Atlético le han expulsado 17 jugadores por 19 de sus adversarios y el Real Madrid ha sufrido 19 expulsiones por 16 de sus rivales. El balance es demoledor: +27 para el Barça, +2 para el Atlético de Madrid y -3 para el Real Madrid. En una Liga como la anterior o como ésta, esa estadística es menos relevante pero en un campeonato que se gana (o se pierde) por 1, 2 ó 3 puntos es crucial.
Y eso, a pesar de lo que dijo el otro día Simeone de que estaba orgulloso de que el Barça identificara al Atlético como su gran rival de los últimos años, es lo que ha pasado en al menos dos de las últimas cinco Ligas. Porque, pese a que Goebbels decía que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad, esa afirmación es también una gran mentira, no es cierta. Simeone puede repetir mil veces que el Atlético ha competido con el Barça por la Liga, que seguirá siendo igual de falso; y esta mentira podrá ser repetida vía Twitter, que no por ello dejará de ser una mentira. La Liga de 2015, Cholo, la gana el Barça con dos puntos de ventaja sobre el Madrid, que acabó segundo; la de 2016 la vuelve a ganar el Barça con un punto de ventaja sobre el Madrid, que volvió a quedar segundo; la Liga de 2017 la compitió tanto el Real Madrid que hasta la ganó y la del año pasado la ganó el Barça, y ahí si quedó segundo el Atlético de Madrid pero... ¡a 14 puntos del campeón!... O sea, competir, competir, lo que se dice competir, el Atleti no compitió mucho.
Pero volviendo al saldo de expulsiones. En la Liga de la pasada temporada tiene poca relevancia, pero en la Liga que el Barça gana por 2 puntos y en la que acaba ganando por 1, la tiene toda, tiene toda la relevancia del mundo, hasta el punto de que es trascendental. Y si la estadística es relevante si tomamos como ejemplo los últimos cinco años, pasa a convertirse en un escándalo si tomamos los últimos 16; durante ese período de tiempo, al Barça le han expulsado a 65 jugadores y ha visto cómo echaban a la calle a 113 jugadores del equipo rival, mientras que al Real Madrid le han expulsado 92 futbolistas por 78 de sus rivales; el saldo culé es +47 y el del Real Madrid es -14. La estadística afecta a 601 partidos de Liga, 16 temporadas de las cuales 4 llevan los culés jugando con uno más sobre el campo. A lo largo de todo ese tiempo, el Barça sólo ha tenido un saldo negativo en dos ocasiones, la Liga 2003-2004, la previa al pacto entre Villar y Laporta, y la 2007-2008, con el Barça de Rijkaard en plena descomposición.
El sábado volvió a pasar. Lo que, para que nos entendamos todos de una vez, se critica no es que el árbitro expulse del campo a un jugador que se ha acordado de su madre; de haberse expresado en esos términos, ese futbolista está bien expulsado; lo que se critica es que, en situaciones similares, cueste expulsar más a los futbolistas del Barça. Pese a que algunos lo han querido meter con calzador, Sergio Ramos no está en esta ecuación porque al capitán del Real Madrid le han expulsado 25 veces, lo que constituye un record negativo en la Liga. Habrá alguna vez que le hayan expulsado sin merecerlo y otras que no lo hayan hecho mereciéndolo, pero esas 25 veces nos hablan de que los árbitros no tienen ningún reparo a la hora de echar a Ramos a la calle; el problema es cuando Luis Suárez, por ejemplo, insulta en su cara al árbitro y éste se lo piensa dos veces. Lo que se critica es ese statu quo sostenido en el tiempo durante los últimos tres lustros, eso es lo que, al fin, criticó Simeone el sábado. No dijo que la Liga estuviera peligrosamente preparada para el Barça, hasta ahí no llegó porque a mí me parece que él sueña con dirigir algún día al equipo azulgrana, pero, aunque por lo bajinis y al cuello de su camisa, sí dijo lo que muchos venimos repitiendo desde hace un montón de años. ¿Messi?... Messi es buenísimo, uno de los cinco mejores futbolistas de todos los tiempos, pero pareciera que su calidad, que es extraordinaria, conllevara también otro reglamento distinto. Eso, y no otra cosa, es lo que se critica. Eso es lo que, cuando le pincharon a él, criticó Simeone... con cinco años de retraso.
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