Pero a todos ellos, a los que llegaron a figuras, a los que llegaron a toreros, a los que llegaron a algo y a los que no llegaron, los entendió perfectamente y los metió siempre en el capote “Lumi”, con un temple de la vida excepcional y sin aspavientos ni tirones era capaz de domar las difíciles embestidas de los aspirantes a toreros. Es ley de vida que cada uno de los que pasamos por allí cogiéramos distintos caminos en la vida, pero eso sí, todos guardamos algo del encaste Santa Coloma, que nunca viene mal para la vida en general y el toreo en particular, pero también contamos con un poquito del temple de “Lumi”, que aparte de aguantar, templar y mandar (a su manera), nos guardaba los secretos, los buenos y los malos, al lado de los sueños.
Porque lo primero que “Lumi” es en la vida, es torero y padre de torero, concretamente de un matador de toros de la Escuela como Daniel Menés que tiene valores tanto profesionales como personales cercanos a su padre y eso es mucho decir, y dentro de esa filosofía que marca la tauromaquia, hay personas que engrandecen esos valores y consiguen llevar a efecto en su día a día los valores de la Tauromaquia, y es digno de reconocer y alabar todo lo conseguido por Iluminado en todos estos años y que quede constancia de ello en un placa, porque en el corazón y en el recuerdo de todos los que pasamos por la Escuela de Tauromaquia, siempre estará presente.
Y por supuesto agradecer en especial a los Maestros Abellán y Miguel Martín, que haya llevado a cabo algo tan necesario y deseado por muchos de nosotros, porque nadie mejor que dos matadores de toros de la Escuela, para llevar a efecto el reconocimiento.
Enhorabuena “Lumi” y gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario