"...Mansa salía la corrida, y Pies de Búfalo no fue excepción. César tenía armado un lío cuando insistía torearle por naturales a Pies de Búfalo cuando vino la cornada. Fue un cornalón. Le operaron en la enfermería de la plaza abriéndole el vientre para describir los intestinos destrozados.
El comentario de Julio García Vallenilla fue que de haber sido en otra plaza, en manos de otros médicos César Girón se queda en el quirófano..."
JULIO GARCÍA VALLENILLA Y EL RECUERDO DE GIRÓN
Víctor José López EL VITO
A LOS TOROS / Caracas, 17.02.2022
A mi apreciado amigo
Juan Pablo García Huizi
Me cuenta Julio García Vallenilla que una tarde reunidos en el apartamiento que César Girón tenía en Generalísimo en Madrid, fueron testigos de la cornada sufrida por Jaime Ostos. – “César saltó del sillón donde estaba sentado – recuerda Julio - y de inmediato me dijo: - ¡Vamos a la empresa porque voy a sustituir a Ostos en la corrida de Pinohermoso!
La empresa de Madrid no había llegado a un acuerdo con César Girón aquella temporada, a pesar que él había sido el triunfador en la isidrada del año anterior.
El hecho de haberse quedado fuera del abono de Madrid provocó una marejada en los periódicos con la manifestación de críticos y aficionados, por el trato injusto de los empresarios para con el torero venezolano.
A Julio y a Curro Girón, que también estaba en el piso de La Castellana con César, les pareció descabellada la idea de ir a sustituir a Jaime Ostos tomando en cuenta la jerarquía de César Girón: gran figura del toreo para ocupar el puesto de un torero que no llegaba al lazo de las zapatillas de un Girón.
-Estos cabrones van a saber quien soy- respondió Girón a los reproches de Julio García y de Curro- Mañana pondré a Madrid boca abajo.
-Los toros del duque de Pinohermoso famosos por su peligrosa mansedumbre, y la corrida que el ganadero había enviado aquel año a Madrid era la que más impresionaba por su trapío y arboladura, entre todos los encierros que fueron a La Venta del Batán en la Casa de Campo de Madrid.
Mansa salía la corrida, y Pies de Búfalo no fue excepción. César tenía armado un lío cuando insistía torearle por naturales a Pies de Búfalo cuando vino la cornada. Fue un cornalón. Le operaron en la enfermería de la plaza abriéndole el vientre para describir los intestinos destrozados.
El comentario de Julio García Vallenilla fue que de haber sido en otra plaza, en manos de otros médicos César Girón se queda en el quirófano.
El Médico Jefe de la enfermería de Las Ventas era en aquel momento el doctor García de la Torre.
En su carrera César Girón sufrió tres cornadas muy graves: en Burgos, un toro le abrió la femoral; la de Guadajara, México, el pitón del toro le dejó en la cara lo que se conoce como “cornada de espejo”; y esta de Madrid. Las demás, puntazos sin trascendencia.
Julio García recordaba lo que Girón significó para España la tarde de su retiro tras el famoso “Adios por naturales” de don Antonio Díaz Cañabate en el ABC de Madrid.
Cuenta Julio:
“fuimos a Las Ventas con Carlos Siso Paván, una tarde que no toreaba César y que las cosas no habían salido como el público esperaba salieran. Al final de la corrida salíamos por el desolladero, donde muchos aficionados, y también amigos, se acercaban a César para comentar lo sucedido en la corrida, cuando en eso y de repente lo izaron en hombros y se lo llevaron en hombros por la Calle de Alcalá.
¡Eso es admiración!- Remata su remembranza García Vallenilla, agregando que, para él, fue el triunfo más elocuente de César Girón en su carrera: - “El público de Madrid le reconocía en ese instante toda una larga trayectoria de éxitos en las plazas más importantes del mundo”.
Ahonda Julio García en el recuerdo y casa lo vivido junto a su admirado amigo, y recuerda la anécdota con el general Odría, siendo éste presidente del Perú:
- “ Se acercó el general presidente cuando estábamos reunidos en un grupo de amigos torno a César. Al grupo lo integraban: embajadores, políticos, diplomáticos, y personajes de todos los rangos, incluyendo hombres de negocios. Era la crema , pero Odría, que solo quería saludar al venezolano, que como torero fue un triunfador histórico en la Plaza de Acho, dijo en voz alta al incorporarse:
-Señores. Les felicito. Venezuela tiene un gran embajador… y me refiero al matador - Agregó renglón seguido el general- …Y me refiero a este muchacho que ha hecho más por el buen nombre de Venezuela en el exterior que todos nosotros con nuestros rangos y nuestras posiciones en la política”.
Julio, como sus hermanos Valentina García Vallenilla de Azpúrua y Carlos García, vivió la intensidad de los años 54 y 55 en la vida de Girón. Años de triunfos resonantes en el universo taurino, como de apoteosis en nombre de Venezuela.
En sus recuerdos, Julio nos cuenta que José Flores “Camará”, y Fernando Gago, apoderados de Litri y de César, duchos y reconocidos taurinos que formaron pareja con los dos toreros, como lo hicieron en época de novilleros con Julio Aparicio y Miguel Báez, se entusiasmaron con la posibilidad de revivir los días de Manolete y Arruza una llave que pronosticaba el dominio de la fiesta de los toros tanto en España como en América. Ya don Fernando y Camará se veían imponiéndose ante las empresas.
-Acordada la campaña de la pareja entre Gago y Camará, libraron la primera batalla en Málaga con toros de Pablo Romero. La corrida salió incomoda y mansa, por lo que Camará le pidió a Litri regalar un toro de Felipe Bartolomé que estaba en los corrales y que pertenecía a una de las corridas de la feria. Litri estuvo muy bien y le cortó las orejas al de santacoloma. Girón no aguantó el disgusto provocado por el éxito de Litri, le reclamó a Gago regalar un toro y saliendo el santacoloma le dijo a Litri en su cara:- “¡Guebón, vas a ver cómo se torea con la izquierda!” … y César Girón le cortó las dos orejas, el rabo y una pata al de Felipe Bartolomé.
-Al día siguiente la pareja Litri – Girón estaba anunciada en Córdoba.
- El de Huelva dio una vuelta al ruedo, mientras que el de Caracas cortó cuatro orejas y dos rabos.
-El tercer round de esta pelea era en Salamanca, pero antes del campanazo Miguel Báez Litri le dijo a don José Flores “Camará” que no seguía en esa guerra con Girón. “Dejarlo, dejarlo aquí y que cada uno vaya a los suyo.”
Luego de varias y muy sabrosas anécdotas de César, narrada en el libro “César Girón, Venezuela vestido de luces”, cuenta Julio García Vallenilla que una semana antes de su gran triunfo en la Plaza de Toros Monumental México, la tarde que cortó el rabo y abrió la Puerta Grande de la plaza grande, el famoso periodista y comentarista don Francisco Rubiales, “Paco Malgesto”, invitó a César Girón a un programa en Televisa, al que también asistiría un grupo de toreros famosos: Armillita, Chucho Córdoba y Humberto Moro. - Malgesto, inteligente y provocativo, a rompe y le pregunta a César qué opinaba de los toreros mexicanos. César inmutable, responde: -“Ninguno vale lo que me cuesta una zapatilla... Y lo demostraré el domingo.”
-Fue el domingo de las cuatro orejas y el rabo, la tarde de la corrida de Tequisquiapan, cuando México se le entregó sin reservas. Carlos León, un gran periodista en su crónica epistolar del 25 de marzo de 1961, en carta dirigida a Silverio Pérez, que tituló Girón magistral; cuatro orejas y un rabo.” Escribe: - Un torero tan bueno no podía irse sin convencer plenamente a una afición tan buena como la metropolitana…
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